Yo, si te habla tu hígado, quiero que sepas lo mucho que me agredes con varias de tus formas de comportarte, agresiones que se acumulan a toda tu persona.
Demasiados azúcares, alcohol, hierro, a lo qué debes añadir trastornos de inmunidad.
Por si quieres continuar con las otras partes de dicha entrada:
Segunda parte: Hepatitis: El hígado habla cuando está enfermo – Parte II
Tercera parte: Hígado: Cuando un tumor benigno o canceroso me ataca
1. Exceso de azúcar: Hígado graso
Consumes de forma excesiva alimentos ricos en azúcares, sin medir los efectos negativos al convertirse en grasa.
Lo que me lleva a convertirme en lo que los científicos llaman hígado graso o esteatosis.
No tomas en consideración que soy el hígado de una persona no de un ganso!
Esta patología se observa con regularidad en las personas que tienen algo de sobrepeso, y aún más en las personas obesas.
Ten en cuenta que está demostrado que la obesidad puede reducir la esperanza de vida en 8 años, incluso quitar 19 años de buena salud, esto debido a la diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
Por último, los estudios más recientes han demostrado una relación directa entre la progresión de la fibrosis en mí, tu hígado y la existencia de diabetes, sobrepeso o esteatosis.
El exceso de azúcares no se eliminan por la orina, aliento, sudor o materiales.
Se conservan, como pobres reservas de nuestro cuerpo.
Un gramo de azúcar proporciona 4 calorías y por lo tanto 2 gramos, 8 calorías. Tan pronto como llegan a 9 calorías, formas un gramo de grasa que debo almacenar en mis células.
Cuando yo, tu hígado, estoy lleno de grasa, lo que crea fatiga importante, la grasa se almacenará más allá, en los senos de las mujeres, alrededor de las caderas y la pelvis en los hombres.
Mientras más grasa acumulo, más fatiga general hay, la que a su vez crea más necesidades de alcohol o de azúcares.
Entras en un círculo vicioso de dependencia al azúcar y al licor.
El sobrepeso, la obesidad y la diabetes son las consecuencias directas.
Pagarás una factura muy cara y yo, tu hígado, seré el primero en sufrir!
2. El consumo excesivo y crónico de alcohol: El camino a la cirrosis y al cáncer
El alcohol consumido es absorbido rápidamente por el estómago y pasa a la sangre, incluso más rápido cuando tienes el estómago vacío.
Beber alcohol con el estómago vacío, especialmente si es fuerte, es un error de base alimentaria.
La tasa de alcohol en la sangre, alcoholemia, se expresa en gramos por litro de sangre.
O sea que yo, tu hígado, tengo que hacerme cargo y eliminar el 90% del alcohol consumido.
Del 10% restante se encargan mis amigos los pulmones mediante la respiración y los riñones mediante la orina.
Puedo eliminar hasta 2,4 g por día en promedio. Más allá lo asocio a los azúcares para almacenar grasa.
Por encima de 3 g/l, estoy abrumado, entrando en un estado de coma. A los 5 g/l es muerte segura.
Sé que puedo eliminar 0,15 g de alcohol por hora. Una copa de vino eleva el nivel de alcohol en sangre de 0,15 a 0,20 g/l, aunque esto depende del tamaño y del sexo.
En las mujeres, el impacto de una copa de vino es el doble en comparación con el hombre.
No olvides que entre 0.16 g/l y 0,50 gr/l (1-3 unidades de alcohol), la automatización se reduce y las acciones pierden coordinación rápidamente. Poco a poco se pierde el estado de alerta.
Tomar bebidas de forma habitual porque no sabes el alcance, o porque estás ansioso, es pasar de la euforia a la depresión, hasta la adicción. Más tarde a trastornos psicológicos por la destrucción de las neuronas.
Los alcoholes están implicados en muchas otras enfermedades que afectan la zona ORL, hasta la faringe, laringe, estómago y páncreas…
También están involucrados indirectamente en los cánceres de mama y de próstata.
