No hay nada peor que la hinchazón crónica, con la sensación de pesadez y malestar en el estómago durante horas y horas, de ahí que mejorar la digestión y evitar todo el sufrimiento que provoca sea el clamor de millones de personas.
La función primordial del sistema digestivo es descomponer los alimentos que comemos para que los nutrientes vitales puedan ser absorbidos en la sangre y utilizados como energía por los distintos procesos corporales.
Cuando una persona tiene mala digestión, la absorción de nutrientes no se puede lograr en su totalidad.
Si el hígado, páncreas, estómago o uno de los intestinos no producen secreciones, o si las cantidades secretadas son insuficientes, entonces los alimentos no se pueden descomponer por completo, los nutrientes no están disponibles para la absorción y algunas partes de los alimentos se desplazan a través de los intestinos sin procesar.
Mala digestión se ha relacionado con:
- Una dieta pobre en fibra.
- Dieta rica en contenido en azúcar, que puede alterar las bacterias beneficiosas en los intestinos y nutrir levaduras nocivas.
- Alergias alimentarias o intolerancias que inflaman el revestimiento intestinal.
- El síndrome del intestino irritable, una condición que a menudo implica mala absorción de nutrientes.
Todos estos factores afectan la digestión. Al igual que las enfermedades autoinmunes y las enfermedades de los órganos digestivos.
Lo que da como resultado problemas en la piel, dolor en las articulaciones y pérdida de peso.
Salvo una enfermedad subyacente, una dieta saludable y remedios naturales pueden ayudar a mejorar la digestión problemática.
Algunos síntomas de problemas digestivos
- Eructos o gases una hora después de comer
- Acidez estomacal o reflujo ácido
- Sensación de hinchazón una hora después de comer
- Mal aliento
- Pérdida del gusto por la carne
- El sudor expide un olor fuerte y desagradable
- Deseos de saltarse el desayuno o sentirse mejor cuando no comes
- Somnolencia después de las comidas
- Uñas frágiles y quebradizas o de crecimiento lento
- Anemia que no responde al hierro
- Cólicos estomacales
- Diarrea crónica o necesidad de evacuar poco después de las comidas
- Alimentos sin digerir en las heces
- Deseo de alimentos ácidos (vinagre, cítricos)
Todos estos síntomas indican que el estómago no está produciendo suficiente ácido estomacal!
¿Por qué es tan importante el ácido del estómago?
Es la primera línea de defensa del proceso digestivo!
Responsable de esterilizar el estómago, eliminar invasores no deseados, romper las proteínas, y estimular la digestión.
Sin este ácido, tan potente (ph de 1,5-3) que podría quemar una alfombra, la comida queda en el estómago sin fermentar, y luego sigue causando estragos, puesto que su trabajo se lleva a cabo tanto en el intestino delgado como en el intestino grueso.
Como te puedes imaginar, estas partículas mal digeridas causan irritación ya veces daños en el delicado ambiente del tracto digestivo, causando hinchazón en el proceso.
Los alimentos no digeridos pueden incluso actuar abrasivamente en los tejidos (piensa en el papel de lija) al no descomponerse por completo.
Con el tiempo, pueden desarrollarse alergias alimentarias, trastornos digestivos y, finalmente, enfermedades autoinmunes!
¿Por qué tienes niveles bajos de ácido en el estómago?
La dieta occidental estándar se basa en alimentos procesados y grasas no naturales con poco o cero valor nutricional.
Todas estos alimentos causan carencias nutricionales en el cuerpo, sobre todo déficit de zinc, mineral vital para producir el potente ácido estomacal!
Un nivel bajo de ácido estomacal también puede causar desnutrición con el tiempo (aun con una dieta balanceada), porque el cuerpo no es capaz de crear el ambiente sumamente ácido que requiere para absorber las vitales vitaminas y minerales.
Las vitaminas del grupo B, son un claro ejemplo de alimentos que requieren ácido fuerte para su absorción.
Una pésima dieta y la restricción de alimentos son otras causas probables de problemas digestivos, porque con el tiempo contribuyen a retardar el metabolismo marcado por los jugos digestivos.
Un metabolismo más lento puede confirmarse también por despertarse con temperatura inferior a los 36,6 grados Celsius o 97,8 grados Fahrenheit.
Otro factor importante y a menudo pasado por alto son los problemas con el hígado y la desintoxicación.
En muchos sentidos, el hígado regula el sistema digestivo.
