¿Cuando fue la última vez que cantaste en la ducha?
En el momento que se hace difícil salir de la espiral descendente causada por el estrés y la ansiedad abrumadora, trata de escuchar música.
La música tiene la capacidad de modificar rápidamente nuestro estado de ánimo, ya que afecta nuestro subconsciente donde los pensamientos negativos se alimentan de nuestros miedos y son combustible para el fuego del estrés.
Escuchar música es una solución relativamente barata, rápida, agradable, casi siempre está disponible, y que podría hasta salvar tu vida.
Aquí hay 12 formas en las que puedes utilizar la música en tu rutina diaria para ayudarte a manejar el estrés y darle más alegría a tu vida.
1. Comenzar bien: Despertar con música
Imagínate si cada día comenzarás con un estampido sónico. Es similar a cuando te despiertas con la alarma sonando según la configuración que tenga dicha alarma, esa es la primera fuente de estrés.
Trata de ser un poco más amable contigo mismo. Intenta despertar con una canción que te facilite tener una forma agradable de despertar, o bien con la caricia de tu pareja y empezaras el día de buen humor.
Es fácil de programar, si tienes un teléfono inteligente que te permita asignar una canción como alarma.
Una vez estás despierto y en acción, llena la habitación con música hermosa e inspiradora.
Crea una lista de reproducción de música que te relaje e inspire.
Un ritual matutino de música positiva es una manera segura de empezar el día con buen humor, y permite mantener la mente ocupada, evitando que te arrastre hacia las preocupaciones de ayer, hoy o mañana.
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2. Medicina diaria: Canta
Si quieres aprovechar los efectos positivos de escuchar música a otro nivel, trata de cantar.
Cantar es una de las mejores maneras de cambiar tanto las vibraciones de nuestros pensamientos como de las células de nuestro cuerpo.
Ayuda a disminuir y a regular la respiración, además de promover la relajación.
Cantar en la ducha, cantar en el coche, tararea una canción de cuna antes de irte a dormir.
Puedes cantar «a capella», con ayuda de una grabación, pero canta!
No te detengas a pensar si eres o no eres un buen cantante, no se trata de crear una nueva situación estresante. Simplemente de disfrutar la sensación de la melodía en movimiento a través de tu persona.
Si vas a cantar, elije canciones que conozcas, mejoraran tu estado de ánimo, inspiraran, o simplemente te relajara, que en última instancia es lo que interesa.
Prestar atención a cómo te sientes después de unos minutos de cantar a viva voz y toma nota de las canciones que te hacen sentir mejor, así puedes volver a cantarlas en momentos de gran estrés.
3. Instrumentales: Jugar con música
Si eres un músico versado o estas comenzando a aprender a tocar un instrumento, trata de pasar unos minutos en la mañana tocando música. Pueden ser simples escalas o ejercicios rudimentarios, una canción favorita o algo improvisado.
Reproducir música es como una mega-vitamina, involucra más áreas del cerebro humano que cualquier otra actividad.
La música tiene la capacidad para ayudarnos en el cambio de los patrones de pensamiento y en los estados de ánimo, mejor aun, en el bienestar físico, algo realmente notable.
Sin embargo, es importante, hacer el ejercicio con una actitud positiva y evitar tomar algo demasiado difícil que podría conducir a la frustración o autojuicio negativo acerca del nivel de tu habilidad.
Por alguna razón lo llaman jugar con música y no trabajar.
El punto es conectar con el instrumento de forma positiva, relajada y alegre, y dejar que la vibración de la música desarrolle su magia.
Cuanto más conectes con el instrumento, más vas a disfrutar de la experiencia, y más te ayudará a mantener a raya la tensión.
4. Mantras: Reprogramar con música
Desafortunadamente, nuestro cerebro está construido con un sesgo de negatividad.
Debido a la necesidad primordial del hombre prehistórico para la supervivencia y el instinto de conservación, nuestro cerebro tiene más neuronas dedicadas a atender y procesar los pensamientos negativos y los estímulos que los positivos.
