La enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) es una infección de los órganos reproductivos femeninos.
Se da cuando las bacterias viajan desde el cérvix hasta el útero, pudiendo llegar incluso a las trompas de Falopio.
La EIP puede causar:
- Infertilidad.
- Embarazo ectópico.
- Dolor pélvico crónico.
- Abscesos tubáricos u ováricos.
- Adherencias en las trompas de Falopio.
- Peritonitis (infección del revestimiento parecida a la seda que cubre los órganos abdominales).
- Perihepatitis (inflamación de la capa del hígado).
En casos raros, severos, La EIP sin tratamiento puede llegar a ocasionar la muerte.
La enfermedad inflamatoria pélvica puede ser:
- Aguda: con síntomas repentinos y severos.
- Crónica: a largo plazo con síntomas menos intensos.
- Silenciosa: es decir, sin síntomas.
Con enfermedad inflamatoria pélvica (EIP), la presencia o carencia de síntomas no indican qué tan dañados están los órganos reproductivos afectados.
Es posible no tener síntomas y tener obstrucciones y adherencias graves, causando infertilidad.
Algunas mujeres sólo descubrirán que tienen EIP después de tratar de concebir sin éxito.
O después de experimentar un embarazo ectópico.
Según los centros para el control y la prevención de enfermedades de los Estados Unidos, más de 750.000 mujeres experimentan un episodio de EIP aguda cada año.
Dando como consecuencia la hospitalización de hasta 300.000 mujeres por EIP agudo.
Debido a que muchos casos son silenciosos y no implican ningún síntoma, y a menudo no se diagnostica, el número real de casos de EIP es probablemente más elevado.
Causas de la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP)
La EIP puede ser causada por enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Las causas comunes incluyen clamidia y gonorrea.
La clamidia es una causa común de la EIP silenciosa, lo que significa que muchas mujeres desconocen que están infectadas.
Si tienes una ETS no diagnosticada, tu riesgo de EIP es mayor cuando el cuello uterino está abierto y la infección puede potencialmente acceder al útero.
Tienes mayor riesgo de EIP después de:
- Parto.
- Aborto espontáneo.
- Biopsia endometrial.
- Inserción de DIU, HSG e histeroscopia.
- Inseminación artificial.
Una infección pélvica puede ser causado por las bacterias además de ETS, no obstante raramente se llama EIP.
Sin embargo, los síntomas y el tratamiento pueden ser similares.
¿La enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) puede causar infertilidad?
Entre el 10% y el 15% de las mujeres con EIP aguda se vuelven infértiles.
Si una mujer tiene múltiples episodios de enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) aguda, su riesgo de desarrollar infertilidad aumenta.
La causa más común de infertilidad relacionada con la EIP es la obstrucción de las trompas de Falopio.
Las trompas se bloquean típicamente con las adherencias causadas por la inflamación.
La obstrucción se encuentra generalmente más cerca de los ovarios que del útero.
Cuando la obstrucción está cerca de los ovarios, es más difícil de tratar quirúrgicamente.
La EIP también puede causar hydrosalpinx.
Esto ocurre cuando un tubo se bloquea cerca del ovario y luego se dilata y se llena con líquido.
La presencia de un hydrosalpinx puede disminuir las ocasiones para el tratamiento acertado de IVF.
Los embarazos ectópicos también pueden ser causados por daños relacionados con EIP.
Una cirugía para reparar el daño tubárico causado por el EIP, aumenta el riesgo de embarazo ectópico.
En casos raros, una infección especialmente aguda puede llevar a una histerectomía de emergencia.
En el pasado, algunos médicos trataban la EIP crónica con histerectomia, pero dicho tratamiento se utiliza cada y menos.
Si tu médico te sugiere una histerectomía como cura para la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) crónica, lo mejor es que obtengas una segunda opinión antes de tomar una decisión que impactará seriamente tus posibilidades reproductivas futuras.
Síntomas de la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP)
Los síntomas de la EIP difieren de mujer a mujer, dependiendo de si están experimentando o no una EIP aguda, crónica o silenciosa.
Los síntomas más comunes de la EIP son dolor pélvico.
Otros síntomas incluyen:
- Dolor pélvico durante las relaciones sexuales.
- Dolor lumbar.
- Sangrado menstrual irregular.
- Secreción vaginal inusual.
- Problemas con la micción.
- Síntomas similares a la gripe, como fatiga, fiebre, escalofríos, debilidad o inflamación de los ganglios linfáticos.
- Falta de apetito.
- Diarrea y vómitos.
- Infertilidad.
Muchos de los síntomas se pueden confundir con otras enfermedades.
Entre ellas:
- Apendicitis.
- Endometriosis.
- Infección urinaria.
