La cirugía de la tiroides también conocida como tiroidectomía es uno de los dos métodos más usados en el tratamiento del hipertiroidismo.
La tiroidectomía puede ser parcial o total.
Lo ideal sería que los pacientes de enfermedades tiroideas fueran capaces de evitar tratamientos médicos convencionales.
Ya fuera en forma de medicamentos recetados, cirugía u otros procedimientos.
No obstante, dichos tratamiento a veces son necesarios.
Todo se reduce a riesgos y beneficios.
Y aunque muchos médicos hacen un buen trabajo explicando los beneficios del tratamiento médico convencional, no siempre revelan los riesgos completos.
El objetivo de este artículo es darte a conocer algunos de los riesgos asociados a la cirugía de la tiroides.
¿Te ha explicado el endocrinólogo el riesgo a que te expones con una cirugía de la tiroides?
Pero antes de hablar sobre los riesgos asociados con estos procedimientos, debes saber que hay un momento y un lugar para estas opciones de tratamiento.
Es muy difícil argumentar que hay una buena razón para recibir yodo radiactivo.
No obstante, si hay argumentos para defender la necesidad de la cirugía tiroidea.
Hay momentos en que una tiroidectomía parcial o completa es necesaria.
Sin embargo, puede ser un reto saber cuándo tal procedimiento es necesario.
Por ejemplo.
Si tienes un nódulo tiroideo grande sospechoso de ser maligno, aun y cuando no se haya confirmado una neoplasia maligna, puede ser difícil saber con certeza si la cirugía de tiroides es la mejor opción.
O si es prudente continuar monitoreando el nódulo.
Además, al discutir los riesgos asociados a la cirugía tiroidea, no se puede considerar al hipotiroidismo como un riesgo.
Puesto que es un resultado probable para cualquier persona que reciba cirugía de tiroides, aunque hay excepciones.
Convertirse permanentemente en hipotiroideo es sin duda otro problema, pero voy a enfocar algunos de los otros riesgos asociados con estos procedimientos.
Muchos endocrinólogos tratan de convencer a sus pacientes que convertirse en hipotiroide es en realidad un beneficio.
Supuestamente es más fácil de manejar.
No obstante, muchas personas que se vuelven hipotiroideos después de recibir estos métodos de tratamiento nunca vuelven a sentirse igual.
Para algunas personas es solo cuestión de hallar la dosis correcta de medicamentos para la hormona tiroidea.
Pero otros experimentan síntomas durante años después de recibir cirugía.
Riesgos de la cirugía de la tiroides
Comencemos por ver algunos de los riesgos de una tiroidectomía parcial o completa:
Infecciones causadas por cirugía
Por supuesto, el riesgo de una infección va implícita en cualquier tipo de cirugía.
Las infecciones después de practicarse una tiroidectomía son raras.
Pero cuando suceden, a veces pueden ser graves.
Hemorragia incontrolada
Con cualquier cirugía existe el riesgo de hemorragia incontrolada.
Pero, con la cirugía de tiroides el riesgo aumenta!
Ello se debe al hecho que los principales vasos sanguíneos están en las proximidades de la glándula tiroides.
Y por supuesto puede haber lesión en los vasos sanguíneos de la glándula tiroides.
La hemorragia es una complicación post-operatoria común y puede causar compresión sobre las estructuras del cuello.
Conduce a su vez, a obstrucción aguda de las vías respiratorias, que se considera una situación de emergencia.
Problemas con la anestesia
Siempre hay riesgos de anestesia con cualquier tipo de cirugía.
Con una tiroidectomía el anestesiólogo asistente tiene un mayor reto al administrar anestesia en comparación con otros tipos de cirugías.
Para minimizar los riesgos, el equipo médico debe trabajar cuidadosamente de forma unificada durante el examen pre-operatorio.
El equipo por lo general está formado por los siguientes especialistas médicos:
- Endocrinólogo.
- Cirujano.
- Cardiólogo.
- Anestesiólogo.
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La anestesia general con intubación endotraqueal se considera lo más seguro para las tiroidectomías (1).
Lesión al nervio laríngeo recurrente
El daño al nervio laríngeo recurrente puede ser causado por tracción, transacción, atrapamiento o isquemia.