Cuando el hígado está enfermo ya sea por déficit de proteínas o desnutrición, el ambiente del intestino se vuelve «tóxico».
Esto puede hacer que el sistema digestivo se vuelva muy sensible, causando estreñimiento, diarrea, alergias alimenticias y retortijones estomacales.
Una espiral compleja de trastornos digestivos!
Medidas para mejorar la digestión
La primera línea que debes atacar es la pésima dieta.
La falta de fibra, niveles elevados de azúcar y harinas refinadas pueden perjudicar el movimiento de los alimentos a través del intestino y alterar su delicado ecosistema, favoreciendo la flora nociva y levaduras.
Una dieta rica en fibra y pobre en azúcar fortalecerá la flora benéfica, controlará la levadura y evitará el estreñimiento.
Evita el café, alcohol y sodas o bebidas de cola, que pueden causar irritación e inflamación de los intestinos.
Una medida excelente sería descartar la intolerancia a la lactosa.
La dieta es ideal para mejorar la digestión
Encuentra la dieta más adecuada para tu persona.
Presta mucha atención a cómo influyen en la digestión los diferentes alimentos y hábitos alimenticios que tienes.
Experimenta para averiguar qué funciona mejor para tu proceso digestivo.
Eliminar los principales alimentos inflamatorios durante al menos un mes (dos meses sería lo ideal):
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Maíz, lácteos, trigo, tomates, cítricos, huevos, levadura, cacahuetes, gluten y azúcar.
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Aceites de cocina comunes tales como semillas de uva, semilla de algodón, cártamo, maíz y aceites de girasol.
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Grasas trans como alimentos rápidos, frituras y productos horneados comercialmente.
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Carne procesada y alcohol.
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Granos refinados incluida la harina blanca, pan blanco, fideos, pasta, galletas y pasteles.
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Aditivos alimentarios artificiales: especialmente aspartamo y glutamato monosódico (MSG), ya que estos pueden desencadenar inflamación en personas que ya sufren enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide.
La soja eliminala sin miramiento alguno, independientemente de la propaganda mediática.
También incluye cualquier alimento en tu ejercicio de eliminación si sospechas que puede estar causándote problemas.
Prueba cuatro o cinco comidas pequeñas al día en lugar de comidas y cenas copiosas, o que tu comida principal sea por la mañana.
Reintroduce los alimentos lentamente de uno en uno, dejando unos cuantos días de por medio.
También puedes probar una dieta rica en proteínas, una dieta rica en alimentos crudos o comer comidas que no combinen proteínas y almidones.
Fortalecer la flora intestinal es vital para mejorar la digestión
Los probióticos – a diferencia de los antibióticos – trabajan fortaleciendo y promoviendo la colonización de lactobacillus y otras bacterias benéficas en los intestinos.
Son estas bacterias las que crean el ambiente adecuado para mejorar la digestión.
Yogur con cultivos vivos y acidophilus son probióticos.
Existe el debate en cuanto a qué tanto beneficio aporta el yogur comprado en los supermercados o tiendas saludables, puesto que están pasteurizados.
Los probióticos son especialmente útiles para la lucha contra los efectos de los antibióticos (que matan no sólo las bacterias que causan enfermedades, sino también las benéficas), enfermedades autoinmunes, síndrome de intestino permeable, enfermedad celíaca, estrés crónico, síndrome del intestino irritable y para mantener una óptima salud.
Últimas palabras en torno a cómo mejorar la digestión
Un breve ayuno terapéutico de 1 o 2 días puede dar descanso los intestinos y facilitar que la irritación / inflamación tenga oportunidad para descender.
Beber mucha agua durante el ayuno, y al empezar a reintroducir los alimentos, comenzar con frutas frescas, verduras al vapor o sopas.
Las personas que desean ayunar más tiempo y quienes padecen trastornos de azúcar en la sangre o cáncer deben consultar al médico antes de intentar un ayuno.
Entiendo que un ayuno de esta naturaleza no es para todo el mundo, en cambio un ayuno frutal es posible de alcanzar.
Un ayuno frutal es simple y sencillamente comer frutas únicamente el día en cuestión, por ejemplo un Sábado.
Escoges un Sábado cualquiera compras unas cuatro o cinco variedades de frutas y ese día te alimentas exclusivamente con la fruta que compraste.
Al día siguiente puedes comenzar a comer verduras al vapor o sopas.
COMPARTE en tus redes sociales, puede ser de utilidad a tus amistades, nunca se sabe!
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¿Necesitas mejorar la digestión?
Lo más importante…Tu salud.