Es importante controlar cualquier sospecha de ETS.
o si tienes otros factores de riesgo para la EIP, como un aborto espontáneo reciente, parto, aborto inducido, incluso inserción de DIU.
No es usual que la EIP crónica pase meses o años sin diagnosticar.
Si estás experimentando dolor pélvico o dolor regular durante las relaciones, y el médico no ha sido capaz de diagnosticar o tratar el problema con éxito, es posible que debas buscar una segunda opinión.
Debes presionar hasta que encuentre el tratamiento apropiado para tus síntomas.
Tu fertilidad futura y tu salud en general dependen de ello.
Diagnóstico de la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP)
Los médicos diagnostican la EIP evaluando y analizando muestras y síntomas como:
- Cultivos vaginales y cervicales.
- Orina y de sangre.
- Examen pélvico.
- Descarga vaginal.
Los cultivos vaginales usualmente identifican ETS u otras infecciones bacterianas.
Sin embargo, en ocasiones no detectan infecciones desarrolladas en el útero y en las trompas de Falopio.
Otras pruebas que el médico puede utilizar para ayudar a diagnosticar EIP incluyen:
- Ultrasonido pélvico.
- Faloposcopia.
- Laparoscopia.
- Biopsia endometrial.
Algunas pruebas pueden empujar inintencionalmente bacterias desde el área vaginal y cervical hasta el útero y las trompas de Falopio.
De ahí la importancia de tomar cultivos básicos de ETS antes de realizarse pruebas invasivas.
Así como el tratamiento de cualquier infección encontrada.
Tratamientos potenciales de la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP)
Los antibióticos orales son el tratamiento más usados para el tratamiento de la EIP.
Determinar qué organismo está causando la enfermedad puede ser difícil, en ocasiones hay más de una clase de bacteria involucrada.
Por esta razón, se pueden recetar dos o más antibióticos para tomar al mismo tiempo.
Al existir riesgo de complicaciones serias y daño potencial a la fertilidad, el tratamiento, por lo general, comienza antes de obtener los resultados.
Sin embargo, los resultados, pueden indicar la necesidad de un antibiótico diferente para el tratamiento exitoso.
Razón por la cual el médico puede cambiar su tratamiento a mitad de tratamiento.
Los antibióticos también pueden ser administrados mediante inyección.
Los casos agudos o difíciles de tratar pueden ser tratados por vía intravenosa, lo que puede requerir hospitalización.
Si bien es común sentirse mejor después de unos días de tratamiento con antibióticos, es muy importante completar el tratamiento con antibióticos.
Suspender el tratamiento puede causar que las bacterias se vuelvan resistentes a los antibióticos.
Lo que aumentaría la dificultar del tratamiento, incluso hasta el punto de volverlo imposible.
La pareja sexual también debe ser tratada, incluso si no tiene síntomas.
De lo contrario, puede seguir pasando las bacterias responsables de la EIP de ID a y vuelta.
También es recomendable usar un condón si tienes relaciones sexuales durante el tratamiento, para evitar la reinfección.
En algunos casos, la cirugía puede ser necesaria para tratar abscesos o adherencias particularmente dolorosas.
En casos extremadamente raros, se puede realizar una histerectomía de emergencia.
Prevención de la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP)
Puesto que la enfermedad es causado por transmisión sexual, es prevenible!
El sexo sin protección con múltiples parejas aumenta el riesgo de padecer de enfermedad inflamatoria pélvica (EIP).
La práctica de sexo seguro mediante el uso de preservativos masculinos de látex y la obtención de pruebas regulares de ETS es esencial.
La inserción del DIU también puede causar la EIP si ya padeces una ETS.
Las pruebas y el tratamiento para las ETS antes de la inserción del DIU pueden reducir considerablemente el riesgo de infección.
Además, se ha descubierto que la ducha vaginal aumenta el riesgo de EIP.
El lavado con ducha altera la flora natural y el pH de la vagina, aumentando el riesgo de infección vaginal.
La ducha vaginal también impacta negativamente el moco cervical, que es importante al tratar de concebir.
Podrías sufrir EIP si tienes una ETS no diagnosticado y tienes que someterte a pruebas invasivas de fertilidad, como:
- HSG.
- Histeroscopia.
- Tratamientos de fertilidad que implican el cuello uterino y el útero como la inseminación o IVF.
Esta es una de las razones por las cuales la mayoría de las clínicas de fertilidad realizan pruebas de ETS y cultivos vaginales antes de realizar pruebas y tratamientos de fertilidad.
Si has tenido un sexo sin protección puedes haber estado expuesta a una ETS, si estás en procesos de pruebas de fertilidad o de tratamiento, asegúrate de hablar con el médico para que puedas ser reevaluada.
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