Los alimentos procesados es un tema que plantea profundas preocupaciones, tanto por su abundancia como por los peligros que representan.
De hecho, un reciente estudio realizado por investigadores de University of Chapel-Hill encontró que más del 60 por ciento de los alimentos que se compran anualmente en los Estados Unidos son sumamente procesados.
Como la evidencia vincula el consumo excesivo de estos productos con importantes consecuencias para la salud, los alimentos procesados se están convirtiendo en una tendencia preocupante.
El procesamiento de alimentos básicos es necesarios para garantizar la seguridad de productos perecederos.
Tales como la carne fresca o lácteos.
La preocupación radica en productos considerados muy procesados.
Estos son los alimentos de conveniencia que dominan los pasillos centrales de una típica tienda de comestibles e incluyen:
- Comidas preparadas.
- Cereales.
- Conservas.
- Galletas.
- Patatas fritas.
- Refrescos.
- Caramelos.
- Dulces.
- Productos enlatado y/o envasados.
Además, distintos tipos de carne y productos de queso, tales como tocino, salchichas o perritos calientes, lunch meat, y rebanadas o pastas de queso también son alimentos sumamente procesados.
Estos tipos de alimentos constituyen la mayoría de las calorías consumidas a diario para la familia estadounidense promedio.
Ahora bien, evitar los alimentos procesados por completo puede ser imposible!
Pero la comprensión de por qué consumir demasiados puede ser perjudicial es un primer paso importante para mejorar la salud.
Impacto de los alimentos procesados en nuestro organismo
Para empezar, estos productos suelen contener grandes cantidades de sal, azúcar o grasa, todos conocidos como dañinos.
Los alimentos sumamente procesados también son tratados químicamente con aditivos o conservantes para mejorar su sabor, textura, o para extender la vida útil.
Una forma fácil de identificar cualquier alimento procesado es echar un vistazo a la etiqueta.
Si la lista de ingredientes tiene nombres irreconocibles y complicados con seguridad estamos ante alimentos sumamente procesados.
La respuesta del organismo al consumo excesivo alimentos procesados
La siguiente es una lista con seis formas en las cuales el consumo excesivo de alimentos procesados podría estar afectando tu salud.
1. La obesidad y los alimentos procesados
Es bien sabido que el azúcar contribuye a la obesidad y que puede conducir a una serie de enfermedades crónicas.
Los alimentos sumamente procesados a menudo contienen una carga extra de azúcar, pero no te dejes engañar si la palabra «azúcar» no aparece realmente en la etiqueta.
Hay hasta 50 palabras diferentes usadas para enumerar los tipos de azúcar añadidos a los alimentos procesados.
Los nombres más comunes son:
- Jarabe de maíz.
- Fructosa.
- Glucosa.
- Sacarosa.
- Malta o maltosa.
- Melaza o néctar.
Conocida como «calorías vacías», cualquier tipo de azúcar, incluyendo las variedades ocultas o disfrazadas, no agregan valor nutricional y, de hecho, alienta al cuerpo a consumir aún más calorías.
Lo peor es que el consumo de azúcar desencadena la misma sensación de placer y deseo en el cerebro comparable a la lucha de los adictos a las drogas.
Esto no sólo explica por qué es tan difícil resistirse segundos después de complacerse con un dulce, explica por qué muchas personas experimentan antojos de azúcar subconscientes por toda clase de dulces y otras comidas altamente procesadas.
Entonces, ¿Cuánto consumo de azúcar es demasiado?
The Dietary Guidelines for Americans 2015-2020 recomienda que los azúcares añadidos deben limitarse a no más del 10 por ciento de las calorías diarias.
Esto equivale a unas 12 cucharaditas de azúcar por día, lo que suena bastante generoso.
Pero, si lo vemos en perspectiva, solo una lata de refresco en promedio contiene aproximadamente 10 cucharaditas.
2. Los alimentos procesados y el Síndrome Metabólico
Incluidas la enfermedad cardiovascular y diabetes Tipo 2.
