El hígado es un órgano de tamaño considerable que se localiza en el lado derecho del abdomen. Junto con la vesícula biliar, el páncreas y los intestinos, ayuda a digerir y absorber los alimentos. Así, cualquier daño al hígado repercuta en la digestión.
Su trabajo principal es filtrar la sangre procedente del intestino antes de ser distribuida al resto del cuerpo.
También desintoxica y descompone los productos químicos en la sangre, incluidos medicamentos y contaminantes tóxicos.
Si bien un hígado sano tiene la capacidad para regenerarse, cuando sufre daño, puede ser afectado de forma permanente, hasta padecer cirrosis, cáncer de hígado o insuficiencia hepática si no se tratan.
Desafortunadamente, no hay manera de compensar la pérdida de la función hepática a largo plazo.
Aunque la diálisis hepática puede ayudar por un tiempo, el trasplante de hígado es la única solución a largo plazo para la insuficiencia hepática.
Por lo tanto, es vital tomar medidas para evitar daño al hígado y prevenir el cáncer de hígado.
Las causas de daño al hígado pueden pasarse por alto
El hígado juega un papel importante en la utilización y almacenamiento del colesterol, del hierro, y azúcar.
De hecho, se estima que el hígado lleva a cabo hasta 500 funciones diferentes.
Entre ellas:
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La gestión de almacenamiento de la energía en forma de glucógeno.
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Eliminación de las células rojas viejas o dañadas de la sangre.
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Producción de proteínas de la sangre.
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La coagulación de la sangre
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La producción de hormonas.
El hígado también produce bilis, necesaria para la digestión de las grasas.
La mayoría de las personas somos conscientes de la relación entre el consumo de alcohol y el daño al hígado, pero el hígado puede sufrir daño por distintas formas.
Si no se trata, el daño hepático puede progresar hasta desarrollar enfermedad hepática.
El exceso de uso / abuso de analgésicos, termina por pasar factura al hígado y a los riñones, órganos claves en la desintoxicación del cuerpo.
Cada medicamento que tomamos es degradado por las enzimas del hígado.
La mayoría de los fármacos químicos tienen el potencial de dañar el hígado debido a los subproductos tóxicos que se van acumulando.
Sin embargo, los analgésicos recetados, especialmente los que contienen acetaminofén, son los peores.
Drogas como Vicodin, Lortab, y Percocet contienen elevadas dosis de acetaminofén y pueden causar daño al hígado en forma de enfermedad hepática o incluso insuficiencia hepática cuando se consumen excesivamente.
Incluso medicamentos de venta libre (sin receta) que contienen acetaminofén, como Tylenol (paracetamol), son bien conocidos por causar daño al hígado cuando se usan con demasiada generosidad.
Enfermedades causadas por daño al hígado
La siguientes es una corta pero no exhaustiva lista de enfermedades que pueden causar daño al hígado.
Cirrosis por daño al hígado
Es una complicación de la enfermedad hepática que daña las células hepáticas, conocidas como hepatocitos.
Por lo general se debe al abuso del alcohol o debido a los virus de hepatitis B y C, que lleva a la cicatrización irreversible del hígado.
La cirrosis puede progresar a cáncer de hígado e insuficiencia hepática!
Virus de Epstein Barr (EBV, o mononucleosis infecciosa)
Más del 90% de los adultos en todo el mundo están infectadas con este virus.
Pero es asintomático.
Cuando el sistema inmunológico es débil o falla, EBV puede causar inflamación en el hígado conocida como hepatitis, progresar a enfermedad hepática, incluso cáncer de hígado.
Enfermedad hepática no alcohólico (EHNA)
Es el nombre de excesiva acumulación de grasa en el hígado, cuyas causas son ajenas al alcohol.
Se conoce también como hígado graso no alcohólico!
Es normal que el hígado contenga algo de grasa.
Sin embargo, si más de un 5-10% del peso del hígado se compone de células de grasa, entonces se desarrolla el hígado graso.
El hígado graso no alcohólico por lo general se desarrolla en personas que tienen sobrepeso o son obesos o que tienen diabetes, colesterol alto o los triglicéridos por las nubes.
De acuerdo con algunas estimaciones, el hígado graso no alcohólico afecta hasta un 25% a las personas en los EE.UU. y puede progresar a cirrosis, cáncer de hígado o insuficiencia hepática.
