La pérdida de memoria a menudo es una condición evitable y tratable.
No obstante, hay que aprender las causas que contribuyen comúnmente a sufrir pérdida de memoria, cómo se puede superar, y saber diferenciar cuando es un caso grave.
La pérdida de memoria a menudo se asocia con la edad, pero puede ocurrir a personas de distintas edades.
Si eres mayor, la primera conclusión que puede saltar es que tu memoria no es tan buena como solía y posiblemente estás pensando que vas sufrir la enfermedad de Alzheimer.
Pero, afortunadamente, no suele así.
Si bien no se considera normal experimentar una notable disminución de la memoria, hay muchas causas y la mayoría no son graves.
A menudo, algunos simples ajustes en el estilo de vida es todo lo que necesitas para lograr que el cerebro recupere su funcionamiento óptimo.
Las causas más graves de pérdida de la memoria incluyen deficiencias nutricionales y problemas de salud subyacentes.
Causas cotidianas para sufrir pérdida de memoria
Los motivos para sufrir pérdida de memoria y otros síntomas del deterioro cognitivo casi siempre están relacionados con pésimos hábitos de estilo de vida.
Y por extraño que parezca, esto, realmente, es una gran noticia!
Basta tomar decisiones saludables, para detener e incluso revertir la pérdida de memoria.
Así como otros signos del deterioro mental, como:
- Dificultad de aprendizaje.
- Atención.
- el enfoque.
- la toma de decisiones.
- Estado de ánimo.
- Velocidad de procesamiento.
Factores de estilo de vida que normalmente contribuyen a la pérdida de memoria
Los siguientes son estilos de vida que favorecen el deterioro mental.
1. Deshidratación
El cerebro es 75% agua, por leve que sea la deshidratación se nota en la contracción del tejido cerebral y en pérdida temporal de la función cognitiva.
La regla universal más conocida es beber 8 vasos de agua al día, pero ese consejo es demasiado simplista.
Lo ideal es tomar el peso propio en libras y dividir por 2, esa es la cantidad de onzas de agua por día que necesitamos beber.
No se debe confiar en la sed como único indicador.
Si notas estar sediento, es casi seguro que tienes algo de deshidratación.
Y, por descontado, cuando se ejercita hay que beber más agua aún.
Noventa minutos sudando pueden reducir temporalmente el tamaño del cerebro tanto como lo hace un año de envejecimiento.
Al beber agua recuperas el tamaño normal del cerebro.
2. Los Alimentos procesados contribuyen a la pérdida de memoria
Comer una dieta saludable para el cerebro es sencillo.
Pero como dicen, «simple no siempre es fácil.»
Una gran parte de lo que necesitas saber acerca de la dieta puede resumirse en tres palabras:
Comer comida real!
No alimentos que vengan en una lata, paquete o caja!
Los alimentos envasados casi siempre contienen ingredientes poco saludables para el cerebro, incluso si se compran en tiendas de alimentos saludables.
Comer alimentos sin procesar asegura que no ingieres aditivos químicos comunes que afectan el cerebro.
Tres de los peores son los edulcorantes artificiales aspartame, sucralosa y MSG.
Contienen excitotoxinas que literalmente excitan las neuronas hasta la muerte.
El glutamato monosódico (MSG) está presente en los alimentos procesados.
Casi siempre en los productos de soja que tienen «proteína hidrolizada» en la etiqueta.
Como el MSG no es obligatorio que aparezca en las etiquetas de ingredientes, seguramente consumimos más de lo que nos damos cuenta.
Si en la bolsa de patatas fritas o cena congelada hay ingredientes inocuos que suenan como «condimento», «especias» o «saborizantes naturales», es muy probable que contengan MSG.
Los alimentos ricos en antioxidantes pueden proteger las células cerebrales del daño del MSG.
De ahí la importancia de seguir una dieta saludable.
3. El azúcar y la pérdida de memoria
Las células del cerebro necesitan dos veces ḿas energía que otras células y reciben esta energía casi exclusivamente de la glucosa.
Como las células cerebrales no pueden almacenar energía, necesitan un suministro constante de glucosa desde el torrente sanguíneo.
La palabra clave es constante!
Pero comer azúcar blanca (y otros azúcares refinados como jarabe de maíz de alta fructosa y jarabe de arce) facilitan que los niveles de azúcar en la sangre se mantengan en una especie de montaña rusa.
De todos los alimentos que comemos, el azúcar es considerado por muchos el más perjudicial.
Problemas de memoria, trastornos del aprendizaje, y depresión se han relacionado con el consumo de azúcar refinada.
Crónicamente los niveles de azúcar en sangre conducen a la disminución de la actividad en el hipocampo, parte del cerebro asociada poderosamente con la memoria.
El exceso de glucosa afecta la capacidad de atención, la memoria a corto plazo y la estabilidad del estado de ánimo.
Además, aumenta el daño de los radicales libres y la inflamación del cerebro.
Se puede incluso cambiar los patrones de ondas cerebrales, por lo que es difícil pensar con claridad.
4. Las dietas bajas en grasa favorecen la pérdida de memoria
El cerebro necesita grasas saludables como las que se encuentran en los frutos secos, aguacates, huevos, pescado azul, aceite de oliva y aceite de coco.
