La vida de una persona que nace con una enfermedad crónica de la tiroides debe ser sumamente compleja, tanto para él, como para sus progenitores.
Pero al cabo del tiempo todos se acostumbran a dicha situación, sabiendo que no hay otra alternativa.
Caso contrario la situación de una persona que nace gozando de salud y por cuestiones circunstanciales su salud decae hasta el punto de contraer una enfermedad crónica…
No obstante, de la forma como se enfrente a ese avatar dependerá la vida de dicha persona.
La historia de una persona cualquiera con enfermedad crónica de la tiroides
Crecà sin considerar nunca realmente lo que serÃa vivir con una enfermedad crónica. Daba por sentado que gozar de buena salud era lo más natural del mundo. Lejos estaba de saber que en mi horizonte comenzaban a aparecer nubarrones que presagiaban una tormenta interminable. Mi buena salud bajó de golpe después de un segundo aborto y tarde meses en encontrar a un médico que logrará encontrar la raÃz de mi problema en la tiroides.
Después de luchar por identificar la causa exacta del problema, se materializo en forma del diagnóstico de tiroiditis de Hashimoto.
Fue cuando me dà cuenta que la lucha habÃa comenzado…
La lucha por recuperar mi salud habÃa dado comienzo!
Ha sido una batalla cuesta arriba con reveses y victorias, y aunque mi cuerpo no siempre coopera, he aprendido mucho…Y tengo mucho que agradecer!
Hashimoto y yo hemos tenido que aprender a convivir en su mayor parte. O, al menos he aprendido a no pelear con las señales que me envÃa mi cuerpo.
SolÃa ser una persona con una energÃa increÃble.
PodÃa mantener mi casa impecable, hacer comidas sin utilizar alimentos procesados.
Mantener mi jardÃn libre de malas hierbas, jardÃn que produce algunos de los alimentos que consumimos al mismo tiempo que entretiene a mi hijo mayor.
Incluso después de mi segundo hijo, era capaz de hacer todo de la misma forma como lo habÃa hecho siempre.
Aceptar la ayuda es parte de reconocer que padeces una enfermedad crónica de la tiroides
Entonces, luego del segundo aborto, sentà que la vida se escapaba por la ventana y sentà como el aire apagaba mis velas.
Tuve que comenzar por buscar a alguien para que viniera a limpiar mi casa, ya que carecÃa de la energÃa necesaria para hacer dicha faena.
Fue una decisión bastante difÃcil permitir que alguien me ayudara a hacer las labores a las cuales estaba acostumbrada y que además le daban sentido a mi vida.
Estaba muy agradecida por la ayuda pero odiaba depender de esa ayuda…
He aprendido que el mundo no se detiene si mis platos no se hacen antes de ir a la cama.
Estarán allà por la mañana.
Leerles historias a mis hijos en la cama veces es un trabajo mucho más dulce.
Los platos de papel no son tan malos.
Aunque sólo me ahorran la paz de saber que no tengo una carga de platos después de la comida.
Puedo pasar mi tiempo haciendo comidas nutritivas con la energÃa que tengo, pero no puedo ponerme a limpiar después de hacer la comida.
Si bien es cierto que esta enfermedad me derriba algunos dÃas, también me ha permitido darme cuenta que no es tan malo ir más despacio.
El tiempo pasa tan rápido, ¿por qué debo presionarme a seguir su ritmo?
la enfermedad de Hashimoto me enseñó a tomar lo justo en cada momento y a disfrutar de la diversión.
A mis hijos no les importa si no hacemos labores manuales, ellos son felices de acostarnos en el suelo y pasar la tarde jugando.
Ahora mirando hacia atrás, estoy segura de que el mal de Hashimoto fue el despertar que necesitaba para ser capaz de ver la alegrÃa de las cosas más simples.
También he aprendido que cuidar de mà misma no es un acto egoÃsta.
Si no puedo cuidar a mi familia, basta con escuchar lo que mi cuerpo me dice que necesita y trato de ceder a esas sugerencias siempre que pueda.
AsÃ, en la niebla de una tormenta a veces aterradora, siento que he venido a un lugar donde poder vivir, funcionar y florecer. Incluso cuando me siento completamente abrumada, puedo parar, mirar hacia atrás y ver lo lejos que he llegado. Y miro hacia adelante con esperanza…
Tiroiditis de Hashimoto: Enfermedad crónica de la tiroides
- La tiroiditis de Hashimoto o enfermedad de Hashimoto es la forma más común de tiroiditis, caracterizada por inflamación de la glándula tiroides, es el trastorno de la tiroides más común.
- Lleva el nombre del primer médico que describió esta condición, el Dr. Hakaru Hashimoto, en 1912.
- Es un trastorno autoinmune, lo que significa que se produce cuando las células inmunitarias atacan el tejido sano en lugar de proteger.