Síntomas típicos de cirrosis del hígado:
- Sangrado o formación de moretones con facilidad
- Acumulación de líquido en las piernas y el abdomen.
- Ictericia: Piel y ojos que se tornan amarillentos.
- Picazón intensa en la piel.
- Aumento de la sensibilidad a los medicamentos y sus efectos secundarios.
- Desarrollo de resistencia a la insulina y diabetes tipo 2.
- Problemas de concentración, memoria, insomnio, u otras funciones mentales debido a la acumulación de toxinas en el cerebro.
La insuficiencia hepática significa que el hígado está perdiendo o ya ha perdido la mayor parte o la totalidad de su función.
Esta es una condición muy grave, potencialmente mortal que requiere atención médica urgente porque hay un elevado riesgo de coma y muerte.
Los síntomas típicos incluyen náuseas, pérdida de apetito, fatiga y diarrea.
Cuando la insuficiencia hepática ocurre a causa de cirrosis, por lo general significa que el hígado tiene años de estar fallando.
Se conoce como insuficiencia hepática crónica.
La insuficiencia hepática crónica a veces también puede ser causada por desnutrición.
Muy raramente, la insuficiencia hepática puede darse de forma repentina, a veces en tan sólo 48 horas.
Condición conocida como insuficiencia hepática aguda y normalmente es una reacción a la intoxicación o sobredosis por drogas o medicamentos.
La principal causa de insuficiencia hepática es el uso excesivo de acetaminofén (Tylenol)
Según datos federales, la sobredosis por paracetamol manda hasta 78.000 estadounidenses a la sala de emergencias cada año y da como resultado 33.000 hospitalizaciones al año.
Es también la principal causa de insuficiencia hepática aguda en dicho país.
Para algunos expertos farmacólogos pediátricos: El paracetamol es la causa más común de lesión hepática. Punto final.
Es importante tener en cuenta que un gran número de «sobredosis» por acetaminofén son accidentales, no intencionales.
Como múltiples productos contienen acetaminofén, es muy fácil superar los niveles de dosis seguras – especialmente cuando se toman múltiples productos para combatir un resfriado o la gripe.
Es especialmente importante ser cauteloso si hay deshidratación por vómito o diarrea y tomar acetaminofeno, ya que incluso niveles normalmente seguros del fármaco pueden llegar a ser tóxicos.
Síntomas de cáncer de hígado
El cáncer que originalmente se inicia en el hígado se llama cáncer primario de hígado.
La cirrosis y hepatitis B son los principales factores de riesgo para el cáncer de hígado, que pueden desarrollarse en cualquier momento durante la enfermedad hepática.
Desafortunadamente, los síntomas de cáncer de hígado típicamente no aparecen hasta las últimas etapas de la enfermedad.
Son similares a los de la cirrosis y pueden incluir:
- Pérdida de peso, sin causa aparente.
- Pérdida de apetito, o sensación de llenura después de una comida pequeña.
- Náuseas y/o vómitos inexplicables
- Inflamación del hígado.
- Inflamación del bazo.
- Dolor y acumulación de líquido en el abdomen.
- Picazón en la piel.
- Coloración amarillenta de la piel y ojos.
- Fiebre, moretones o sangrado anormal.
Además, algunos tipos de cáncer de hígado producen hormonas propias que actúan sobre otros órganos, causando:
- Niveles elevados de calcio en la sangre.
- Niveles bajos de azúcar en la sangre.
- Aumento de pecho.
- Y en ocasiones encogimiento de los testículos en los hombres, recuento elevado de células rojas de la sangre y colesterol elevado.
Si has estado experimentando cualquiera de estos problemas durante algún tiempo, es importante consultar al médico para identificar la causa subyacente.
No necesariamente puede ser cáncer de hígado, pero es mejor descartarlo o en su defecto detectarlo y tratarlo.
3 maneras de reducir el riesgo de cáncer de hígado además de eliminar el alcohol
1. Dejar de comer productos procesados elaborados a partir de carne de cerdo
Junto con daño al hígado como resultado de infecciones virales, analgésicos, abuso de alcohol y las enfermedades relacionadas con el estilo de vida, existen otros factores de riesgo para el cáncer de hígado, entre ellas el consumo de carne de cerdo.
