La enfermedad del azĂșcar es un problema que se manifiesta de diferentes maneras en distintas personas, de diferentes edades y con diversas susceptibilidades genĂ©ticas, pero sus tres formas cardinales son:
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Hipoglucemia
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SĂndrome X
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Diabetes
ÂżPor quĂ© se llama «Enfermedad del AzĂșcar»?
La enfermedad del azĂșcar es una expresiĂłn apropiada para toda personas que sufre las enfermedades modernas que resultan del consumo desenfrenado de azĂșcar o de carbohidratos refinados junto a un estilo de vida sedentario.
Enfermedad del azĂșcar: Hipoglucemia
La hipoglucemia se define con un nivel bajo de azĂșcar en la sangre.
Si le preguntamos a un médico convencional, la hipoglucemia es una enfermedad rara, pråcticamente inexistente.
La prĂłxima vez que vayas a un mĂ©dico, prueba a preguntarle si los sĂntomas que experimentas son debido a la hipoglucemia.
Sin duda, verĂĄs una mirada desconcertada, tal vez de enojo o condescendiente.
Incluso existe la posibilidad de que te remita al psiquiatra!
O tal vez el médico a regañadientes realice una prueba de tolerancia oral a la glucosa para divertirse a tus costas.
No te preocupes!
Las pruebas de tolerancia orales a la glucosa que se realizan convencionalmente, estån sesgadas para corroborar el punto de vista médico.
ÂĄNunca van a demostrar que tienes hipoglucemia en primer lugar!
Pero la verdad es que la hipoglucemia es mĂĄs frecuente de lo que estamos dados a creer.
Considera los siguientes sĂntomas: fatiga, cambios de humor, SĂndrome premenstrual, antojos de azĂșcar, sudoraciĂłn excesiva, bochornos, dolor de cabeza, dificultad para enfocar los ojos, temblores, depresiĂłn, arrebatos temperamentales, palpitaciones, extremidades frĂas, dolor abdominal, ataques de pĂĄnico y muchos mĂĄs.
Con una lista tan larga de sĂntomas vagos y aparentemente subjetivos, no es de extrañar que los mĂ©dicos convencionales tengan un pobre criterio de la hipoglucemia.
Sin embargo, aunque sus manifestaciones sean vagas, no por ello la hipoglucemia es menos real.
ÂżPor quĂ© tantos sĂntomas?
Para conocer la respuesta, tenemos que explorar la fisiologĂa del bajĂłn de azĂșcar en la sangre.
El cuerpo estå diseñado para digerir, asimilar y utilizar tres nutrientes principales:
- ProteĂnas.
- Grasas.
- Carbohidratos.
Las proteĂnas y grasas pueden utilizarse para obtener energĂa, pero su conversiĂłn a formas utilizables es gradual, no inmediata.
Esa es la razón por la cuål los atletas con dietas pobres en carbohidratos naturales con frecuencia sufren bajones energéticos y rinden menos que cuando siguen una dieta que les provee de hidratos de carbono procesados fåcilmente utilizables.
Los carbohidratos son digeridos mĂĄs o menos fĂĄcilmente en azĂșcar.
Su tasa de conversiĂłn en azĂșcar depende de su complejidad.
Los carbohidratos complejos provenientes de cereales, liberan lentamente el azĂșcar con molĂ©culas complejas de almidĂłn intercaladas con fibra.
La presencia de «bloqueadores de almidĂłn» naturales en los cereales retarda aun mĂĄs el proceso de liberaciĂłn de azĂșcar.
AzĂșcares y carbohidratos refinados
Por otro lado, azĂșcares y carbohidratos refinados proporcionan energĂa de forma inmediata.
Proporcionando instantĂĄneamente un agradable efecto gratificante â algunas veces con leve somnolencia.
Es el familiar subidĂłn del azĂșcar!
Pero entonces, en respuesta, el organismo envĂa las reservas de insulina, provenientes del pĂĄncreas, para controlar/bajar el nivel de azĂșcar en la sangre.
Esto sucede a menudo precipitadamente. «Lo que sube debe bajar» â a veces con excesiva rapidez.
Los estudios han confirmado lo que experimenta una persona hipoglucémica.
La hipoglucemia provoca hambre, especialmente antojos por carbohidratos.
AdemĂĄs, el cerebro estĂĄ muerto de hambre por la necesidad de su combustible predilecto: Glucosa!
En reposo, el cerebro consume 1/3 del requerimiento de glucosa total del cuerpo.
El cerebro es un Ăłrgano hambriento, la rĂĄpida metabolizaciĂłn y la escasez de combustible crean problemas de memoria, en la concentraciĂłn y en el estado de ĂĄnimo.