- En el caso de la tiroiditis de Hashimoto, las células inmunes atacan por error el tejido tiroideo sano, causando inflamación de la tiroides.
- Las enfermedades autoinmunes afectan a las mujeres más que los hombres, y las mujeres tienen 7 veces más probabilidades de padecer tiroiditis de Hashimoto.
- La tiroiditis de Hashimoto es la causa más común de hipotiroidismo
SÃntomas de la enfermedad de Hashimoto
- Muchas personas con la enfermedad de Hashimoto no presentan sÃntomas durante años.
- El agrandamiento de la tiroides, es a menudo el primer signo de la enfermedad.
- El bocio puede causar que la parte frontal del cuello se vea hinchada.
- El agrandamiento de la glándula tiroides comprime el esófago, lo que puede causar una sensación de plenitud en la garganta o causar dificultad para tragar tanto lÃquidos como sólidos.
- Muchas personas con enfermedad de Hashimoto desarrollan hipotiroidismo.
- Se puede tener sÃntomas leves o no en un primer momento pero tienden a empeorar con el tiempo.
La enfermedad de Hashimoto: Fase Hipertiroidismo
Los sÃntomas que puede causar la tiroides cuando funciona por encima de su capacidad son:
- Hay unos pocos pacientes con tiroiditis de Hashimoto, que pueden sufrir una fase de hipertiroidismo, exceso de hormona tiroidea, llamado Hashitoxicosis, antes de finalmente convertirse en hipotiroidismo
- Hashitoxicosis, es un hipertiroidismo transitorio causado por la inflamación asociada con tiroiditis de Hashimoto, que afecta a los folÃculos tiroideos, provocando una liberación excesiva de la hormona de la tiroides.
Los sÃntomas de una tiroides hipoactiva
Los sÃntomas que puede causar la tiroides cuando funciona por debajo de su capacidad son:
- Fatiga.
- Aumento de peso.
- Rostro pálido e hinchado.
- Sensación de frÃo.
- Dolor en las articulaciones y músculos.
- Estreñimiento.
- Cabello seco y quebradizo.
- Flujo menstrual abundante o perÃodos irregulares.
- Depresión.
- Disminución del ritmo cardiaco.
- Problemas para quedar embarazada.
Diagnóstico de la enfermedad de Hashimoto
- Si tienes sÃntomas de la enfermedad de Hashimoto, te médico te hará exámenes y ordenara una o más pruebas.
- A veces, la detección de rutina de la función tiroidea revela una tiroides hipoactiva ligeramente en una persona sin sÃntomas.
- Los exámenes empleados para averiguar si tienes la enfermedad de Hashimoto incluyen un análisis de sangre para ver si tu cuerpo tiene la cantidad correcta de la hormona estimulante de la tiroides (TSH) y de la hormona tiroidea (T4).
Pruebas de función tiroidea
- Un nivel superior a lo normal de TSH es un signo de una tiroides hipoactiva.
- Cuando la glándula comienza a fallar, la glándula pituitaria produce más TSH con el fin de desencadenar un aumento por parte de la tiroides de la hormona tiroidea.
- Durante un tiempo, la tiroides puede mantener el ritmo, y la prueba de sangre mostrará los niveles de TSH ligeramente mayores con niveles normales de T4, causando la condición conocida como hipotiroidismo subclÃnico.
- Con el tiempo, la glándula dañada no puede mantener el ritmo y los niveles de la hormona T4 caen por debajo de lo normal. Cuando que los niveles de TSH son altos, una muestra de sangre para buscar anticuerpos que confirmen o descarten la enfermedad de Hashimoto deberÃa bastar
Tratamiento de la enfermedad de Hashimoto
La enfermedad de Hashimoto responde bien al tratamiento.
Se trata con una sola tableta diaria de levotiroxina, una forma artificial de la hormona tiroidea T4.
También conocida como terapia de reemplazo de la tiroides ya que restaura la normalidad de la hormona T4 que la tiroides dañada no puede lograr.
Por lo general necesitarás tomar dicha tableta por el resto de tu vida.
Las tabletas para el reemplazo de la tiroides se presenta en diferentes cantidades.
De tal forma que antes de iniciar el tratamiento, tendrás una prueba de TSH de seguimiento para que el médico pueda ajustar tu dosis.
Los factores que pueden afectar la dosis de dicha tableta incluyen.
- Edad.
- Peso.
- La gravedad de la tiroides hipoactiva.
- Otros problemas de salud.
- El uso de otros medicamentos que pueden interactuar con levotiroxina.
Es importante recordar
La hormona tiroidea actúa muy lentamente en el cuerpo, por lo que puede tardar varios meses después del inicio del tratamiento para que los sÃntomas desaparezcan y el bocio se encoja o desaparezca.
Una vez que el nivel de TSH es normal, tu médico necesitará verte con menos frecuencia, una revisión anual de la tiroides y de la hormona t4.
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