Ser Diabético Tipo II aboca al enfermo a sufrir distintas condiciones, incluidas la amputaciones.
Lo que nos permite comprender que ser diabético tipo II es un problema de suma gravedad en todo el mundo.
Los ven encabezados que unen la palabra asesino con diabetes en una sola frase, se ven por todo el mundo.
Por lo que yo puedo juzgar, no puedo menos que estar totalmente de acuerdo.
Peor aún, el gobierno no hace nada por resolver el problema.
La industria farmacéutica gana sumas elevadas de dinero con medicamentos para controlar la diabetes.
No, la gente de la industria farmacéutica no están en el negocio para mantener a la gente tan saludable como sea posible, y el gobierno lo sabe.
Pero, ¿qué se puede hacer contra una de las economías más grandes del mundo, como es la industria farmacéutica?
En esta entrada quiero hablar sobre todo el tema de la insulina/azúcar en la sangre y la diabetes.
Espero que puedas leer este artículo un par de veces, y a continuación, puedas enviarla por correo a amigos o conocidos, y ¿por qué no compartirla en Facebook?
Estoy convencido de que juntos podemos seriamente reducir esta locura de la diabetes sin necesidad de tocar medicamentos, solo mediante el consumo de saludables y genuinos alimentos.
Debemos volver a utilizar los alimentos como medicina de nuevo, tal y como dijo Hipócrates hace ya muchísimos años, en su maravillosa frase:
Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina sea tu alimento
La grasa no se almacena como grasa
Una pequeña explicación…
Cuando consumes alimentos, la digestión de los macronutrientes no se hace esperar.
Estos incluyen carbohidratos, grasas y proteínas (en forma de diferentes aminoácidos).
Las sustancias que el cuerpo no puede digerir tales como alcohol, fibras o toxinas, se desplazan a través del cuerpo.
Hasta que el torrente sanguíneo las transporta al hígado donde son filtradas.
Los humanos entendemos los macro nutrientes en términos de gramos y calorías.
No obstante, el organismo solamente los ve como fuente de energía.
Cuando se toma más combustible de lo que el cuerpo necesita – tal y como muchas personas hacen – el cuerpo almacenará el combustible (en forma de grasa).
Se trata de un mecanismo de supervivencia desarrollado hace miles de años cuando la posibilidad de disponer de alimentos en cada esquina era una quimera.
Conversión de carbohidratos en azúcar
Llegados a este punto, es importante comprender que cualquier tipo de carbohidratos se convierte finalmente en una forma simple de azúcar, es decir, glucosa.
Por lo tanto, panes, pasta, patatas, arroz, fruta, postres, dulces, refrescos y todos los alimentos consumidos, terminan convertidos en glucosa.
Y aunque la glucosa es también un combustible, es muy tóxica en grandes cantidades.
La única manera de evitar que la glucosa se vuelva tóxica para el cuerpo, es procediendo a quemar la glucosa.
Acción que debe ser efectuada por todas las células del cuerpo.
Por esta razón el cuerpo traslada la glucosa desde el torrente sanguíneo rápidamente y la deposita en las células para su posterior quema.
Inicialmente, son las células del hígado y de los músculos las encargadas de esta tarea (glucógeno).
Pero el problema se presenta cuando estas células se llenan (y esto sucede bastante rápido, especialmente en personas que no son activas).
Lo que sucede entonces es que la glucosa se almacena como grasa.
La insulina es una hormona que se utiliza para almacenar nutrientes adicionales.
Nuestro cuerpo actúa de modo (para bien o para mal) muy eficaz con los nutrientes.
La insulina es producida a partir de la glucosa (carbohidratos), y es un punto que es difícil de entender para muchas personas.
El problema del diabético tipo II se debe al sobre peso (demasiada grasa).
Pero no es en forma de grasa que se almacena la grasa.
Se almacena en forma de azúcares!
Si nos remontamos en el tiempo hasta 10000 años atrás, vemos que nuestros antepasados no podían comer tanta azúcar.
Simplemente porque no tenían la disponibilidad actual.
Alguna fruta por aquí y otra por allá, tal vez un camote o algo así, pero nada extravagante.
Nuestro cuerpo esta diseñado para procesar en promedio unos 80 gramos de carbohidratos por día.
Cifra que no se compara ni por cerca a los 300 ~ 500 gramos diarios que comemos.
El resto de la dieta de nuestros antepasados consistía en grasa y proteína, principalmente de productos de origen animal.
El tema es aún más fuerte… nuestros antepasados comían tan pocos hidratos de carbono que el cuerpo encontró varias formas de crear glucosa extra!
Sin embargo hoy comemos tantos carbohidratos, que terminamos siendo resistentes a la insulina.
El páncreas continúa haciendo su trabajo, produciendo insulina.
Pero las células del hígado y de los músculo están constantemente llenos de glucosa (en forma de glucógeno).
Provocando que las células sean resistentes a la llamada de la insulina.
El resultado es que estas células son cada vez menos eficientes, incluso sufren daños.
