Al llegar a cierta edad en la vida es normal que muchas de las funciones orgánicas vayan declinando.
Recuerdo la primera vez que la vista me fallo, de ahí en adelante muchas otras funciones han ido paulatinamente perdiendo capacidades.
Algunas de ellas tienen mayor incidencia que otras, de tal forma que sea normal sentirme como me siento, es decir, totalmente acojonado ante la expectativa de padecer cáncer de próstata.
¿Temores infundados al cáncer de próstata?
Aunque mis temores son relativos, debido a que en la mayoría de los casos el avance de dicho cáncer es tan lento que lo más seguro es que muera por otras circunstancias.
Pero también existe la posibilidad de un cáncer agresivo que se propague por la falta de tratamiento médico.
Ahora bien, en relación a los tratamientos mi preocupación deriva de que en muchas ocasiones, el remedio es peor que la enfermedad.
He conocido muchos casos de hombres que luego del tratamiento quedaron impotentes, con incontinencia urinaria e inclusive incontinencia intestinal, que no es moco de pavo.
Razones todas ellas por la cuál hay que sopesar detenidamente los pro y los contras de los tratamientos, que pasa por identificar con un margen de certeza del 99,99% el tipo de cáncer de próstata que me afecta.
Si es un cáncer con un desarrollo tan lento que puedo llegar perfectamente hasta los 80 años de edad, mejor me olvido del tratamiento médico y aplico algunos cambios en mi dieta y estilo de vida, que me permitan seguir gozando, hasta esa edad, de la vida tal y como lo he venido haciendo.
Si en cambio es un cáncer de próstata agresivo, mejor veo las opciones de tratamiento que existen.
La que menos daños colaterales me provoquen y al mismo tiempo me permitan mantener una calidad de vida medianamente aceptable.
Alguna vez escuche decir en algún lado que la información es poder.
En la medida que se conoce al enemigo que nos vamos a enfrentar, en esa misma medida será la probabilidad de éxito frente a dicho enemigo, de ahí la importancia de recabar toda la información que pueda sobre el cáncer de próstata.
Sería increíble si compartieras este post en tus redes sociales, permitiría que pudiera ayudarle a más gente.
Como siempre: Tu salud es más importante!
Jacobo