Pero quizĂĄs lo mĂĄs importante, el nivel bajo de azĂșcar en la sangre desencadena un flujo de hormonas contrarias a la regulaciĂłn de la insulina.
Principalmente hormonas provenientes de las glĂĄndulas suprarrenales.
Estas hormonas se oponen a la acciĂłn de la insulina y presionan por mantener elevado el azĂșcar en la sangre.
Desafortunadamente para los hipoglicémicos, estas hormonas de rescate son las mismas que producen la reacción de lucha o huida (adrenalina).
Los resultados son sĂntomas tales como palmas sudorosas, palpitaciones, temblores, nerviosismo y a veces incluso tremendos ataques de pĂĄnico.
Enfermedad del azĂșcar y el SĂndrome X
Los mĂ©dicos Ășltimamente son cada vez mĂĄs conscientes del papel de la nutriciĂłn, pero a menudo parece que su Ășnico consejo para prevenir enfermedades del corazĂłn es evitar el colesterol y grasas saturadas.
El SĂndrome X, explica por quĂ© algunos pacientes con una dieta razonable desarrollan enfermedad cardiaca sin causa aparente.
El concepto de SĂndrome X fue un tema de vanguardia en la investigaciĂłn mĂ©dica hasta la dĂ©cada de 1990.
Pero al igual que el colesterol hasta hace una década, su importancia no recibió la atención debida por el grueso de la comunidad médica.
El modelo del sĂndrome X no sĂłlo contempla el exceso de grasa y colesterol, sino tambiĂ©n abundantes carbohidratos -especialmente los refinados- como elementos claves del proceso de arteriosclerosis.
ÂżCĂłmo podrĂa ser eso?
ÂżRecuerdas el aumento de la insulina que se da debida al consumo de azĂșcar?
Replica ese proceso cien mil veces a lo largo de toda la vida y terminas con un desencadenante de insulina hiper sensible y con la insulina crĂłnicamente elevada.
¿Por qué es dañino?
Por los efectos adversos debidos al exceso de insulina:
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Aumento de peso y de las dimensiones de la cintura
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Aumento de los depĂłsitos de placa en las paredes arteriales
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InmunosupresiĂłn
Prediabetes precursor de la enfermedad del azĂșcar
La resistencia a la insulina conduce a la forma mĂĄs comĂșn de la diabetes que vemos en el mundo industrializado: Diabetes en adultos.
El tĂ©rmino preferido de estos dĂas es diabetes no dependiente de insulina (NIDDM), porque estamos viendo cada vez mĂĄs niños con sobrepeso, sedentarios, enfermos.
No es de extrañar, entonces, que el sĂndrome de X cause enfermedad cardĂaca y puede, de hecho, ser la causa mĂĄs frecuente de enfermedades degenerativas y muerte prematura en la sociedad moderna.
ÂżCĂłmo saber si tengo sĂndrome X?
Una variante de la prueba estĂĄndar de tolerancia a la glucosa llamada la prueba de tolerancia a la glucosa/insulina (glucose/insulin tolerance test) lo confirma, pero hay maneras mĂĄs fĂĄcil de saber.
La subida de los triglicĂ©ridos en una prueba de sangre en ayunas debe alertar al mĂ©dico sobre el hecho de que eres propenso al sĂndrome X.
O aĂșn mĂĄs simple.
Una rĂĄpida medida con cinta de la circunferencia de la cintura y cadera en los hombres no debe ser mayor a 1.0; en la mujer, no mayor de 0,8.
Si la medida es mayor, tienes «obesidad central», un sello distintivo del sĂndrome X.
Diabetes debida a la enfermedad del azĂșcar
La diabetes, principalmente, se presenta en dos formas, tipo I y tipo II.
La diabetes tipo 2 resulta de la insuficiencia del cuerpo para producir insulina, la Ășltima generalmente debida a un exceso de insulina.
Ambas responden bien a medidas tomadas para controlar la enfermedad del azĂșcar en general.
Pero la diabetes es una condiciĂłn con sus propios requisitos especiales para la terapia.
Muchos pacientes con diabetes tienen daño circulatorio avanzado que no se puede revertir simplemente con medidas nutricionales o ejercicio.
De ahĂ la importancia de tomar medidas que prevengan:
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La pérdida de sensación.
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Dolor en la pierna conocido también como claudicación intermitente.
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Accidentes cerebrovasculares.
ÂżCĂłmo determinar si sufres la enfermedad del azĂșcar?
Como se mencionĂł anteriormente, la prueba de tolerancia oral a la glucosa (PTOG), aunque se realice durante seis horas consecutivas, a veces puede proporcionar un resultado errĂłneo e indicar que un paciente no sufre de enfermedad del azĂșcar.
Incluso los pacientes que son devastados por los efectos de la glucosa utilizada en dicha prueba a menudo se les dice que no se preocupen.
