Oleato, es una grasa dietética común disponible en el aceite de oliva y fue el ingrediente usado para restaurar el metabolismo en un modelo animal con insuficiencia cardíaca.
Los resultados fueron divulgados en The journal Circulation por investigadores de la Universidad de Illinois del Chicago College of Medicine.
La insuficiencia cardíaca afecta a más de 10 millones de personas en el mundo, y más de medio millón de casos nuevos son diagnosticados cada año.
La insuficiencia cardíaca es algo completamente distinto a tener un ataque al corazón.
Es un estado de enfermedad crónica, cuya característica principal es el agrandamiento del corazón.
Conocido en el ámbito profesional como corazón hipertrófico, en respuesta a la hipertensión arterial crónica que requiere cada vez un mayor esfuerzo para bombear la sangre.
A medida que las paredes del corazón van engrosando, el volumen de sangre bombeado disminuye, dejando de suministrar las cantidades de nutrientes necesarias para el organismo.
Además, es incapaz de procesar correctamente o almacenar las grasas que utiliza como combustible, las que normalmente están contenidas dentro de diminutas gotitas llamadas cuerpos lípidos en las células musculares cardíacas.
La imposibilidad de usar grasas, la fuente primaria de combustible del corazón, hace que el músculo carezca de energía.
El panorama se vuelve más oscuro, puesto que las grasas en corazones enfermos se descomponen en subproductos tóxicos que contribuyen aún más a la enfermedad cardíaca.
Los corazones de los sujetos de estudio reaccionaron de forma muy diferente ante el suministro de dos grasas distintas: oleato o palmitato.
Esta última es una grasa asociada a la dieta occidental y que se encuentra en productos lácteos, grasas animales y aceite de palma.
Los investigadores perfundieron el oleato en mamiferos con daños en el corazón y los resultados no se hicieron esperar.
Hemos visto una mejora inmediata en las contracciones del corazón y en la capacidad para bombear sangre, dijo E. Douglas Lewandowski, director del centro de Investigación Cardiovascular y jefe del equipo de estudio.
Lewandowski y sus colegas, rastrearon la ubicación de las moléculas de grasa en las células de los corazones enfermos mediante la marca de isótopos no radiactivos pesado de carbono, el cual es detectado usando la espectroscopia de resonancia magnética.
Esta tecnología permitió a los investigadores observar las reacciones bioquímicas, como el metabolismo, en tiempo real, en el funcionamiento de los órganos.
Usando esta técnica, se notó que el metabolismo de las grasas dentro de las células cardíacas en los corazones enfermos prácticamente volvía a la normalidad, luego del suministro del oleato.
En contraste, cuando los investigadores aplicaron palmitato, siempre mediante perfusión, a los corazones enfermos, el metabolismo de las grasas se mostró desequilibrado, y las células luchaban por tener acceso al combustible.
También hubo un aumento de subproductos tóxicos grasos, otra consecuencia en el metabolismo causado por el tipo de grasa usado.
Las grasas saludables sirven de combustible para el miocardio
Además de equilibrar el metabolismo de las grasas y la reducción de metabolitos tóxicos en corazones hipertróficos, dijo Lewandowski, el oleato también restauró la activación de varios genes que metabolizan la grasa.
Estos genes a menudo desaparecen en presencia de corazones hipertróficos.
El hecho de poder restaurar el comportamiento de un gen beneficioso, así como mejorar el equilibrio del metabolismo de las grasas, además de reducir la producción de metabolitos tóxicos, únicamente mediante el suministro de oleato al corazón, es un hallazgo muy sorprendente.
Según palabras del jefe del equipo de investigación.
Lo que reafirma más la idea del beneficio que pueda tener el consumo grasas saludables como oleato con un efecto significativamente positivo sobre la salud cardiaca, dijo Lewandowski, incluso en personas con el músculo cardíaco enfermo.
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