El apoyo es vital en un familiar con cáncer para evitar que se hunda en la depresión
Alrededor del 50 por ciento de las personas con cáncer se ven afectados por los síntomas de la depresión, más aún, el 25 por ciento de todas las personas con cáncer sufren de depresión severa, según lo mencionado por el Instituto Nacional del Cáncer. Los asuntos que les preocupan son muchos, que pueden incluir el miedo de la muerte, de lo que va a pasar con ellos y sus familias, especialmente los niños, después de la muerte y el dolor incontrolado.
Como miembro de la familia, verá que se sienten sin esperanza, no se pueden enfocar, se desconectan socialmente, tienen dificultad para dormir, comer y la mayoría de las situaciones del diario vivir, razones por las cuáles el apoyo es vital en un familiar con cáncer.
En primer lugar, tendrá que analizar una serie de factores antes de proporcionar ayuda.
Uno de ellos es ver si lo requiere. ¿Está dando muestras de que quiere su apoyo y el del resto de la familia? Sí, tiene que enfrentar la verdad de que algunos pacientes con cáncer se niegan a recibir asistencia o consuelo de sus familias, todavía pueden estar en proceso de negación o tal vez quieren un tiempo para pensar.
Si es así, dele tiempo, nunca lo obligue, pero dígale que está dispuesto a escuchar si está todo listo para hablar. Cuando llegue el momento que empiece a abrirse, es el momento perfecto para ofrecer su inestimable ayuda.
Es importante escuchar todo lo que el paciente con cáncer, dice. En algunos casos, esto es lo más sensato que se puede hacer. Permitir que hable su corazón es la mejor estrategia para aliviarle el dolor emocional, debe estar atento a si él está buscando algún comentario, diga lo que sabe, pero no se olvide de ser sensible a sus sentimientos y demostrarle amor. No se exceda o se le hará sentirse desesperado.
Darle esperanza a través de sus palabras, o al menos hacer que se sienta positivo sobre su situación.
Nunca compare su situación a los demás, los pacientes con cáncer tienen condiciones distintas. Es posible que tiendan a darle falsas expectativas.
Cuando llore, déjelo que libere sus emociones, lo mejor es ofrecer el hombro como lugar para liberar dichas emociones. Lo peor que puede hacer es pedirle que pare. Una vez más, escuche sus pensamientos sin importar si son negativos, tan pronto como se detenga, es el momento de hablar con él de nuevo, diga lo que piensa de lo que dice, dandole palabras de aliento. Trate de que su día a día sea lo más normal posible.
llévelo a centros comerciales y tiendas de comestibles, pídale si puede hacerle algún recado en su lugar. Si ve que puede hacer todas estas cosas, siga adelante, de tal forma que viva una vida normal. No lo retire de la sociedad. Hable con él así como lo hacía cuando aún no se le había diagnosticado el cáncer. No va a ayudar a darle consejo médico basándose en sus investigación.
Deje que los profesionales de la salud manejen esa situación. Es posible que desee que le ayude en algunos aspectos, como cambios en el estilo de vida o seguir una dieta, pero asegúrese de consultar con su médico en primer lugar, antes de proceder a efectuar los cambios solicitados.