El desarrollo canceroso en cualquier área particular del cuerpo es tan común.
A esto debe agregarse la presión arterial alta que hace la felicidad de los fabricantes de medicamentos para la presión arterial, accidente cerebrovascular, ataques al corazón…
La progresión es a insuficiencia hepática.
La cirrosis irreversible, se produce alrededor de los 40 años para los hombres; en las mujeres mucho antes – alrededor de 30 años – debido a una capacidad reducida para metabolizar el alcohol.
Cuando yo, tu hígado, estoy saturado en alcohol, mis funciones normales pueden ser interrumpidas.
Me obligas a desintoxicar el alcohol en mis células. Así, las células mueren o están muy ocupadas trabajando con los depósitos de grasa, además de azúcares que no faltan en tus adicciones.
Olvidas que el pan se comporta como el azúcar, que todos los productos lácteos contienen lactosa, cuya dulzura es del 0.16 cuando el azúcar refinado es de 1.
Recuerda que el alcohol es conocido por ser un inhibidor de la resíntesis de glucógeno (almacenamiento de azúcar en el hígado) después de un gran esfuerzo.
Beber alcohol después de una competición deportiva, mientras se agotan las reservas de hidratos de carbono, es un atentando contra la salud que puedes pagar muy caro y contigo todos tus órganos, entre ellos, yo, tu hígado.
Me olvidé de decirte que el alcohol y las drogas no son buenos compañeros, especialmente aquellas que los médicos recetan demasiado fácilmente: Antidepresivos, ansiolíticos, pastillas para dormir, antiinflamatorios, antibióticos…
Cuando me anegas con alcohol, para empezar engordo.
Luego desarrollo esteatosis o lo que se conoce como hígado graso, para desarrollar inflamación, conocida como hepatitis alcohólica.
Seguida rápidamente de una forma de reacción curativa final.
Cirrosis con sus clásicas complicaciones, sangrado gastro intestinal, ascitis con agrandamiento del vientre por estar lleno de agua.
Y, los trastornos cerebrales que se resumen en encefalopatía.
Luego, el cáncer se encuentra al final de todo el abuso crónico al que me has sometido.
Cuando sufro de cirrosis, siento mucho decirte, pero mi enfermedad es irreversible
Es sobre todo el alcohol con él que me has inundado la causa.
Se han formado en mí tal cantidad de fibrosis que parecen gruesos palmos y me están destruyendo.
Estoy tratando de sobrevivir mediante la construcción de nódulos, pero ya no puedo regenerarme como cuando estaba bien alimentado, respetado y sobre todo estimado.
Sé que no eres totalmente responsable de mi cirrosis. No es mucho lo que aprendiste sobre mí en la escuela. Tus padres tampoco te explicaron lo importante que soy en el cuerpo…
Ahora ya lo sabes!
Debes ser capaz de explicar con claridad lo mucho que necesito ser conocido, estimado y respetado. Se trata de tu salud y la salud de todos los miembros de la familia lo que está en juego y como dice Jacobo: Lo más importante…
Además, ¿te das cuenta que puedo degenerar, es decir, desarrollar cáncer dentro de los 15 o 20 años siguientes.
Las causas de la cirrosis son:
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Consumo excesivo y prolongado de alcohol en 50 a 75% de los casos.
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Ataques virales: Veamos, hepatitis C en un 15-25% de los casos y de hepatitis B en el 5%.
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Hemocromatosis: Una condición rara que se da por exceso de hierro, enfermedades metabólicas que acumulan grasas, afectadas por la destrucción progresiva del sistema inmune.
Relacionado: Tratamiento de la enfermedad del hígado graso con ayurveda
Gracias por llegar hasta aquí, justo cuando se estaba poniendo sumamente interesante esta entrada.
Como las telenovelas, que siempre te dejan justo en la parte más emocionante. :)
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Lo más importante…Tu salud