Los informes han establecido un fuerte vínculo entre el consumo de carne de cerdo y la cirrosis de hígado.
De hecho, este nexo es más fuerte que entre el alcohol y la cirrosis y se ha visto en muchos países consistentemente durante al menos 40 años.
Otros estudios también han mostrado una conexión entre el consumo de carne de cerdo y cáncer de hígado.
La mayoría de los cerdos criados en los EE.UU. son alimentados con granos y aceites de semillas, que aumentan el contenido de ácidos grasos omega-6 y ácido araquidónico pro-inflamatorio.
El consumo de esta carne puede contribuir a un mayor riesgo de enfermedad hepática.
Además, la mayoría de los productos del cerdo son procesados ya sea como jamón ahumado, salchichas, tocino o carnes frías procesadas.
Que se conservan en diferentes formas, incluida la adición de conservantes químicos como los nitratos.
Los nitratos se convierten en nitrosaminas, que claramente se han relacionado al incremento en el riesgo de ciertos tipos de cáncer.
No sólo eso, la carne que se cocina a altas temperaturas puede contener hasta 20 diferentes tipos de compuestos causantes de cáncer, incluyendo nitrosaminas.
Por último, pero no menos importante, los cerdos comen casi cualquier cosa, por lo que son un potencial caldo de cultivo para infecciones causadas por peligrosos retrovirus y otros parásitos.
Algunos de estos pueden contribuir al riesgo de cáncer cuando consumimos carne de cerdo, incluido cáncer de hígado.
2. Aspartamo: Un factor clave en el daño al hígado
El aspartamo o aspartame, un edulcorante artificial también conocido como NutraSweet o Equal, está presente en más de 6.000 productos.
La investigación ha demostrado claramente que el aspartamo es un agente cancerígeno .
En estudios de laboratorio, los ratones que consumieron regularmente aspartamo (antes de su nacimiento hasta su muerte) mostraron una incidencia significativamente mayor de cáncer de pulmón y de hígado.
Un estudio actualizado, realizado por la Fundación Europea Ramazzini, un centro de investigación del cáncer independiente, confirmó el potencial carcinogénico del aspartamo.
A los ratones machos y hembras se les dio aspartamo a partir de 12 días de gestación hasta su muerte.
Las autopsias en ratones macho revelaron cánceres malignos tanto en el hígado y los pulmones.
Según los autores del informe:
Aspartamo en condiciones experimentales induce en los machos un aumento de la incidencia significativa de los carcinomas hepatocelulares [cáncer hepático maligno] relacionada con la dosis.
De ahí la importancia de evitar el aspartamo.
3. La desintoxicación regular previene el daño al hígado
Vivimos en un mundo muy tóxico.
Existen cientos, si no miles de contaminantes en el aire, agua y alimentos, que pueden entrar en nuestros cuerpos.
Si bien puede ser difícil o incluso imposible limitar la entrada de tales toxinas, sin duda podemos facilitar su salida rápida al desintoxicarnos con regularidad.
La limpieza de hígado es probablemente una de las maneras más eficaces de desintoxicación y de fortalecer nuestro mecanismo de auto-curación.
Hay cuatro vías principales a través de la cual los residuos tóxicos pueden ser expulsados de nuestro cuerpo:
- El intestino.
- Sistema urinario.
- Los pulmones o el sistema respiratorio superior.
- La piel.
Si cualquiera de estas salidas se bloquea, la siguiente vía tiene que tomar el relevo, por lo general con desafortunadas consecuencias para esa salida.
Esto significa que las cuatro salidas tienen que ser desintoxicadas a fondo, para que un programa de desintoxicación sea realmente eficaz.
Pero el tema de la desintoxicación ya sea sale del objetivo de esta entrada, no obstante, en la página hay suficiente material relacionado con dicho tema, por ejemplo: 26 preguntas frecuentes relacionadas con la desintoxicación o 10 señales que tu cuerpo necesita una desintoxicación
Espero que esta entrada haya sido de utilidad y comprendas que evitar el daño al hígado es un paso vital para mantener la salud.
Recomendado: 11 Maneras Naturales De Aumentar La Serotonina Naturalmente
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