Las glándulas suprarrenales son dos glándulas en forma de nuez que se sitúan encima de los riñones.
Son las encargadas de secretar hormonas, como el cortisol, la epinefrina y norepinefrina, que regulan la respuesta al estrés.
Pero estas hormonas desempeñan otros papeles cruciales, muchas de las cuales están directamente relacionados con la salud de la tiroides.
De hecho, la función eficiente de las tiroides depende de la salud de las glándulas suprarrenales.
La mayoría de las personas no somos consciente de la forma como el estrés afecta las glándulas suprarrenales.
Relacionado: Truco para fortalecer las suprarrenales y las tiroideas
Jornadas intensas de trabajo, conducir con tráfico congestionado, los problemas financieros, las discusiones con el cónyuge, la pérdida del trabajo y muchas otras situaciones emocionales de la vida moderna, que en ocasiones representan verdaderos desafíos psicológicos.
Pero existen otros factores que no se consideran habitualmente cuando se piensa en como el estrés sobrecarga las glándulas suprarrenales.
Estos incluyen cambios en los niveles del azúcar en la sangre, disfunción intestinal, intolerancias alimentarias.
Especialmente relacionadas con el gluten, infecciones crónicas, toxinas ambientales, problemas autoinmunes e inflamación.
Todas estas condiciones hace que suenen las alarmas, provocando que las glándulas suprarrenales aumenten la cantidad de hormonas del estrés que inyectan en el organismo.
En este contexto, el estrés se define ampliamente como algo que perturba el equilibrio natural del cuerpo, es decir, la homeostasis.
El estrés adrenal es probablemente el problema más común que se encuentra en la medicina.
Casi a todas las personas nos toca enfrentar al menos uno de los factores mencionados anteriormente.
Los síntomas del estrés adrenal son diversos e inespecíficos, debido a que las glándulas suprarrenales afectan todos los sistemas en el cuerpo. Pero algunos de los síntomas más comunes son:
-
Fatiga.
-
Dolores de cabeza.
-
Sistema inmune debil.
-
Dificultad para dormirse, quedarse dormido y despertar.
-
Antojos de azúcar y cafeína.
-
Irritabilidad o desvanecimientos entre comidas-
-
Comer para aliviar la fatiga.
-
Mareo al ponerse de pie.
-
Úlceras gástricas
Las glándulas adrenales débiles pueden causar síntomas hipotiroideos, aún cuando no exista problema alguno en la glándula tiroides misma.
En tales casos, el tratamiento de la tiroides es tanto innecesario como ineficaz.
Abordar el problema desde la perspectiva de las glándulas adrenales es la clave para mejorar la función tiroidea.
El efecto indirecto más significativo que las glándulas suprarrenales tienen en función de la tiroides es a través de su influencia sobre el azúcar en la sangre.
Un nivel alto o bajo de cortisol, causada por cualquiera de los factores de estrés crónicos mencionados, puede causar hipoglucemia, hiperglucemia o ambas.
Lo que causa una serie de desequilibrios en los niveles del azúcar en la sangre, con la consiguiente variedad de síntomas hipotiroideos.
Pero el estrés adrenal también tiene impacto más directo en función de la tiroides.
Los siguientes cinco mecanismos son los más importantes.
1. Alteración del eje hipotalámico-hipofisario-adrenal HPA debida al estrés adrenal
Debido a su importancia muchas personas han escuchado hablar del eje hipotalámico-hipófiso-adrenal (HPA).
Es una compleja red de interacciones entre el hipotálamo, la hipófisis y las glándulas suprarrenales que regulan aspectos del organismo tales como temperatura, digestión, sistema inmunológico, humor, sexualidad y la energía.
Además de controlar la reacción del cuerpo al estrés y los trauma.
Innumerables estudios demuestran que el estrés crónico suprarrenal deprime la función hipotalámica y pituitaria.
Puesto que estos dos órganos dirigen la producción de la hormona de la tiroides, algo que perturba el eje HPA también afecta la función tiroidea.
Estudios han demostrado que las citoquinas inflamatorias que son liberadas durante la respuesta al estrés, regulan el eje HPA y reducen los niveles de las hormonas estimulantes de la tiroide.
2. Reducción de la conversión de hormonas causada por el estrés adrenal
Las citoquinas inflamatorias mencionadas anteriormente no sólo alteran el eje HPA.