Tendemos a sostener más esas impresiones negativas y a repetirlas más a menudo, tanto consciente como de forma subconscientemente, reforzando las vibraciones de ansiedad y de miedo que producen.
Esta es una de las razones por las que puede ser difícil salir de esa espiral descendente cuando nos sentimos abrumados por el estrés y la ansiedad.
Aunque se requiere más esfuerzo para desencadenar la parte de nuestro cerebro que nos asegura que es bueno relajarse, la música puede ayudarnos a lograrlo.
Una de las claves para romper los patrones de pensamientos negativos, que es combustible para el estrés, es crear nuevos patrones positivos.
Esa es la razón para repetir afirmaciones positivas o cantar mantras, para reprogramar nuestro cerebro, especialmente el subconsciente.
Agregar música o canciones a esos pensamientos positivos permite dedicar más áreas del cerebro y nos puede ayudar, con el tiempo, a reprogramar nuestro comportamiento general o perspectiva básica, haciéndonos menos susceptibles a los factores desencadenantes del estrés.
Un mantra puede ser un par de sílabas o una frase completa o verso. Puede provenir de una oración sagrada, un himno familiar, una melodía o el estribillo de una de las canciones favoritas, de tal forma que encapsulemos la sensación que deseamos crear.
La repetición del mantra, especialmente si es con música, puede ser una gran técnica para usar como una práctica cotidiana, o cada vez que comienzas a sentirte estresado o abrumado.
Con buena voluntad y un poco de fe, serás capaz de lograr obtener un estado más centrado, relajado y alegre.
Cuanto más emoción y mayor sea el número de repeticiones que hagas, así como la practica más constante, el efecto será más fuerte.
5. Emoción en movimiento: Ejercicios con música
Si tienes una rutina diaria de ejercicios, trata de acompañar dicha rutina con música.
Caminar o correr por la mañana, incluso yoga o simples estiramientos, pueden llegar a ser más sencillos y agradables si tienes música como acompañante.
Una vez más, es importante que elijas el tipo de música para lograr el efecto que deseas.
Esto puede requerir un poco de prueba y error para resolver al principio, así que asegúrate de tomar nota de las selecciones musicales que te ayudan a sentirte inspirado y a promover una sensación de bienestar personal.
El ejercicio ya sea caminar, estiramientos, yoga, correr, jugar deportes, u otros tipos de entrenamiento, también puede ser una de las mejores maneras para eliminar las tensiones acumuladas y el ácido láctico que queda atrapado en nuestros cuerpos, creando estrés y enfermedad. Agregar música puede aumentar el efecto.
Para una gran rutina diaria de gestión del estrés, prueba lo que se llama 3Ms: Música, Movimiento y Meditación.
la practica durante 10 o 20 minutos de cada uno de los tres factores de forma diaria transformará tu vida.
Si no sabes cómo meditar, intenta una práctica meditativa diferente como leer algo que te inspire.
6. Tráfico: Escucha música
No sé tu, pero una de las maneras más rápidas de estresarse es estar sentado en medio de una cola de tráfico y preocuparse por llegar tarde a una cita importante.
Por desgracia, estar estresado o preocupado no hace que el tiempo vaya más despacio, ni el tráfico más rápido.
Un atasco de tráfico es una situación donde es difícil cambiar las circunstancias externas, debemos recurrir a la evolución de nuestro propio estado interno para evitar y aliviar el estrés.
Siempre se puede utilizar el tiempo de viaje para ponerse al día con las noticias, las llamadas telefónicas, los mensajes por whatsapp, pero el entorno aislado de un automóvil es el lugar ideal para practicar un cambio en el estado de ánimo a través de la música.
Tener una colección de música en el coche que ayude a desestresarse, liberar la tensión, o levantar el ánimo.
Cantar tendrá efecto a un nivel más profundo.
Si no estas solo, motiva a tus acompañantes a que exploren maneras para mejorar la calidad de vida y su relación con los demás y el mundo que te rodea. Ponerse de acuerdo sobre una música de fondo relajante para conversar.
compartir tu música favorita con tu acompañante, o encontrar algo que disfruten y cantar juntos.
