La forma en la que tuve que ir aprendiendo a comer sano después de perder el trabajo es por demás irónica, pero no nos adelantemos a los acontecimientos. El dÃa que me quede sin empleo, situación que nunca pensé que me iba a tocar aún y cuando las cifras del paro en España comenzaba a dar las primeras señales de que se convertirÃa en algo verdaderamente espeluznante, después de más de 15 años de entrega total al desempeño de las labores que me habÃan encomendado y de muchas historias que a estas alturas ya no valen la pena ni acordarse de ellas, pero que duelen en el alma, ante la grave situación económica por la cuál atraviesa no solo España si no el mundo entero, el recibir la notificación de cese por parte de la empresa me dejo completamente anonadado, los datos sobre la cantidad de empresas que estaban cerrando unas y bajando el salario otras en ese momento eran impresionantes. Naturalmente que con el auxilio de la familia tuvimos que implementar las medidas pertinentes que nos permitieran sobrevivir, comenzamos por hacer una evaluación seria sobre nuestras necesidades reales y arrojar por la ventana muchos de aquellos caprichos a los que nos habÃamos acostumbrado por la seguridad de contar con ingresos mes a mes, por veleidades de la vida tuve que ir aprendiendo a preparar la comida más saludable todo ello con vistas al ahorro cada dÃa de más y más cantidades de dinero. asà fue como nació en mi mente.
la dieta del desempleado, comenzamos por dejar de comer fuera con un ahorro considerable cercano a los 500 Euros al mes, pero a la par de ese ahorro también descubrimos que mucho de lo que comÃamos fuera era la famosa comida rapida compuesto en su mayor parte de alimentos altamente procesados por ende no saludables, descubrimos que la costumbre de comer fuera no habÃa vuelto perezosos a la hora de preparar nuestros alimentos, ahora obligados por las circunstancias ahorramos en la compra de alimentos frescos y de temporada, almacenamos más en el frigorÃfico, se cocina más en casa y mantenemos una dieta más equilibrada.
Tuve que desprenderme de un viejo hábito : el café en el bar de la esquina, pero asà logré ahorrar más de 60 Euros a razón de dos tazas diarias de café a 1,15, ahora sigo tomando café, para mi sorpresa descubrà los granos de café en el supermercado y una maquina de café olvidada en un rincón de la cocina si a todo eso le agregamos el beneficio de ser café más natural, sin aditivos que repercutÃan en mi peso y por lo tanto en mi salud, miel sobre hojuelas
Comprando en forma inteligente en el supermercado
El estar sujeto a un presupuesto limitado lo obliga a uno a mirar y pensar tanto en los precios como en los artÃculos que compra, empecé por buscar las ofertas de dos por uno, a comprar las marcas blancas, a buscar la pasta y olvidarme de la comida chatarra, en fin que me convertà en un comprador inteligente. Alimentar a una familia puede ser un poco caro, pero si se incorporan alimentos más saludables como las verduras y las frutas, la dieta y la salud mejora considerablemente. También nos ahorramos hasta 300 Euros por mes.
Después de aprender a comer sano me di cuenta de que cuando se vive con menos no por eso dejamos de tener bendiciones.
¿ Cuanto tiempo piensas que durara la crisis actual ?