Los riñones son comparables a un conjunto de avanzadas máquinas multifuncionales.
Regulan la presión arterial, mantienen el volumen idóneo de agua en el cuerpo, liberan hormonas esenciales.
Y, lo más importante, filtran unos 200 litros de sangre cada día, eliminando 2 litros de productos de desecho.
Así como el exceso de agua en el organismo.
Los riñones generalmente filtran importantes nutrientes tales como proteínas, glucosa y ciertos minerales, que son reabsorbidos por el torrente sanguíneo.
Si bien es cierto que la glucosa es un nutriente importante para el cuerpo, los niveles excesivos en la sangre pueden causar problemas para los riñones.
Metabolismo de la glucosa normal
En una persona sana, la glucosa derivada de los alimentos es transportada hacia la sangre para proporcionar energía a las células.
Cuando los niveles de glucosa en la sangre son normales, aproximadamente entre 70 a 130 mg / dl, la glucosa que las células no usan, generalmente es filtrada por el riñón para su eliminación.
El túbulo contorneado proximal, forma parte de las nefronas, que constituyen la estructura del riñón, reabsorbe alrededor del 98 por ciento de la sangre.
En algunas situaciones, las personas que padecen glucosuria renal, sus riñones excretan glucosa a través de la orina a pesar de niveles normales o bajos de glucosa en la sangre.
Condición que suele deberse a un defecto en algunas células de los riñones que disminuyen la reabsorción de la glucosa.
En la mayoría de los casos es una condición benigna.
Puede ser hereditaria o un signo de diabetes.
El manejo de niveles elevados en la sangre
Los riñones tienen una capacidad de filtración y reabsorción de tasa limitada conocida como sistema Tm (Transferencia Máxima o Velocidad máxima de reabsorción) de glucosa.
Este sistema depende de la tasa de filtración de los riñones, llamada tasa de filtración glomerula; la tasa de filtración glomerular, tiene un valor típico aproximadamente de dL 1,25 por minuto.
En este caso, la carga máxima de glucosa que puede manejar el riñón es de 375 mg por minuto, que se deriva de multiplicar dL 1,25 por minuto por 300 mg de glucosa por minuto.
En los niveles de glucemia superiores a los 300 mg / dl, el túbulo contorneado proximal no logra reabsorber la glucosa filtrada y la glucosa comenzará a ser eliminada en la orina.
Consecuencias de tener glucemia crónica elevada
Si se mantienen los niveles elevados de glucosa en la sangre se inicia un proceso llamado diuresis.
En dicho proceso los riñones reabsorben el agua para aumentar la producción de orina.
Evitando el equilibrio de la concentración idónea de líquido en el organismo.
Lo que causa presión sobre los riñones.
Puesto que tienen que esforzarse mucho más para filtrar continuamente un volumen mayor de fluidos.
Finalmente, los riñones se agotan y comienzan a reducir su eficiencia, hasta un punto donde sobreviene el colapso total del órgano.
Una excesiva cantidad de glucosa en la sangre también crea reacciones químicas y daña las estructuras de los riñones.
Las personas con diabetes mal controlada frecuencia desarrollan enfermedad renal donde los riñones dañados empiezan a filtrar la proteína en la orina.
Mantenimiento de los riñones
Para mantener los riñones sanos, una dieta libre de alimentos chatarra, sería lo ideal.
Así como minimizar el consumo de alcohol al máximo.
Y, por supuesto, controlar la presión arterial y los niveles de glucemia, si padeces diabetes.
Las personas que pertenecen a ciertos grupos étnicos corren un mayor riesgo de desarrollar enfermedad renal.
Por lo tanto, habla con el médico si perteneces a esos grupos, para que te ayude a reducir tu riesgo.
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