El 60% del peso del cerebro está compuesto principalmente de grasa.
Las grasas saludables previenen la pérdida de memoria.
El contenido de colesterol del cerebro es más alto que en cualquier otro órgano.
De hecho, alrededor del 25% del colesterol del organismo se encuentra en el cerebro.
Y las dietas bajas en grasa que se han promovido desde hace años han sido un desastre para nuestro cerebro.
No han ayudado a perder peso e incluso puede ser responsable del aumento de casos de la enfermedad de Alzheimer.
No hay nada peor para el cerebro humano que una dieta pobre en grasas.
Entiendo que se contrarresta toda la sabiduría convencional contra el colesterol al decir que debemos pensar en el colesterol como amigo de nuestro cerebro!
Los niveles bajos en colesterol aumentan el riesgo de suicidio, depresión y demencia.
El riesgo de demencia se reduce en un 70% en personas con niveles elevados de colesterol.
Has leído bien!
Hemos estado errados todo el tiempo debido a la desinformación en torno al colesterol.
Es vital saber que niveles elevados de colesterol reducen el riesgo de demencia!
5. El insomnio acentúa la pérdida de memoria
Una encuesta realizada por la National Sleep Foundation, en EE.UU., encontró que el 43% de los estadounidenses rara vez logra dormir de un solo tirón.
El sesenta por ciento dice que experimentan problemas para dormir casi todas las noches.
Lograr 8 horas de sueño plácido, es fundamental para la salud y bienestar mental.
Es durante el sueño que el cerebro se repara a sí mismo, elimina los desechos tóxicos, y consolida los recuerdos.
La falta de sueño de calidad perjudica la memoria, la creatividad, el juicio, y la atención.
Los peores ladrones de sueño son nuestros productos electrónicos modernos.
El televisor, ordenador y iPad todos emiten luz azul que indica al cerebro que es de día, tiempo en que dicho órgano debe mantenerse alerta.
Apagar dispositivos electrónicos unas horas antes de la hora de dormir es una de las mejores acciones que puedes hacer para lograr el sueño que necesita tu cerebro.
6. Inactividad física y pérdida de memoria
Nuestros cuerpos están diseñados para moverse, pero la mayoría de nosotros pasamos 10-12 horas al día sentados.
Todo esto contribuye a tener lapsos de memoria, reducción del tamaño cerebral, deterioro cognitivo, e incluso Alzheimer.
Se cree que el ejercicio podría ser la acción más importante para mantener el cerebro funcionando como debería.
Aún más importante que pensar!
El ejercicio facilita que llegue más oxígeno y nutrientes al cerebro.
También aumenta una sustancia química cerebral llamada BDNF (factor neurotrófico derivado del cerebro), que estimula la producción de nuevas células cerebrales.
El ejercicio moderado en realidad es mejor para el cerebro que el ejercicio vigoroso.
Caminar o ejercicios de conexión mente-cuerpo fuerte como el yoga, el tai chi o qi gong puede proporcionar los mejores beneficios para el cerebro.
7. Sufrir estrés es un factor que contribuye a la pérdida de memoria
Nuestra sociedad tiene una actitud extraña hacia el estrés.
Equiparamos ser productivoS con tener éxito.
Pero, de hecho, el estrés es un acceso directo a la residencia de ancianos.
El estrés prolongado conduce a la ansiedad, la depresión, la toma de malas decisiones, insomnio y pérdida de memoria.
Es un factor que aumenta el riesgo de sufrir demencia y Alzheimer.
El estrés puede causar literalmente que el cerebro se encoja.
Y eso es tan perjudicial como suena.
El exceso de cortisol, la hormona del estrés, conduce al incremento de los radicales libres – moléculas de oxígeno separada – que perforan las paredes de las células del cerebro, causando la ruptura y su muerte.
El cortisol también detiene la formación de BDNF que es vital en la formación de nuevas células cerebrales.
Las mejores técnicas de reducción de estrés son el ejercicio y la meditación. Los beneficios de la meditación han sido sobradamente demostrados.
Los beneficios de la meditación para el cerebro incluye:
-
Fortalecimiento de la memoria y la capacidad de aprendizaje
-
Mejora el estado de ánimo
-
Aumento de la concentración y la atención.
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E incluso puede revertir la atrofia cerebral.
últimas palabras en torno a la pérdida de memoria
Ahora debes tener una mejor idea de cómo evitar la pérdida de memoria.
Lo primero sería practicar un examen para conocer la tasa de memoria que tienes.
Luego, hacer un balance del estilo de vida y comenzar con los cambios apropiados.
Solo esto marcara una gran diferencia en el fortalecimiento de la memoria, por ende del pensamiento para la mayoría de las personas.
También debes garantizar que satisfaces las necesidades nutricionales básicas del cerebro.
Si tienes una condición de salud subyacente, analiza el problema cognitivo con un médico.
Sería un excelente momento para discutir cualquier medicamento que estés tomando para asegurar que no son la fuente de tu problema.
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¿Conoces a alguien que sufre pérdida de memoria?
Lo más importante…Tu salud.