Hoy me entretuve un rato charlando con un amigo, entre otras cosas me comento sobre el problema con una otitis que se le había detectado al nene.
Estuvimos hablando durante bastante tiempo sobre los problemas relacionados con infecciones en el oído.
Especialmente en los niños puesto que sus sistemas inmune no han madurado del todo, aparte que son las enfermedades más comunes en los bebés y los niños pequeños.
Dependiendo de hasta donde afecta la infección en el oído se clasifica en otitis externa y otitis media.
Que se da cuando el oído medio es la zona afectada, en el caso de un nene que todavía no habla hay que estar atento a las diferentes señales que da para comunicar su estado.
En el caso que nos interesa: tirones en las orejas, dificultad para dormir, llanto con mayor frecuencia de lo normal, humedad en el oído, irritabilidad sin motivos aparentes.
En una situación así lo mejor que podemos hacer nosotros para ayudar al pequeño es la aplicación de toallas ligeramente tibias que mitiguen su dolor.
Cuando veamos estas clases de señales hay que acudir bien al médico o al pediatra, con la premura del caso.
Y según sea la edad del nene, para que el especialista auxiliado de un otoscopio, una especie de linterna pequeña, pueda determinar con certeza el estado en el cuál se encuentran los conductos auditivos del niño y proceder en consecuencia con los datos obtenido mediante la exploración efectuada, si la gravedad de la infección lo requiere puede llegar a recetar antibióticos, siempre a juicio del facultativo.
Imagen de Jim Champion
Prevención de las infecciones en el oído
Siempre se ha comentado que es mejor prevenir que lamentar y tratándose de la salud de un niño esto adquiere mayor gravedad
Una infección mal curada o recurrente puede tener complicaciones muy graves en el normal desarrollo de un niño, tales como la pérdida de la audición,del habla y de lenguaje, llegando inclusive a problemas de meningitis, de ahí que la primera linea de batalla debe ser la prevención y la manera más efectiva de hacerlo es el lavado meticuloso y frecuente de las manos.
Otras líneas de defensa contra las infecciones del oído incluyen evitar el humo de segunda mano y dar el pecho al bebé durante el primer año de vida, como mínimo.
Si tenéis por costumbre fumar dentro del piso, nada mejor que comenzar a salir a fumar lo más lejos posible de vuestros hijos.
Controlar las alergias, para prevenir infecciones en el oído.
Además de los resfriados, las alergias son capaces de irritar los canales auditivos contribuyendo de esa forma a las infecciones del oído medio, nuestra tarea consistirá en mantener a raya las alergias que padezcan nuestros hijos.
¿Fumas dentro de casa?