Por más intentos que hago de explicarle a mi mujer que deje de beber tanto café, estoy pensando que no me entiende, no me quiere entender o le importa un pepino lo que le digo.
Así que voy a mostrarle un estudio sobre ese tema que leí en uno de esos blogs tan de moda ahora.
La relación entre el consumo de cafeína, las sudoraciones nocturnas y los sofocos en las mujeres postmenopáusicas ha sido analizada por investigadores.
Los síntomas vasomotores, sofocos y sudores nocturnos, son síntomas comúnmente reportados en la menopausia, ocurren en el 79 por ciento de las mujeres perimenopáusicas y el 65 por ciento de las mujeres postmenopáusicas.
El estudio muestra una asociación entre la ingesta de cafeína y problemas de humor, memoria y concentración en las mujeres perimenopáusicas, posiblemente por los efectos de la cafeína en aumentar la excitación, el humor y la atención.
Durante mucho tiempo se había asumido que el consumo de cafeína agravaba los síntomas vasomotores menopáusicos.
Pero las investigación habían desafiado esta hipótesis.
La cafeína ha sido relacionada tanto positiva como negativamente a un tema tan vital como el de la menopausia.
El consumo de cafeína empeora la menopausia aumentando los sudores nocturnos
Si bien los resultados son preliminares, apuntan a la conveniencia por parte de las mujeres postmenopáusicas a limitar la ingesta de cafeína, para disminuir los molestos sofocos y las sudoraciones nocturnas.
Entre las estrategias de gestión, para minimizar dichos síntomas, se pueden implementar se mencionan:
- Las bebidas calientes y comidas picantes son factores desencadenantes.
- Limitar el consumo de cafeína, alcohol y tabaco
- Vestirse en capas, de tal forma que se pueda quitar una capa cuando sienta sofoco.
- Probar estrategias de manejo de estrés como la meditación, yoga, Tai Chi, acupuntura y masajes.
- Mantener un peso saludable, hacer ejercicio con regularidad y mantenerse activa.
- Hable con su médico de cabecera sobre terapia de hormonas y medicamentos recetados no-hormonales para aliviar los síntomas.
Al fin he logrado entender de dónde le provienen esos cambios tan bruscos de humor, por momentos esta como una perita en miel, pero en otras ocasiones, tiene un ritmo despiadado de mal humor que ni ella misma se lo aguanta, si ha acertado en eso del humor, a mi mujer no le va a quedar más remedio que aceptar los resultados del estudio.
Por mientras me voy a comprarme el ventilador más grande que tengan los chinos.