El comportamiento que debemos seguir cuando se presenta la fiebre
La fiebre se define como una elevación de la temperatura corporal por encima de los valores considerados normales, se da como una reacción resultante de la lucha del cuerpo contra ciertas enfermedades o anomalÃas, tales como una infección, o puede ser causada por medicamentos, vacunas, trauma o quemaduras. Casi siempre se presenta acompañada de otros sÃntomas, como escalofrÃos, sudoración, náuseas, vómitos o diarrea. Por lo general para temperaturas inferiores a los 38 C no se considera significativa.
La temperatura corporal depende de varios factores, que van desde los ritmos circadianos, ritmo biológico del cuerpo humano por aproximadamente 12:0 am, temperatura de la habitación, ropa, actividad fÃsica, cambios emocionales y el lugar donde se efectúa la medición.
La lucha contra las altas temperaturas
La persona, sea un niño o adulto, con fiebre generalmente se muestra apática, irritable y con menos apetito. Si el aumento de la temperatura es moderada, inferior a 39° C, es importante beber lÃquidos en abundancia, vestir ropa ligera y descansar en un ambiente con temperatura suave, aproximadamente 20° C. Un baño con agua caliente también ayuda a reducir la fiebre.
Si la temperatura no disminuye, puede administrarse antipiréticos comunes, como el paracetamol o ibuprofeno, en dosis adecuadas a la edad. En el caso de los niños, si no conoce la causa de la fiebre, hay que evitar la aspirina porque, en algunos casos raros, puede causar vómitos, confusión o inclusive, llegar hasta un cuadro de coma.
Sà el aumento de la temperatura es muy rápido puede causar convulsiones, especialmente entre edades comprendidas de los 6 meses hasta los 5 años. En este escenario, el niño presenta un cuadro de movimientos bruscos que pueden implicar el cuerpo entero o sólo una parte. Para evitar que pueda lastimarse, lo más conveniente es acomodarlo sobre una superficie plana, con una almohada bajo su cabeza y alejar aquellos objetos que podrÃan hacerle daño.
Muchos de los episodios febriles duran entre 1 y 3 dÃas y no tienen complicaciones graves. Si la temperatura es demasiado alta, lo más conveniente es consultar a un médico de familia o pediatra.