También interfieren en la conversión de la hormona tiroxina en triyodotironina, afectando de esa forma al 93% de la hormona producida por la glándula tiroides.
3. Promoción de la autoinmunidad por el debilitamiento de las barreras inmunitarias
El tracto gastrointestinal, los pulmones y la barrera hemato – encefálica son las barreras inmunes primarias en el organismo.
Evitan que sustancias extrañas entren en la circulación sanguínea y el cerebro.
El estrés suprarrenal al debilitar estas barreras, debilita el sistema inmunitario en general, promoviendo una deficiente regulación del sistema inmunológico.
Cuando las barreras inmunes no pueden cumplir su función, grandes cantidades de proteínas y otros antígenos son capaces de penetrar en la circulación sanguínea o en el cerebro.
Al repetirse en forma continua, deja fuera de control al sistema inmune, volviéndonos más propensos a enfermedades autoinmunes, por ejemplo, la enfermedad de Hashimoto.
4. Resistencia a la hormona tiroidea causado por el estrés adrenal
A fin de que las hormonas tiroideas circulantes en la sangre puedan tener un efecto fisiológico, primero deben activar los receptores en las células.
Las citoquinas inflamatorias han demostrado suprimir la sensibilidad del receptor a dichas hormonas.
Es un fenómeno similar al que se da con la resistencia a la insulina, donde las células pierden gradualmente su sensibilidad a la insulina, este es un patrón similar.
Es como si la hormona tiroidea está llamando a la puerta de entrada de las células y estas no responden su llamado.
Es imposible en forma práctica poder medir la sensibilidad del receptor en un ajuste clínico, Investigaciones previas sugieren una disminución en las condiciones inflamatorias autoinmunes y otras.
Un ejemplo perfecto de esto en la práctica, es un paciente de Hashimoto que está tomando hormonas de reemplazo, pero que aún sufre de síntomas hipotiroideos, a menudo a pesar de los cambios repetidos en la dosis y el tipo de medicamento.
En estos pacientes, la inflamación deprime la sensibilidad tiroidea y produce síntomas de hipotiroidismo, aunque los marcadores de laboratorio puedan ser normales.
5. Desequilibrios hormonales y el estrés adrenal
El cortisol es una de las hormonas liberadas por las glándulas suprarrenales en la respuesta al estrés.
Las elevaciones prolongadas de cortisol, causadas por el estrés crónico, disminuyen la capacidad del hígado para aclarar los excesos de estrógenos de la sangre. El exceso de estrógenos aumenta los niveles de globulina tiroidea (TBG).
Aparte del estrés adrenal, las causas más comunes al exceso de estrógenos TBG son las píldoras anticonceptivas y la terapia de reemplazo de estrógenos.
Balanceo de las glándulas suprarrenales
Esta es la parte difícil del estrés adrenal: casi siempre es causada, al menos en parte, por otra condición que debe ser determinada.
Estas causas incluyen anemia, cambios en el azúcar en la sangre, inflamación intestinal, intolerancias alimentarias, especialmente al gluten.
Así mismo las deficiencias de ácidos grasos esenciales, toxinas ambientales y por supuesto, el estrés emocional y psicológico crónico, todas ellas influyen en el estrés adrenal.
Cuando existan, deben abordarse estas condiciones o cualquier intento de apoyar directamente las glándulas suprarrenales o bien están condenadas a fracasar o tener éxito de forma parcial.
Con esto en mente, aquí están algunas pautas generales para mejorar la salud adrenal:
-
Evitar o minimizar considerablemente el uso de estimulantes
-
Estabilizar el azúcar en la sangre (a través de una dieta moderada o baja en carbohidratos)
-
Práctica la gestión del estrés y técnicas de relajación
-
Divertirse, reír y ver de forma menos dramática la vida
-
Evitar alimentos que activan la inflamación, harinas refinadas, jarabe de maíz con alto contenido de fructosa y aceites de semillas industriales en particular.
Nutrientes específicos y suplementos botánicos como el ginseng de Panax, ginseng siberiano, Ashwagandha y extracto de hoja de albahaca santa también son útiles en la modificación de la respuesta al estrés y el apoyo a las glándulas suprarrenales.
Sin embargo, debido a la potencia de estos medicamentos deben tomarse bajo la supervisión de un profesional capacitado, por ejemplo, un médico.
Sería increíble si compartieras este post en tus redes sociales, permitiría que pudiera ayudarle a más gente.
…Tu salud es lo más importante
Jacobo