Que no tienen ningĂșn problema o que sus sĂntomas carecen de base real.
Como si un examen médico fuera mejor prueba de lo que siente el organismo.
La respuesta se encuentra en el diseño de una PTOG mejor, mås sensible
ÂżCĂłmo se logra esto?
No solo midiendo el azĂșcar en la sangre en cada uno de los tiempos designados, sino tambiĂ©n midiendo la respuesta del cuerpo a la insulina.
AsĂ como la producciĂłn de adrenalina en el instante crucial cuando el azĂșcar en la sangre «toca fondo» y se producen los sĂntomas.
Esto asegura que aĂșn cuando los niveles de glucosa sean normales, cualquier anormalidad en el metabolismo serĂĄ apreciada.
También se puede calcular el cociente de hipoglucemia, mediante la aplicación de una fórmula matemåtica a los resultados de glucosa obtenidos.
El resultado: Una prueba mĂĄs exacta para determinar hipoglucemia, sĂndrome X y susceptibilidad diabĂ©tica insospechada.
El Ăndice glucĂ©mico: Clave para la dieta de la enfermedad del azĂșcar
Algunos expertos proponen que las personas con variantes de la enfermedad del azĂșcar sigan una dieta que excluya celosamente los carbohidratos, concentrĂĄndose en cambio en carnes y verduras.
Sin embargo, esto rara vez es necesario y produce desequilibrios en la dieta.
Pero, ¿cómo reconocemos qué carbohidratos aumentar y cuales restringir?
La respuesta estĂĄ en el Ăndice glucĂ©mico (IG).
El IG es el resultado de la investigaciĂłn nutricional y trata de definir con precisiĂłn la capacidad de un determinado carbohidrato para liberar azĂșcar y desencadenar respuesta de la insulina.
En general, cuanto mĂĄs complejo es un carbohidrato, menor es su Ăndice glucĂ©mico.
Los frijoles, por ejemplo, si bien son ricos en carbohidratos tienen un IG bajo. El azĂșcar de mesa, por descontado, tiene un IG elevado.
Pero hay algunas sorpresas en la lista del IG que desafĂan la intuiciĂłn.
Por ejemplo, el maĂz, un vegetal natural perfectamente aceptable, tiene un IG bastante elevado.
Al igual que las patatas, especialmente el puré procesado.
AdemĂĄs los jugos, la mayorĂa de las frutas, panes y magdalenas (incluso grano entero, del tipos ricos en fibra) e incluso leche y yogur (contienen lactosa).
Sorprendente, para algunos, es el hecho de que los frutos secos, a pesar de su naturalidad, tiene un IG pråcticamente idéntico a los dulces comerciales.
El mensaje es que no todo lo que hay en la tienda de alimentos saludables es beneficioso para los pacientes con enfermedad del azĂșcar.
ÂżQue queda?
Legumbres y granos enteros no molidos -como el mijo de arroz, la cebada, bulghur, copos de avena, amaranto y quinua.
Una regla cardinal: ÂĄVive como si el molino de harina nunca hubiera sido inventado!
AdemĂĄs, las comidas pequeñas frecuentes mantienen las fluctuaciones del azĂșcar en la sangre al mĂnimo y conservan la insulina.
Las grasas y la enfermedad del azĂșcar
Las grasas son ricas en calorĂas.
No obstante, en el tratamiento de la enfermedad del azĂșcar hay grasas «buenas» y grasas «malas».
Las grasas saturadas, aceleran el desarrollo de la enfermedad del azĂșcar.
Ademås, las grasas artificiales como la margarina y los aceites hidrogenados deterioran el metabolismo de los carbohidratos del cuerpo mientras añaden libras indeseadas.
Por el contrario, los aceites omega-3 , como los que se encuentran en las semillas de linaza y peces de agua frĂa como el salmĂłn, la trucha y el atĂșn, ayudan a frenar la resistencia a la insulina.
Las grasas monoinsaturadas, que se encuentran en los aceites de oliva, y de coco, tambiĂ©n ayudan a ajustar el azĂșcar en la sangre.
Suplementos para el tratamiento de la enfermedad del azĂșcar
Distintas clases de hierbas ayudan a mantener el azĂșcar en la sangre, e incluso atenuar el deseo de azĂșcar.
Una de ellas es Gymnema sylvestre, conocida en el Ayurveda como «Destructora de AzĂșcar»; Stevia, una hierba amazĂłnica dulce no calĂłrica, capaz de endulzar como el azĂșcar; La ordinaria especia de cocina canela; y el alholva o fenogreco.
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ÂżAlgĂșn conocido tuyo padece la enfermedad del azĂșcar?
Lo mĂĄs importanteâŠTu salud.