Es común que personas con enfermedades de tiroides o enfermedades de tiroides autoinmunes tengan nódulos tiroideos.
Así, es normal preocuparse por la existencia de dichos nódulos.
Las preguntas sobre si sus nódulos son malignos, si hay una manera de reducir los nódulos, etc, surgen de forma natural.
Entonces, aquí tienes cinco respuestas que toda persona con nódulos tiroideos debe conocer.
1. Los nódulos tiroideos son sumamente frecuentes.
Como mencioné al inicio, es muy común que las personas tengan nódulos tiroideos.
Un estudio menciona que entre un 4 y un 7% de la población tiene nódulos tiroideos palpables.
No obstante, la ecografía revela que hasta 67% de la población tiene nódulos (1).
Otro estudio menciona que un 35% de la población presenta nódulos tiroideos en ultrasonido (2).
Incluso si nos quedamos con el estudio más bajo, un 35% es una cifra bastante elevada.
Significa que aproximadamente un tercio de la población tiene nódulos tiroideos.
Por si eso fuera poco, la incidencia de nódulos tiroideos aumenta a medida que envejecemos.
Y, la prevalencia es más elevada en las mujeres (2).
Aunque es más probable que sean malignas en los hombres, especialmente en mayores de 70 años (3).
2. La mayoría de los nódulos tiroideos son benignos.
Solo alrededor del 5% de los nódulos tiroideos que se detectan a través de la palpación son malignos (1).
Pero la mayoría de los nódulos tiroideos no se detectan a través de la palpación.
Y para los nódulos tiroideos evaluados mediante biopsias, la prevalencia de malignidad oscila entre el 4% y el 6,5% (4).
Al menos un tercio de las personas que lean esto tendrá resultado positivo para los nódulos tiroideos.
Afortunadamente, solo un pequeño porcentaje de estos nódulos serán malignos.
Dicho esto, la incidencia del cáncer de tiroides ha aumentado sustancialmente en los Estados Unidos durante las últimas cuatro décadas.
La American Cancer Society (ACS) estimó que 62,450 personas en los Estados Unidos fueron diagnosticadas con cáncer de tiroides en 2015.
La mayoría de las personas con cáncer de tiroides son diagnosticadas con cáncer papilar de tiroides.
Tasa de supervivencia relativa
Según la ACS, el cáncer de tiroides papilar en etapa uno y dos tiene una tasa de supervivencia relativa a cinco años de casi el 100%.
Y, en la etapa tres es del 93%.
En la cuarta etapa, la tasa de supervivencia relativa a 5 años desciende al 51%.
El cáncer de tiroides folicular también tiene una tasa de supervivencia relativa cercana al 100% a los 5 años en la etapa uno y dos.
Con una tasa de supervivencia relativa a 5 años en la etapa tres y a 5 años en la etapa cuatro.
El cáncer medular de tiroides tiene una muy buena tasa de supervivencia relativa a 5 años en las etapas uno a tres.
Pero solo una tasa de supervivencia del 28% en la cuarta etapa.
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El cáncer de tiroides anaplásico tiene una tasa de supervivencia relativa a 5 años de solo el 7%.
Afortunadamente solo el 1-2% de todos los cánceres de tiroides son anaplásicos.
Estas estadísticas muestran que existe el riesgo de cáncer de tiroides no tratado.
Pero, la progresión es mucho más lenta en comparación con otros cánceres.
Y, en general la tasa de supervivencia relativa a 5 años es bastante buena.
En comparación, la tasa de supervivencia relativa a 5 años para las cuatro neoplasias malignas más comunes es de:
- 73 al 89% para el cáncer de mama.
- 50 al 99% para el cáncer de próstata.
- 43 al 63% para el cáncer colorrectal.
- 12-18% para el cáncer de pulmón
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3. La prueba de captación de yodo radioactivo no confirma ni descarta nódulos tiroideos malignos.
Para las personas diagnosticadas con hipertiroidismo, comúnmente se recomienda una prueba de captación de yodo radioactivo.
La razón es confirmar o descartar la enfermedad de Graves.
Puesto que la mayoría de personas con esta afección tendrá una absorción de yodo radiactivo elevada.
Pero, las pruebas positivas para inmunoglobulinas estimulantes de la tiroides son la mejor forma de diagnosticar la enfermedad de Graves.
Además, es menos invasiva.
