Entre los activadores no alérgicos del asma, los resfriados virales son la causa más frecuente de deterioro de la condición asmática.
Después de varios días de los síntomas típicos de frío el asma llega hasta los pulmones, dando paso a la tos y a dificultades para respirar.
Los resfriados virales en adultos pueden activar el asma que ha estado en remisión total durante años.
Tomar medicamentos como medida preventiva de la condición asmática durante los síntomas iniciales de frío se recomienda a los pacientes que con frecuencia y regularmente el asma empeora debido a los resfriados virales.
¿La condición asmática permite practicar deportes?
Jugar deportes y otras físicos actividades es recomendable para los pacientes con asma.
Es especialmente importante para que los niños desarrollen de forma óptima los músculos respiratorios.
Al mismo tiempo que previenen problemas de sobrepeso debido a la inactividad física.
Si la actividad física activa el asma, se sugiere tomar el medicamento antes de la actividad, un broncodilatador antileucotrienos.
Las personas alérgicas a los ácaros deberían dar preferencia a los deportes al aire libre.
Evitar las actividades físicas al aire libre durante la época de floración de las plantas es recomendable a personas que son alérgicas al polen.
Los pacientes con asma bajo ningún motivo deben practicar buceo y/o paracaidismo
¿Hay una conexión entre el asma y la rinitis alérgica?
Este es un fenómeno muy común.
Se cree que el 40% de los pacientes totales con rinitis alérgica también tienen asma, y que incluso el 90% de los pacientes con asma tienen también rinitis alérgica.
La rinitis alérgica precede generalmente al asma durante varios años, por eso se considera como un factor de riesgo directo para el desarrollo de asma.
Parece que el asma es más severo en pacientes con rinitis alérgica activa y se necesita un tratamiento simultáneo de la rinitis alérgica para un tratamiento efectivo del asma.
¿Se puede prevenir el desarrollo de asma en las personas con alergias?
Se cree que no es posible en los pacientes que sufren de rinitis alérgica y asma.
Un tratamiento cuidadoso de la rinitis puede prevenir la aparición del asma o al menos mitigar su curso.
Con la finalidad de prevenir el asma, es necesario educar a los pacientes con asma que planean tener hijos sobre la necesidad de evitar los alérgenos y otros activadores del asma durante el embarazo.
Se debe evitar la exposición a los alérgenos conocidos como los ácaros y el polen.
Así como a los alimentos capaces de provocar alergias o intolerancias alimentarias en las dietas de mujeres embarazadas.
No fumar y evitar la exposición pasiva al humo del cigarrillo también es extremadamente importante.
Se requieren medidas similares en niños que tienen un alto riesgo de desarrollar asma, como ser, padres alérgicos o una significativa tendencia familiar a padecer de asma.
Cabe mencionar que las medidas preventivas en los hogares de estos niños: Eliminar alfombras, tapetes, juguetes rellenos, limpieza, uso de recursos de acaricida son muy importantes.
No es recomendable tener mascotas en hogares de personas con alergias, especialmente gatos.
Sin embargo, si no hay alergias es conveniente tener mascotas en casas, puesto que contribuyen a inmunizar contra el asma a niños pequeños.
Síntomas de la condición asmática
Normalmente, el asma se caracteriza por los ataques de problemas respiratorios, seguidos de tos, sibilancias, disnea y presión de pecho.
Estos ataques generalmente suceden durante la noche y justo antes del amanecer.
Son esporádicos y relacionados con el grado de severidad de la enfermedad.
En su forma menos típica, los ataques de tos seca e irritada pueden ser los únicos signos de asma.
Las personas que tienen resfriados frecuentes que regularmente bajan a los pulmones, con duración prolongada superior a los 10 días, deberían ser evaluadas buscando descartar la condición asmática.
¿Qué hacer si la condición asmática?
Es necesario evaluar el grado de deterioro.
En las circunstancias ideales, esta evaluación puede hacerse si el paciente de asma esta bien entrenado.
De lo contrario, se hará por el médico.
La evaluación de los síntomas del asma es apoyada por el uso de un medidor de flujo espiratorio máximo o PEF.
Es un dispositivo pequeño y sencillo que el paciente utiliza para medir el flujo de aire a través de las vías respiratorias aéreas durante la espiración.
Luego se comparan los valores medidos a los valores normales para la edad apropiada y el sexo.
Si el valor del PEF esta entre un 60% y un 80% de los valores esperados en la etapa de deterioro, es necesario aumentar las dosis del medicamento, y si el PEF es menor del 60% del valor esperado o menos de 150 L/min, es necesario buscar ayuda médica.
Se recomienda que el paciente mantenga un plan escrito de las acciones que deben realizarse en el caso de un ataque de asma.