Como si la obesidad no fuera suficiente, el consumo de alimentos procesados también está relacionada con el síndrome metabólico, que se define como un grupo de factores de riesgo que pueden conducir a la enfermedad cardíaca y diabetes tipo 2.
El síndrome metabólico se diagnostica cuando se presentan tres o más de los siguientes cinco factores de riesgo:
-
Aumento de la cintura también conocido como «forma de manzana» debido a la obesidad abdominal.
-
Triglicéridos elevados o necesitar medicación para reducir los triglicéridos.
-
Bajos niveles de colesterol HDL (saludable), o necesidad de medicación debido a niveles bajos de HDL.
-
Presión arterial alta, o necesitar tratamiento para la presión arterial elevada.
-
Nivel elevado de glucosa en sangre en ayunas, o necesidad de un medicamento debido al valor elevado de glucemia en ayunas.
El exceso de azúcar en los alimentos muy procesados es el principal responsable del síndrome metabólico.
Los azúcares son una forma de carbohidratos, que el cuerpo necesita para producir energía.
Sin embargo, el consumo excesivo de carbohidratos facilita que el cuerpo almacene azúcar, normalmente como grasa, y puede dar lugar a varias consecuencias metabólicas.
Un ejemplo de alteraciones metabólicas son los frecuentes picos en los niveles de glucosa en sangre que requieren de insulina para estabilizar.
Con el tiempo, esto puede provocar resistencia a la insulina, así como el aumento de los niveles de triglicéridos en la sangre.
Los efectos acumulativos de estos trastornos metabólicas pueden aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón y diabetes.
3. Enfermedad Inflamatoria del Intestino
Así se ve el intestino cuando es atacado por colitis ulcerosa
Los alimentos procesados también pueden jugar un papel en el desarrollo de la enfermedad inflamatoria intestinal.
Las más conocida son la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.
Esta vez, el culpable es un tipo de aditivo químico llamado emulsionante, utilizado para extender la vida útil y ayudar a mantener la forma o textura de los alimentos.
Se encuentran en casi todos los productos alimenticios procesados.
Entre ellos:
- Panes.
- Mantequilla de maní.
- Mezclas para pasteles y pan cake.
- Aderezos para ensaladas.
- Salsas.
- Yogur.
- Púdines.
- Quesos procesados.
- Helados y postres.
Puede ser sorprendente saber que los emulsionantes utilizados en los alimentos procesados son similares a los que también se encuentran en los jabones o detergentes domésticos.
Esto se debe a que la función principal de un emulsionante es permitir que el agua y el aceite se puedan mezclar.
Bien con el fin de eliminar la suciedad y las manchas, o para mantener juntos sustancias alimenticias que normalmente se separarían.
En un estudio del 2015, ratones alimentados con una dieta que simula el tipo y la cantidad de emulsificantes típicamente consumidos provenientes de alimentos procesados se encontraron con cambios observados en sus bacterias intestinales que desencadenaron varias condiciones de salud.
Incluidos los ya discutidos – obesidad y síndrome metabólico – Así como la enfermedad inflamatoria intestinal.
La razón de esta conexión se debe a que las bacterias afectadas dañan la mucosidad intestinal, la capa protectora que generalmente separa los microbios de la pared intestinal.
Provocando una respuesta inflamatoria y aumentando la incidencia de estas enfermedades.
4. Enfermedades autoinmunes
Las enfermedades autoinmunes se activan cuando el sistema inmunológico se trastorna y ataca sus propias células.
Existen más de 100 enfermedades autoinmunes diferentes, pero las más comunes son:
- Diabetes tipo 1.
- Lupus.
- Enfermedad celíaca
- Esclerosis múltiple.
- Artritis reumatoide.
- Enfermedad de Crohn.
- Tiroiditis de Hashimoto.
En estas enfermedades, el sistema inmunológico confunde las células sanas como enemigas y provoca un ataque pretendiendo proteger el cuerpo.
Se estima que el 70 por ciento del sistema inmunológico se encuentra en el intestino.
Esto no es sorprendente cuando se considera todas las toxinas ambientales que viajan de principio a fin a lo largo del tracto digestivo.