Otro motivo por el cual los endocrinólogos recomiendan el yodo radioactivo es para detectar nódulos tiroideos.
Así como para diferenciar entre nódulos benignos y malignos.
Nódulos calientes o fríos
Y la forma en que tratan de identificar es observando los nódulos «calientes» y «fríos».
Es decir, aquellos que captan más yodo radioactivo, se consideran «calientes».
Evidentemente, los «fríos» serán lo que capten menos yodo.
Aproximadamente del 80 al 85% de los nódulos tiroideos se muestran fríos en la prueba de captación.
Y, aproximadamente el 10% de estos nódulos son malignos (5).
Los nódulos calientes representan solo el 5% de los nódulos, aunque la probabilidad de que estos sean malignos es inferior al 1%.
Entonces, en esencia, es posible detectar un nódulo caliente.
Pero es mucho más probable un nódulo sea frío, y el 90% de ellos serán benignos.
La prueba de captación de yodo radiactivo tiene cierto valor como prueba.
Pero, es más lógico el ultrasonido tiroideo.
Cuatro razones que avalan el uso del ultrasonido de la tiroides
En primer lugar, es menos invasivo que la prueba de captación de yodo radiactivo.
En segundo lugar, puede proporcionar una medida precisa del tamaño del nódulo.
Medida que no se puede terminar con la prueba de captación.
La tercera razón, otras características del nódulo detectadas por el ultrasonido pueden indicar si es potencialmente maligno.
Y, por lo tanto, si merece una biopsia.
Finalmente, un ultrasonido de tiroides generalmente es más económico que la captación de yodo radioactivo.
La verdad es que ninguno de los dos es un método perfecto para confirmar o descartar nódulos malignos.
Pero dado que la prueba de captación es más invasiva y más cara, tiene sentido comenzar con el ultrasonido tiroideo.
4. Los problemas con el metabolismo de los estrógenos son una causa común de nódulos tiroideos.
Según la investigación, el estrógeno es un factor de crecimiento potente tanto para las células tiroideas benignas como malignas.
El estrógeno también es un factor asociado con los fibromas uterinos.
Un estudio que involucró a 1144 mujeres analizó la relación entre nódulos tiroideos y fibromas uterinos (6).
Los autores concluyeron que los fibromas uterinos se asociaban definitivamente con la presencia de nódulos tiroideos.
Y, que el estrógeno podría desempeñar un papel fundamental en la aparición tanto de fibromas, como de nódulos.
Si tienes uno o más nódulos tiroideos, debes tomar medidas para fortalecer el metabolismo de los estrógenos.
Una de las mejores maneras de lograr esto es incluir verduras crucíferas, eso si, las debes consumir preferiblemente cocidas.
Puesto que ayudan a respaldar el metabolismo de los estrógenos debido a los compuesto Indole-3-Carbinol y 3,3′-diindolilmetano (DIM).
Para las mujeres que reciben terapia de estrógeno, según el estudio de un año de duración, no pareció aumentar el crecimiento de los nódulos tiroideos (7).
No soy un admirador de la terapia de estrógeno.
Sin embargo, algunas mujeres pueden beneficiarse de tomar estrógeno (preferiblemente estrógeno bioidéntico).
5. No hay hierbas o suplementos específicos para reducir los nódulos tiroideos.
Se supone que apoyar el metabolismo de los estrógenos puede ayudar a reducir los nódulos tiroideos.
Pero, la verdad es que no siempre es efectivo.
La reducción de los nódulos tiroideos puede ser un desafío, puesto que existen algún que otro factor a considerar.
Por ejemplo, El déficit de yodo puede causar nódulos tiroideos.
Algunos estudios muestran relación entre el déficit de yodo y los nódulos tiroideos.
Por supuesto, el yodo es muy controvertido en el mundo de la salud tiroidea.
Muchas personas con problemas de tiroides y enfermedades tiroideas autoinmunes, tienen problemas con el yodo.
Pero, no podemos ignorar la carencia de yodo.
Esto no significa que todas las personas con nódulos tiroideos deban tomar complementos con yodo.
Sería conveniente, en primer lugar, realizar una prueba de detección de yodo en la orina si tienes nódulos tiroideos.
Y, si tienes déficit de yodo, deberías trabajar con un profesional de la salud que pueda ayudarte a superar dicho déficit.