Si tienes un trayecto regular, puede ser un buen momento para escuchar música variada, explorar lo que mejor funciona y determinar que tendrías que añadir a tu lista de reproducción mientras conduces.
7. Trabajar con música
El entorno de trabajo suele ser bastante estresante.
Especialmente cuando hay varias personalidades distintas en un mismo espacio, o las abrumadoras presiones de trabajo se agravan por la implementación de nuevas política o por asuntos personales de algún compañero de trabajo.
La música de fondo hace bien a todo el mundo, puede ayudar a llevar a cabo las tareas rutinarias en un mejor estado de ánimo y escuchar música inspiradora en los descansos puede ayudarnos a recargar nuestros propios sistemas.
Música de fondo relajante también puede ayudar a enmascarar distracciones potencialmente molestas en ambientes de trabajo más ruidosos.
Sin embargo, como en el hogar, las personas en el trabajo pueden tener gustos musicales muy diferentes.
La música relajante o inspiradora para una persona puede ser molesta para otra.
Intercambiar las preferencias musicales y dar a conocer nuestros descubrimientos musicales a compañeros de trabajo a veces pueden ser una buena manera de construir relaciones interpersonales más fuertes y a mejorar el entendimiento.
Lo que a su vez ayuda a disminuir el estrés creado por prejuicios o falta de comunicación y aceptación.
Descubrir intereses comunes musicales dentro de los ambientes compartidos ayuda a construir una mejor comunidad en la oficina.
8. Dieta musical
Al elegir lugares para comer, sostener reuniones de negocios o visitar amigos, hay que ser consciente del sonido ambiente, incluyendo el nivel de ruido y el tipo de música que se reproduce.
Ambientes ruidosos fuertes, por mucho que tratemos de ignorarlos, pueden contribuir al estrés inconsciente y a que acumulemos tensión de forma inconsciente.
Al igual que comer comida chatarra aumenta el estrés y la toxicidad en nuestro sistema, comer con ruidos fuertes y ofensivos puede hacer exactamente lo mismo.
Ambientes más silenciosos, en calma y con música relajante, hacen su efecto sin que te des cuenta.
9. Sintonizar con música
Hay más de una forma de escuchar música.
Podemos dejar que se reproduzca en un segundo plano mientras centramos la atención a algo o a otra persona. O participamos activamente en el proceso de escuchar.
Escuchar de forma activa compromete más áreas del cerebro humano y resuena más profundamente en las células de nuestro cuerpo.
Es un proceso más poderoso para transformar nuestros pensamientos y emociones.
Sin embargo, requiere prestar mayor atención a la experiencia sónica completa e indivisible.
Empieza por eliminar cualquier distracción y elije una pieza de las que llegan hasta el alma.
Luego cierra los ojos, respira más lento y sintoniza con algo dentro de la música, que puedas seguir durante la reproducción, ya sea la melodía o un instrumento particular.
Dejar unos pocos minutos la computadora, el teléfono, las divagaciones mentales internas, las preocupaciones, el estrés del trabajo y la vida.
Escuchar activamente una pieza de música, puede servir como una gran puesta a punto, para eliminar el estrés, para una recarga de energía, o simplemente disfrutar de un viaje musical a través de la imaginación.
10. Hora feliz: Descansa con música
En lugar de apresurarte a coger tu diario favorito, saltar hacia el ordenador para conectarte a la red o comenzar un recorrido por los más de 100 canales de televisión para relajarte cuando por fin llegas a casa, trata de hacer que la música sea parte de tu ritual para finalizar el día.
Poner todas las conexiones desde y hacia el mundo exterior en pausa y reemplazarlo con algunas de tus melodías favoritas.
Esta vez sin embargo, en lugar de practicar la escucha activa, deja que la música haga el trabajo. Si hay demasiada distracción en casa, trata de usar auriculares y una almohada para los ojos.
Permite que el sonido fluya a través de tu persona y simplemente suelta tus pensamientos, tu día, tu estrés, podrás obtener los beneficios del sonido curativo.