El tracto intestinal está revestido con una capa especial de células llamadas células epiteliales, cuya función es servir de membrana protectora.
Las células epiteliales intestinales se unen mediante las uniones estrechas, que ayudan a mantener unida y fortalecen la barrera de defensa contra las bacterias, las toxinas y otros antígenos dañinos.
Pero cuando estas uniones estrechas se ensanchan, ponen en peligro y debilitan la defensa del cuerpo, pudiendo permitir la exposición de antígenos dañinos al cuerpo aumentando la permeabilidad intestinal.
Esto se denomina síndrome de intestino permeable y es actualmente un tema candente en la investigación médica.
La investigación ha demostrado que siete aditivos comunes abundantemente encontrados en los alimentos procesados pueden dañar las uniones estrechas, volviéndolas más débiles y aumentando la permeabilidad intestinal.
Esto, a su vez, abre la puerta a toxinas para dañar el cuerpo, lo que puede aumentar la probabilidad de desarrollar una enfermedad autoinmune.
Los siete aditivos identificados son:
- Glucosa.
- Sal refinada.
- Emulsionantes.
- Disolventes orgánicos.
- Gluten.
- Transglutaminasa microbiana.
- Nanopartículas.
Todos son usados comúnmente en alimentos procesados.
5. Alimentos procesados y Cáncer colonrectal
Los productos alimenticios procesados también pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de colon.
Esta vez, el culpable son las carnes procesadas, que incluyen:
-
Lunch meat.
-
Tocino, panceta o bacon en ingles.
-
Salchicha o hot dogs.
- Y cecina de res o cualquier otro producto de carne que ha sido tratado químicamente para su conservación.
El riesgo también incluye el consumo de carne roja como la carne de res o de cerdo.
Comer tan sólo unos 50 gramos de carne roja procesada diariamente, que aproximadamente equivale a un pequeño perro caliente o dos rebanadas de tocino, aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 18 por ciento.
Se cree que el riesgo proviene de cualquiera de los productos químicos utilizados para preservar estas carnes o el proceso de cocción para su conservación.
Ambos están asociados con la exposición a carcinógenos compuestos.
6. Ansiedad, depresión y los productos alimenticios procesados
Si te interesa conocer más de cerca los riesgos para la salud asociados al consumo de alimentos procesados, aquí tienes un riesgo para la salud que deberías considerar.
Las dietas ricas en alimentos procesados también están vinculadas al aumento de las tasas de ansiedad y depresión.
Una teoría es que la exposición a los azúcares añadidos puede causar estragos en el intestino, donde se produce el noventa por ciento de la serotonina.
La serotonina es un importante estabilizador del estado de ánimo.
Cuando los hábitos alimenticios incluyen aditivos químicos comunes en los alimentos procesados, puede afectar negativamente la capacidad del cuerpo para mantener niveles saludables.
Además, recuerda que todos los azúcares añadidos causan un aumento en la glucosa en sangre y el aumento de la producción de insulina, estableciendo un movimiento de montaña rusa que puede dar lugar a hiperactividad seguida de somnolencia.
Como los azúcares añadidos pueden llegar a ser sumamente adictivos, el cuerpo anhela continuamente más y más.
Repitiendo este proceso una y otra vez, hasta desarrollar un círculo vicioso.
Últimas palabras en torno a los alimentos procesados
En general, las dietas ricas en alimentos procesados por lo general significan que se consumen menos alimentos reales.
Causando déficit de minerales y de vitaminas, necesarios para mantener el estado de ánimo y la salud emocional.
Aunque es prácticamente imposible eliminar completamente los alimentos procesados de nuestras dietas diarias, es bueno tener en cuenta la cantidad que se está consumiendo.
Esta conciencia puede ayudar a crear un estilo de vida más saludable y ayudar con muchas dolencias médicas.
Recomendado: Una Mirada En profundidad De La Diabetes Tipo 2
Es bueno recordar que los alimentos pueden ser un medicamento o una toxina.
Es importante lograr que la dieta trabaje a nuestro favor y no en contra.
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Espero que esta entrada contribuya a reducir tu consumo de alimentos procesados!
Lo más importante…Tu salud.