La razón principal por la que a algunas personas no les sienta bien el yodo, incluso con déficit de yodo, es porque también tienen déficit en antioxidantes.
Algunos médicos recomiendan a sus pacientes tomar antioxidantes, al mismo tiempo que administran suplementos de yodo.
Un enfoque más seguro es corregir primero el déficit de antioxidante antes de complementar con yodo.
Y cuando comienza a tomar suplementos con yodo, debe comenzar con dosis sumamente pequeñas.
La tiroxina puede ayudar a suprimir los nódulos tiroideos.
Se cree que suprimir la producción de TSH inducida por levotiroxina puede reducir los nódulos tiroideos.
Puesto que previene el efecto promotor de la TSH en el crecimiento de las células tiroideas (19) .
Por supuesto, solo sería opción para personas con hipotiroidismo y tiroiditis de Hashimoto.
Una persona con hipertiroidismo si toma hormona tiroidea, puede agravar su problema.
Además, este tratamiento no siempre es efectivo.
Un estudio en el que participaron 40 pacientes con nódulos benignos confirmados mostró que el tratamiento supresivo con levotiroxina no disminuía el tamaño de los nódulos benignos (20) .
Ablación con etanol
La ablación percutánea mediante etanol para los nódulos tiroideos quísticos se introdujo en 1989.
La inyección de etanol en los nódulos tiroideos en realidad puede reducir los nódulos tiroideos.
Sin embargo, no debería ser la primera opción con nódulos tiroideos.
Pero, se podría considerar este procedimiento antes de una cirugía de la tiroides.
La ablación con etanol tiene una tasa de éxito de 82-85% de reducción después de un promedio de dos sesiones en tratamiento de quistes tiroideos.
Sin embargo, no parece ser tan eficaz en la reducción de los nódulos tiroideos.
Recuerda que los nódulos tiroideos son sólidos, en cambio los quistes tiroideos están llenos de líquido.
Así que se pueden considerar sumamente similares.
Ablación térmica con láser de nódulos tiroideos
Esta es una opción de tratamiento relativamente nueva, y puede ser efectiva con complicaciones mínimas (8).
La ablación con etanol parece ser más efectiva para la reducción de nódulos quísticos.
En cambio, la ablación con láser puede ayudar con los nódulos sólidos.
También parece ser menos costoso que otros procedimientos.
un estudio involucró a 1531 pacientes que se sometieron a ablación con láser para 1534 nódulos.
Según el estudio, el 83% de los nódulos se trataron con una sola sesión de ablación con láser.
y, la reducción promedio en el volumen de nódulos a los 12 meses fue del 72%.
Hubo 17 complicaciones, 8 de ellas graves, aunque todas se recuperaron por completo después de ser tratadas con esteroides.
Por lo tanto, existen algunos riesgos.
pero, por supuesto, este también es el caso con la extirpación quirúrgica de la glándula tiroides.
que es lo que muchos médicos recomiendan cuando alguien tiene nódulos.
Un metanálisis más reciente de 2017 mostró que la ablación percutánea con láser era segura y útil para:
- Reducir los nódulos tiroideos benignos.
- Mejorar la función tiroidea.
- Aliviar los síntomas relacionados con la presión.
Si bien la ablación con láser para los nódulos tiroideos parece prometedora, es difícil saber a quien acudir para realizar este procedimiento.
Aun en los Estados Unidos, son pocos los médicos que ofrecen este tipo de tratamiento.
Además, hay tener en cuenta que este tratamiento no hace nada para tratar la causa del problema.
Por otro lado, seguir un enfoque de tratamiento natural y los nódulos tiroideos no disminuyen, podría considerar este procedimiento.
Últimas palabras en torno a los nódulos tiroideos
Espero que hayas aprendido algunas cosas nuevas que no sabías sobre los nódulos tiroideos.
Aunque muchas personas tienen nódulos tiroideos, la buena noticia es que la mayoría de estos son benignos.
Los problemas con el metabolismo de los estrógenos y el déficit de yodo son causas comunes de los nódulos tiroideos.
Superar estos desequilibrios es esencial, pero, también hay otras opciones de tratamiento a considerar.
La cirugía de tiroides es una opción, sin embargo, debería ser el último recurso.
Otras opciones incluyen:
- Terapia con tiroxina.
- Ablación con etanol.
- Ablación con láser.
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