Como la glucosa no puede almacenarse en las células del hígado o de los músculos, se ve obligada a permanecer en la sangre.
El páncreas detecta que hay demasiada glucosa en la sangre, por lo que aumenta la producción de insulina, que a su vez hace que las células sean más resistentes a la insulina.
Finalmente la glucosa, con la ayuda de la insulina – logra encontrar la ruta para acceder a las células en forma de grasa, donde se almacena.
Una vez más, no es la grasa la que se almacena como grasa.
Aumento de la resistencia a la insulina!
Y cuando guardamos/comemos muchos hidratos de carbono y hacemos poco movimiento, el grado de resistencia a la insulina aumenta.
Sólo podemos resolver esto reduciendo el consumo de hidratos de carbono y aumentando la actividad física.
Si no haces nada, la condición va a empeorar cada día, y creo que no hace falta decirlo… Pero aquí, los medicamento poca ayuda son capaces de prestar, por no decir ninguna!
Sí, te tratas algunos síntomas, pero la enfermedad continua su marcha a paso firme.
Manual para ser Diabético tipo II
Seguir estos pasos te garantizan que tendrás el éxito asegurado en el objetivo de ser diabético tipo II.
Glucosa elevada
Procura mantener los niveles de glucosa lo más alto durante períodos prolongados de tiempo, de tal forma que las células del hígado y de los músculos estén saturadas.
Esta glucosa es tóxica, dañina para la sangre y con seguridad va a obstruir las arterias.
Más azúcar
Como tus células musculares tienen menos glucógeno (porque son resistentes) y funcionan mal, también será más difícil quemar los azúcares almacenados.
Aquí viene lo mejor: Los niveles de insulina se elevan más y permanecen elevados durante más tiempo debido a que el páncreas piensa simplemente:
«Oohh, el nivel de insulina no funciona, entonces necesito bombear más».
Pero el problema de esto es que la insulina en grandes cantidades también es tóxica.
Lo que puede causar que las venas se obstruyan (esto también es la razón por la cual el Diabético tipo II a menudo sufre de problemas del corazón).
Problemas con los aminoácidos
La resistencia a la insulina evita que la glucosa se almacene en las células musculares.
También evita que los aminoácidos estén disponibles para las células musculares.
Así que ahora no puedes mantener o construir los músculos.
Y por si esto no fuera ya lo suficientemente malo, el cuerpo también piensa que no hay suficiente glucosa en las células musculares (porque simplemente no puede llegar) y enviará señales para que los músculos utilicen las reservas de glucosa.
Serás más grueso y perderás masa muscular!
Ya estás en camino de convertirte en Diabético tipo II.
Un poco más de esfuerzo y lo logras!
Pérdida de energía
El nivel de energía cae en picado, lo que garantiza las ansias por obtener más carbohidratos y menos deseos de moverte.
Mayor consumo de carbohidratos aumenta el envenenamiento y destrucción del cuerpo.
El funcionamiento del páncreas se ve afectado
Eventualmente, el páncreas está tan agotado que no puede producir más insulina.
Razón por la cual deberás inyectarte insulina para mantenerte con vida.
Felicitaciones, has logrado ser un Diabético tipo II por derecho propio!
Suena mal, pero es así!
A nadie le gusta padecer una enfermedad crónica, menos la diabetes tipo II.
Pero también hay buenas noticias.
Hay una forma sencilla y económica para bajarse de este tren.
Y tu cuerpo te lo agradecerá!
En primer lugar, es vital moverse de tal forma que la sensibilidad a la insulina mejore de forma progresiva.
A saber, agotas el glucógeno muscular puesto que lo utilizas como combustible durante y después del entrenamiento.
Lo que a su vez facilita aumentar la sensibilidad a la insulina gradualmente, permitiendo espacio para los aminoácidos y otros nutrientes claves para las células musculares.
De esta forma puede al menos mantener la masa muscular, o incluso, construir músculo mientras trabajas simultáneamente en la pérdida de grasa.
En segundo lugar deberás eliminar hidratos de carbono, especialmente los carbohidratos de los alimentos procesados, azúcar, dulces, refrescos y el resto de «alimentos» que sabes te pueden llevar a convertirte en Diabético tipo II.
Debes garantizar que las frutas frescas constituyan la base de tu dieta. No pan, pasta, arroz o por el estilo.
Últimas palabras en torno a convertirte en diabético Tipo II
Son medidas que evitarás sigas cometiendo locuras con tu propio cuerpo.
No sólo el diabético tipo II debe vigilar el consumo de carbohidratos, todo el mundo debería hacerlo.
Todos tenemos tendencia a convertirnos en diabéticos. Somos seres humanos y evolucionamos de a misma manera.
Sí, pero… dirán algunas personas, el azúcar no es la causa de la diabetes, un factor determinante es la genética.
Eso es!
Como seres humanos, todos tenemos predisposición a ser diabéticos por genética.
No estamos diseñados para procesar grandes cantidades de glucosa!
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