La hormona producida por la glándula tiroides como sabes es el acelerador metabólico.
Su funcionamiento como mínimo debe ser a nivel óptimo, de lo contrario todas tus funciones fisiológicas comenzaran a disminuir.
Dando como resultado varios síntomas muy definidos como ser: Debilidad, cansancio e incluso puedes llegar a sentirte deprimido.
Si lo anterior te recuerda las sensaciones inexplicables de los últimos días, lo primero que debes hacer es descartar el hipotiroidismo.
Para ello es necesario un análisis de los siguientes parámetros:
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Hormona estimulante de la tiroides
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T4 total
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T4 libre
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T3 libre
Exámenes que se pueden realizar a pedido médico en cualquier laboratorio.
Afortunadamente, no tienes que esperar a los resultados de la prueba para empezar la labor de ayuda a tu propio organismo.
De hecho, puedes obtener nutrientes de forma naturales para apoyar la glándula tiroides con la seguridad de que actuarán de forma inmediata.
El yodo un mineral clave para la glándula tiroides
El cuerpo necesita yodo para producir hormona tiroidea.
A partir de finales de los noventa, muchos países europeos fueron afectados por deficiencia de yodo.
En 2007, la Organización Mundial de la Salud estimo que más del 30% de la población mundial (dos mil millones de personas) tenían un consumo insuficiente de yodo.
Dato obtenido al medir la eliminación de yodo por las vías urinarias.
En los Estados Unidos, se ha ido añadiendo yodo a la sal desde la década de 1920, que ha permitido disminuir la carencia de yodo.
Sin embargo, el concepto de comer mucha sal para obtener el yodo diario necesario no es la forma ideal de obtenerlo.
Con esto en mente, también es mejor corregir las deficiencias de yodo y mantener los niveles óptimos en la sangre mediante un enfoque dietético.
Existen muchos alimentos ricos en yodo que puedes incorporar a dieta para mantener dichos niveles en su punto óptimo:
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Kelp: Un tipo de alga que puede proporcionar entre 200 a 400 microgramos/porción
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Verduras de hoja verde: Como la rúcula, berros, hojas de mostaza, ruibarbo e incluso las hojas provenientes de raíces como la zanahoria, unos 35 microgramos/porción
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Carne de res alimentada con pasto: Hay que diferenciar la carne proveniente de reses alimentadas de forma orgánica de las reses alimentadas mediante mezclas de alimentos industrializados, unos 25 microgramos/porción
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Requesón: Unos 25 microgramos/porción.
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Huevos duros: Unos 15 microgramos/huevo
El uso de fórmulas de minerales que incluyan yodo, es mejor descartarlas.
Selenio & hierro: Para la glándula tiroides
Importancia del selenio para la producción de hormonas tiroideas
El selenio es superado únicamente por el yodo en términos benéficos para la tiroides.
La glándula tiroides contiene más selenio que cualquier otro órgano (1).
El selenio es necesaria para la conversión de la tiroxina (T4) a Triyodotironina (T3), la forma más activa de la hormona tiroidea.
Sin selenio, no habría T3 y tus células y tejidos comenzarían a acusar un mal funcionamiento.
Además de su papel en la producción de T3, el selenio es también un potente antioxidante que protege las células de la glándula tiroides del daño oxidativo.
Sin los niveles óptimos de selenio, el yodo, al incorporarse a la hormona tiroidea, puede dañar la glándula tiroides (2).
Hierro y su papel en la producción de peroxidasa
El segundo de los minerales esencial para la glándula tiroides, pero que prácticamente se desconoce su papel es el hierro.
Una deficiencia de hierro reduce la actividad de la enzima peroxidasa de la tiroides, que es necesaria para producir la hormona tiroidea.
¿Quieres incrementar el hierro en tu dieta?
Vamos con una lista de algunos alimentos ricos en hierro (todas las fuentes siguientes proporcionan aproximadamente 1 – 2 mg por porción):
- Lapacho también conocido como Pau D’arco
- Huevos duros
- Vegetales de hojas verdes
- Frutas secas (ciruelas pasas, uvas pasas)
- Ostras
Rhodiola para el estrés de la función tiroidea
Lo creas o no, el estrés crónico en realidad disminuye la función tiroidea.
Por esta razón, la gente bajo mucha tensión debería considerar un suplemento de hierbas adaptogénicas como la rhodiola.
Investigaciones utilizando modelos animales muestran que dicha hierba fortalece la glándula suprarrenal y ayuda a los animales a adaptarse al estrés crónico (3):
Si quisieras probarlo, busca un extracto de rhodiola de alta calidad y podrías solicitar al dueño de la herboristería sugerencias en cuanto a la dosis sugerida.
Nota: La rhodiola puede ser estimulante para algunas personas.
Ahora es tu turno.
¿Has comprobado como tienes la glándula tiroides? Si es así, ¿has probado alguno de estos nutrientes para su fortalecimiento de forma natural?
Sería increíble si compartieras este post en tus redes sociales, permitiría que pudiera ayudarle a más gente.
Lo más importante…Tu salud!