La deshidratación es la condición resultante cuando la cantidad de agua perdida es mayor que la cantidad de agua ingerida. Este desequilibrio altera los niveles habituales de sales y azúcares presentes en la sangre, lo cual puede interferir con la forma eficiente con que trabaja el cuerpo.
Las dos terceras partes del cuerpo humano están compuesto por agua, lo que permite que numerosas funciones tales como la lubricación de las articulaciones y los ojos, digestión y eliminar los residuos y toxinas, se puedan realizar sin problema alguno. Si el contenido de agua en la sangre comienza a disminuir, se produce el desequilibrio ya mencionado en los niveles de los minerales, sales y azúcares que pueden causar varios efectos adversos.
Signos y sÃntomas de deshidratación
Entre algunos de los primeros signos de deshidratación podemos mencionar:
- Sed intensa.
- Sentir vértigo o mareo.
- Orina concentrada, o sea, color muy oscuro y con un olor fuerte.
- Una reducción en la frecuencia de la micción, es decir, reducción de los toxinas eliminadas.
- En los bebés, los sÃntomas el hundimiento de la mollera, pocas o ninguna lágrima en los pataleos y somnolencia.
Causas de la deshidratación
La deshidratación es causada generalmente por una ingesta insuficiente de lÃquidos para reemplazar los que se perdieron. Otros factores incluyen el clima, actividad fÃsica y la dieta, también por enfermedades que pueden conducir a la pérdida de lÃquidos tales como la diarrea y los vómitos persistentes.
Los bebés corren un gran riesgo de deshidratarse porque al tener un peso bajo, son sensibles a la menor pérdida de lÃquidos. Los ancianos también corren un mayor riesgo porque pueden ser menos conscientes de la deshidratación, por lo que en ocasiones llegan hasta a olvidar la necesidad de beber lÃquidos. Las personas diabéticas o aquellas que sufren de alcoholismo también corren un mayor riesgo de deshidratación y los atletas pueden verse afectados debido a la cantidad de fluido corporal perdido a través del sudor.
Tratamiento
Una persona que está deshidratada necesita beber muchos lÃquidos como agua, zumo o frutas, pero debe evitar las bebidas con cafeÃna y las bebidas efervescentes, es decir, con gases.
Si las enfermedades tales como vómitos o diarrea dificultan la retención del agua al beberla, lo más conveniente es beber pequeños sorbos. A los bebés y los niños deshidratados no se les debe administrar agua, debido a que se pueden diluir los ya de por si bajos niveles de electrolitos y minerales en el cuerpo. La Organización Mundial de la salud recomienda el uso de soluciones de rehidratación oral, que están diseñados especÃficamente para niños con diarrea y deshidratación. La solución contiene una mezcla de potasio, sales y azúcares para restaurar el equilibrio de fluidos corporales.
El tratamiento oportuno de la deshidratación es vital porque la deshidratación severa puede causar complicaciones potencialmente mortales e incluso la muerte.