Si tienes hijos y son uno de los factores que contribuyen a tu estrés, enséñales a escuchar música a tu lado.
Puedes compartir las mismas selecciones musicales juntos o que cada miembro de la familia escuche su propia música a través de auriculares durante el tiempo designado.
La música es un gran recurso para ayudar a padres a manejar la energía a veces abrumadora de sus hijos.
11. Cómo sincronizar: Unidad social
Tocar música en una banda puede ser una gran manera de canalizar la energía negativa proveniente de la frustración o el estrés.
La clave debe ser la diversión y la relajación, para asegurar que todos los miembros de la banda estén de acuerdo en que el propósito principal para todo el mundo es disfrutar de sí mismos y no el proceso de producción musical, por lo que no hay competencia o temor a ser juzgados.
Hay una especie de comunicación y arrastre fisiológico que se desarrolla cuando la gente toca música o cantan juntos.
Con el equilibrio adecuado, tocar en un grupo puede ser una gran salida para aliviar el estrés y romper los esquemas del día.
12. Danza con música
Bailar es una increíble manera para reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo.
Recibes todos los beneficios del ejercicio físico y de la escucha activa mientras te diviertes.
Tomar una clase de baile puede ser una gran manera de levantar el ánimo, liberar el estrés, mejorar la salud y sentirse más confiado y relajado cuando sales.
Si te preocupa que bailar no sea una forma productiva de pasar el tiempo, piensa en el beneficio de la relajación.
Según un informe publicado en el New England Journal of Medicine, bailar puede incluso ayudarte a que seas más inteligente.
El autor del estudio afirma que una de las mejores cosas que podemos hacer para mejorar nuestras funciones cognitivas es bailar al ritmo de la música.
Lista de reproducción personal: Elegir la música adecuada
Si te preguntas: ¿Qué tipo de música debería escuchar si quiero relajarme, ser feliz y mejorar mi equilibrio? La respuesta puede variar ampliamente para diferentes personas.
Aunque se ha comprobado científicamente que la música es beneficiosa en varios niveles, las preferencias musicales son muy subjetivas.
Sin embargo, una cosa es segura, es que hay que ser concienzudo sobre la música que se elije para escuchar, así como la pieza inicial y el volumen al que nos exponemos.
La música desarrolla una poderosa alquimia que afecta nuestras percepciones, emociones y bienestar físico, independientemente de si estamos prestando atención o no.
Así como la música puede relajarnos, la música equivocada puede agitarnos y aumentar el estrés.
Por lo general, una música con un patrón lento puede ayudar a regular y relajar nuestros sistemas, en cambio música de ritmo más rápido puede llenarnos de energía.
Canciones felices pueden a menudo relajar el ambiente rápidamente y a veces traer buenos recuerdos.
Canciones tristes incluso a veces pueden ayudarnos a procesar emociones fuertes que tenemos que digerir antes de volver a ser felices.
Otras veces, una sesión de música hard rock puede ayudarnos a liberar nuestra furia antes de que podamos calmarnos un poco lo suficiente como para relajarnos.
Las letras también nos afectan. Como los mantras, las palabras y las ideas son implantadas en nuestro subconsciente a través de la música, reforzando patrones de pensamiento que pueden afectar a nuestro estado de ánimo o perspectiva.
Generalmente es recomendable evitar canciones que tienen letras duras, o que no resuenen emocionalmente en un nivel profundo.
Felicidad = Vida con Música
Prueba con una o dos de las sugerencias anteriores. La clave para determinar que funciona mejor es prestar atención a cómo te siente antes, durante, y después de escuchar, cantar o jugar.
Ten en cuenta que el estado de ánimo al inicio es uno y al finalizar es otro.
En última instancia, será más eficaz crear tus propias listas de reproducción o seleccionar un par de CDs de música que has descubierto que son más efectivos para ayudar a mejorar tu estado de ánimo y aliviar el estrés.
La única cosa que puedo garantizar es que la vida es mejor con música.