El Dolor de Espalda es la segunda causa más frecuente de discapacidad en los EE.UU.
Más del 80% de las personas experimentan un episodio de dicho dolor en algún momento de sus vidas.
Las razones más comunes para el dolor lumbar o de espalda son lesiones en los discos, ciática, levantar objetos pesados, o alguna otra lesión en la espalda no específica.
Sin embargo, a pesar de que el dolor de espalda es muy común, no todas las personas responden de la misma manera a esta condición a menudo incapacitante.
De hecho, aunque dos personas tengan el mismo nivel de dolor, sus respuestas al dolor pueden ser muy diferente.
Esta diferencia en las respuestas se deben en parte a las actitudes y puntos de vista psicológicas diferentes de las personas.
Incluso cuando se tiene dolor de espalda que está siendo tratado médicamente, es vital comprender los factores psicológicos que repercuten en el dolor – y en el cerebro.
También ayuda a saber lo que se puede hacer al respecto.
¿Por qué el Dolor de Espalda Crónico está conectado a «la cabeza»
Las limitaciones de movimiento físico pueden causar angustia psicológica y el estrés psicológico puede, a su vez, empeorar el dolor.
Creando, así, un círculo vicioso que retroalimenta el dolor lumbar!
Las creencias personales de salud y estrategias de afrontamiento pueden influir tanto en el nivel de angustia y en el curso del dolor.
Por ejemplo, si eres propensa a la ansiedad, a esperar lo peor, y tienes pensamientos del tipo catastrófico, esto puede hacer que el dolor empeore.
Esto se debe a que las vulnerabilidades psicológicas pueden afectar el cerebro e intensificar el dolor.
A menudo, si existen este tipo de actitudes psicológicas preexistentes, también hay anormalidades en la regulación de la química del cerebro (en particular la dopamina).
Y por descontado que las funciones cerebrales habituales involucradas en el control emocional, la ansiedad y la atención también sufren alteraciones.
Como resultado, la persona puede ser incapaz de controlar la angustia.
Termina por volverse ansiosa!
Por lo general, espera que suceda lo peor de lo peor; y no puede concentrarse en otra cosa.
El dolor la consume!
Pero no se trata sólo de actitudes preexistentes que empeoran el dolor de espalda.
El dolor en sí mismo puede afectar al cerebro.
El primer impacto del dolor se da en los circuitos cerebrales de sensibilidad al dolor.
Pero cuando el dolor persiste, la actividad cerebral relacionada con los interruptores alejados de los circuitos de «dolor» afecta a los circuitos que procesan las emociones.
Por esa razón, emociones como la ansiedad a menudo toman el control del escenario en el dolor de espalda crónico.
Y es por eso que el control emocional se vuelve mucho más difícil.
¿Qué puedes hacer para dominar el Dolor de Espalda Crónico
Afortunadamente, algunas terapias psicológicas pueden ser muy útiles en casos de dolor de espalda.
Ayudan a disminuir las vulnerabilidades psicológicas pre-existentes cambiando la forma de percibir el dolor, y también aliviando los factores psicológicos (como ansiedad y anticipación) que mantienen el dolor.
El tratamiento con mayor evidencia de apoyo (para todos los síndromes de dolor crónico, no sólo el dolor de espalda) es la atención plena!
Un estudio reciente demostró que una técnica llamada Reducción del Estrés Basado en la Atención (Mindfulness-Based Stress Reduction MBSR) puede ayudar a reducir el dolor de espalda y también mejorar el control emocional, aumentando el flujo sanguíneo cerebral en el lóbulo frontal. (1)
Un curso completo de ocho semanas de esta técnica puede incluso mejorar tanto los síntomas de ansiedad como los depresivos.
La práctica de la atención plena consiste en activar una vía para la relajación del cerebro ignorando deliberadamente la «mente viajera» o «charla» mental y enfocarse en la respiración.
Al hacer esto, un circuito para «desenfocar» se activa, llevando la red neurológica a funcionar en modo automático.
Sin embargo, en algunos pacientes con dolor crónico, este circuito se interrumpe. En estos casos, la técnica MBSR puede que no funcione.
Hay otras formas de tratamiento psicológico que también pueden ser útiles. La Terapia Cognitiva Conductual (TCC) puede ser especialmente útil.
Se puede asistir a sesiones grupales o individuales, ya sea en persona o por ordenador.
Incluso en casos aislados de dolor de espalda se puede beneficiar de los tratamientos psicológicos.
La TCC también puede prevenir una lesión aguda de progresar a dolor de espalda crónico.
Así mismo, la hipnosis también puede ayudar a aliviar el dolor.
No obstante, las pruebas de eficacia de la TCC y la hipnosis para mitigar el dolor de espalda, son débiles en comparación con las de la MBSR, pero vale la pena probar por si falla la MBSR.
Dependiendo de la causa, el dolor lumbar, también puede ser tratado con la técnica de Relajación Muscular Progresiva.
Esta es una técnica en la que se aprende a reducir la ansiedad al ser consciente de cuando el cuerpo entra en tensión para luego relajar el cuerpo.
También hay cierta evidencia de que la combinación de medicación psiquiátrica con psicoterapias puede ser más útil que cualquier tratamiento solo.
Pero no es simplemente «mente sobre materia»
Si bien está claro que el dolor lumbar puede estar «en la cabeza», esto no significa que se pueda/deba trivializar.
En la actualidad, el concepto o frase «mente sobre la materia» tiene poco sentido.
La «Mente» incluye «materia», sobre todo si tenemos en cuenta que la «materia» física del cerebro juega un papel importante en los cambios de mentalidad.
Esto es especialmente cierto cuando se trata de cambios basados en el cerebro relacionadas con el dolor de espalda.
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En esta medida, cambiar la forma de pensar y la biología del cerebro puede ayudar al cerebro – y por descontado a disminuir el dolor lumbar.
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Te agradecería si me dieras a conocer tus experiencias con el Dolor de Espalda.
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FUENTE:
1. Brain and behavior changes associated with an abbreviated 4‐week mindfulness‐based stress reduction course in back pain patients: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4754498/