Y puede ser permanente o transitorio (1).
Algunas señales de lesión durante la cirugía de la tiroides incluyen dificultad para respirar, ronquera de la voz y dificultad en la vocalización (1).
Un estudio que incluyó a 623 pacientes que recibieron cirugía tiroidea mostró que la lesión del nervio laríngeo recurrente se produjo en el 4,98% de los pacientes (2).
De los 31 pacientes que tuvieron una lesión recurrente del nervio laríngeo, 28 tuvieron una lesión temporal mientras que 3 pacientes sufrieron una lesión permanente (2)..
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Lesión al nervio laríngeo superior
El nervio laríngeo superior se daña en 3-5% de los procedimientos de tiroidectomía.
Y la lesión más común ocurre a la rama externa del nervio laríngeo superior.
Dando como resultado la parálisis del músculo cricotiroideo que causa la alteración en la calidad de la voz, puesto que los pliegues vocales fallan al producir sonido (1).
El daño a este nervio también puede resultar en disfagia (dificultad para tragar) debido a problemas con el reflejo de la deglución.
Daño a las glándulas paratiroides causado por cirugía de la tiroides
Una de las complicaciones operativas de la tiroidectomía es la lesión de las glándulas paratiroides.
O su extracción accidental que puede manifestarse en forma de hipocalcemia aguda en aproximadamente el 20% de los pacientes.
Las características de la hipocalcemia incluyen:
- Cosquilleo peri-oral.
- Confusión mental.
- Espasmos musculares.
- Convulsiones tetania.
(1).
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Ten en cuenta que la insuficiencia paratiroidea temporal es mucho más común que el hipoparatiroidismo permanente.
Traqueomalacia
Un bocio de gran tamaño que se comprime sobre las estructuras traqueales durante una larga duración puede causar atrofia por presión.
Además de erosión de los anillos traqueales cartilaginosos (1).
Después del procedimiento, la pared traqueal pierde el soporte circundante y puede colapsar en la dirección antero-posterior, causando obstrucción respiratoria.
Tormenta tiroidea
Una tormenta de tiroides durante la cirugía de la tiroides es poco común.
Cuando ocurre una tormenta tiroidea, por lo general es causada por una enfermedad aguda.
O debido a una pésima preparación preoperatoria para la cirugía tiroidea.
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Si bien el riesgo de tener cualquiera de estas complicaciones durante la cirugía de la tiroides es bajo, el riesgo general de experimentar complicaciones es elevado.
Por ejemplo, un estudio que incluyó a 301 pacientes con bocio multinodular a quienes se les practicó una tiroidectomía total mostró que 62 pacientes tuvieron complicaciones (3).
Así, el 21% de los pacientes presentaron complicaciones, incluyendo:
- 29 pacientes con hipoparatiroidismo.
- 26 pacientes con lesiones recurrentes del nervio laríngeo.
- 4 pacientes con lesiones del nervio laríngeo superior.
- 3 personas con hematomas cervicales.
- Un paciente infección
(3).
Cómo minimizar los riesgos asociados con la cirugía de la tiroides
Tal vez la mejor manera de minimizar los riesgos de complicaciones asociadas con una tiroidectomía es elegir al equipo cuidadosamente.
Siempre y cuando sea posible.
Por supuesto elegir un cirujano competente con experiencia es importante.
Pero tener un endocrinólogo competente y cardiólogo puede ser crucial.
Un método novísima que vale la pena destacar, puesto que se hace mediante técnicas robóticas.
Algunas personas que lean esto podrían preguntarse sobre los riesgos asociados con la tiroidectomía transaxilar robótica.
La razón principal por la que se desarrolló este método fue para evitar incisiones en el cuello, y así prevenir las cicatrices.
En otras palabras, se hace principalmente con fines cosméticos.
Pero, cabría la pregunta ¿El procedimiento tiene los mismos riesgos que una tiroidectomía convencional?
Un metaanálisis demostró que la técnica robótica mostró un riesgo similar de complicaciones postoperatorias totales en comparación con los abordajes convencional y endoscópico.
Aunque se asocia con un tiempo operatorio más largo, además de las limitaciones técnicas del instrumental.
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