¿Qué es un ataque de asma?
Este ataque de asma se refiere a un deterioro agudo de la condición, seguido por una respiración rápida y difícil, sibilancias, tos y opresión en el pecho.
Durante los ataques más graves, un paciente puede mostrar también síntomas de sudor, miedo, confusión, así como los labios y dedos pueden mostrar una coloración azul.
Los pacientes con ataques leves o moderadamente graves hablan de forma ininterrumpida, y en ataques severos hablan intermitentemente, debido a la tos y asfixia.
Los ataques más graves se caracterizan por pulso rápido, incapacidad para realizar cualquier actividad física, incluyendo caminar.
El curso de los acontecimientos durante un ataque de asma es muy diversa y a veces muy rápido, por eso se puede convertir en una condición mortal en cuestión de minutos.
¿Cómo prevenir un ataque de asma?
Los ataques se pueden prevenir más fácilmente evitando de forma eficaz los activadores, algo que puede lograrse con facilidad.
Los ajustes del medio ambiente, especialmente en los casos de asma profesional, pueden ser de vital envergadura.
La educación de un paciente es especialmente importante cuando se trata del reconocimiento oportuno de las señales precoces que vaticinan la aparición de la próxima crisis asmática y los procedimientos terapéuticos adecuados.
Un paciente educado en reconocer los signos de deterioro, según la consulta previa con el médico ( el plan de tratamiento escrito es por demás valioso), aumentará la dosis de medicamento y posiblemente pueda prevenir el deterioro adicional del ataque.
¿Cómo se diagnostica el asma?
El diagnóstico del asma es fácil en casos típicos.
Cuando se realiza un diagnóstico, los datos de la enfermedad que el médico recibe del paciente son especialmente importantes.
Basado en esta información, las sospechas de asma se confirman o descartan por los resultados del examen.
Estos exámenes incluyen espirometría (medida de la función pulmonar), medición de flujo de sangre, prueba de la alergia de la piel y posible radiografía de la cavidad del tórax y los senos paranasales.
Durante los ataques, se puede diagnosticar el asma apoyándose en los resultados de un examen físico relativamente típico, o el resultado que el médico obtiene al escuchar los pulmones con un estetoscopio.
¿Qué es la espirometría?
La espirometría es un método utilizado para medir objetivamente la función pulmonar.
Proporciona la información sobre la capacidad pulmonar y el flujo de aire en las vías respiratorias y el nivel de obstrucción en las vías respiratorias.
Los resultados de la espirometría ayudan al diagnóstico de asma, a determinar el nivel de gravedad de una enfermedad estable o ataque y a modificar la dosis del medicamento.
¿Qué es la prueba de alergia?
Si los registros del paciente indican que el asma es provocada por los factores ambientales (alérgenos), se debe confirmar esta hipótesis. Es realiza mediante la prueba de alergia.
El examen se realiza aplicando una gota del alergeno sobre la piel, sobre todo en la parte delantera del antebrazo, lo que se conoce como prueba del pinchazo o raspado.
La aparición de una hinchazón leve o enrojecimiento de la piel en el lugar del pinchazo indica un resultado positivo de la prueba.
Los resultado de la prueba deben ser interpretados en comparación con los registros del paciente.
La prueba para un gran número de alergenos que no tienen importancia práctica es un error frecuente.
¿Cómo se clasifica según su gravedad asma?
Clasificar el asma según su severidad es muy útil desde el aspecto de un tratamiento racional de esta enfermedad.
Según las directrices de la Iniciativa Global para el asma, GINA por sus siglas en ingles, el asma tiene 4 niveles de gravedad.
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Intermitente:
Es la más suave y se presenta de forma ocasional, no excediendo dos días a la semana.
Los ataques nocturnos por lo general se presentan en dos ocasiones al mes, quitando estas crisis los niños no da señales de padecer asma.
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Leve o permanente:
Por lo general se presentan ataques más de dos veces a la semana, pero menos de una vez por día.
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Moderada:
Los síntomas se presentan todos los días, los ataques se presentan y por lo general tienen varios días de duración.
La tos y los impedimento para respirar pueden evitar las actividades normales del infante, hasta ocasionar trastornos en el sueño.
Las crisis en las noches pueden ocurrir más de una vez a la semana.
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Severa:
los síntomas ocurren diariamente y de forma periódica.
También impiden las actividades del niño, así como generar problemas con el sueño.
Es la más rara de las cuatro.
Esta clasificación se basa en la frecuencia de los síntomas y el grado de deterioro de la función pulmonar, que es determinada por la espirometría o el uso del medidor de PEF.
Cada nivel de severidad se trata con medicamentos adecuados y las medidas para evitar los disparadores son implementadas en todos los niveles.