Las enfermedades alérgicas pueden ser causadas tanto por alergias alimentarias como por trastornos en las vías respiratorias.
La prevalencia de las enfermedades alérgicas es cada vez mayor y las medidas para superar dichas enfermedades son cada vez más inadecuadas, puesto que no cumplen con su cometido.
Así las cosas, es hora de intentar ver el tema de las enfermedades alérgicas desde otro punto de vista.
Para ello nada mejor que un viaje por el sistema digestivo.
Cada superficie de la mucosa corporal esta colonizada por un grupo distinto de microbios, incluyendo el intestino, los pulmones y los conductos nasales.
Lejos de causar daño, estos microbios «enseñan» al sistema inmunológico a tolerar las proteínas alimentarias y otros alérgenos inofensivos en el medio ambiente.
Sigue leyendo para saber cómo la alteración de los microbios residentes podría estar asociado con tus alergias, y aprender qué medidas puedes tomar para aliviar y evitar que los síntomas empeoren.
Posiblemente has notado que los microbios han sido un foco clave de mi blog últimamente.
La microbiota es un campo de rápido crecimiento de investigación, y el descontrol de la microbiota, conocido como disbiosis, ha sido implicado en muchas enfermedades crónicas.
La capacidad de manipular la microbiota mediante intervenciones dietéticas y de estilo de vida hace que sea un objetivo primordial para un enfoque funcional del tratamiento de las enfermedades.
Hay una entrada en el blog sobre los peligros del uso de antibióticos en los niños y también otros sobre la microbiotica del intestino, este es uno de ellos.
Esta entrada aborda la conexión del intestino, pulmón, y los microbios de las vías respiratorias con las enfermedades alérgicas.
La hipótesis de la higiene en las Enfermedades Alérgicas
A medida que la microbiota va ganando más atención en los medios, la hipótesis de la higiene. se va volviendo más atractiva.
Propuesta originalmente a finales de 1980 para explicar la disminución de la prevalencia crónica de la fiebre del heno en familias grandes, la hipótesis de la higiene moderna ha evolucionado para sugerir que nuestra insistencia en la limpieza y la falta de exposición a microbios ambientales nos priva de estimulación inmunológica.
Alterando así el desarrollo inmunológico normal, lo que a su vez repercute en el riesgo de enfermedades alérgicas.
Varios estudios epidemiológicos han prestado apoyo para la hipótesis de la higiene.
Las personas que son dueñas de animales domésticos de interiores se ha demostrado que tienen una menor incidencia de enfermedades alérgicas.
Los niños que crecen en granjas o los que consumen leche cruda, (sin pasteurizar) también son menos propensos a tener alergias.
Por otra parte, las influencias ambientales temprana en la vida se sabe que perturban la microbiota aumentando el riesgo de enfermedades alérgicas.
El uso de antibióticos, partos por cesárea, y fórmulas alimenticias están asociados con un aumento de la susceptibilidad a las alergias y al asma más adelante en la vida.
Los recientes avances en la tecnología de secuenciación han permitido a los investigadores comparar las microbiotas intestinales de niños alérgicos y no alérgicos.
Los niños con alergias tendieron a tener una mayor abundancia de Staphylococcus, Clostridium y especies de Escherichia, mientras que los números de Lactobacillus y bifidobacterias se reducen significativamente en comparación con niños sanos.
Tomados en conjunto, estos estudios sugieren que la exposición a una amplia gama de microbios temprano en la vida de manera efectiva «entrena» nuestro sistema inmunológico.
Enseñando al sistema inmune cuales sustancias en el medio ambiente son perjudiciales (microbios patógenos) y cuales son inofensivas (microbios amistosos, proteínas de la dieta, y muchos alérgenos ambientales).
Veremos a continuación que el entorno de la mucosa en el intestino y los pulmones es crucial para esta «educación» del sistema inmune.
Las alergias alimentarias: Todos los caminos conducen nuevamente al intestino
Las alergia a los alimentos se ha convertido en una epidemia en el mundo moderno.
Mientras que una alergia a los alimentos se consideraba una anomalía hace sólo unas décadas, hoy en día uno de cada 13 niños en los Estados Unidos sufre de una alergia anafiláctica alimentaria que puede ser mortal.
Y esta cifra no incluye a personas con enfermedad celíaca, sensibilidad al gluten no celíaca, intolerancia a la lactosa, o cualquier otro tipo de intolerancia a los alimentos.
Como el principal sitio de absorción de los alimentos y hogar del 80 por ciento de las células inmunes del cuerpo, tiene sentido que el intestino sea un factor clave en la patología de las alergias alimentarias.
El intestino se alinea con millones de células epiteliales responsables de mantener una barrera entre el contenido estomacal (el lumen intestinal) y el torrente sanguíneo.
En un intestino sano, los nutrientes pequeñas se absorben, pero las grandes proteínas de la dieta son incapaces de cruzar esta barrera y entrar en el torrente sanguíneo.
Sin embargo, cuando la barrera intestinal se ve comprometida (es decir, cuando hay Síndrome de Intestino Permeable), estas grandes proteínas alimenticias son capaces de entrar en la sangre, provocar una respuesta inmune, y producir síntomas característicos de diversas enfermedades alérgicas.
Entonces, ¿cómo se relaciona esto con los microbios?
Los estudios en ratones han demostrado que la destrucción de la microbiota mediante antibióticos o una dieta baja en fibra es capaz de causar este aumento de la permeabilidad (agujeros) de la barrera.
Por otro lado, ciertas cepas de bacterias del género Clostridia son capaces de proteger contra la permeabilidad intestinal debida a los alérgenos alimentarios.
Los investigadores están estudiando el desarrollo de probióticos que contengan estas cepas como un tratamiento potencial para las alergias alimentarias.
Las alergias de las vías respiratorias: ¿Pulmones Permeables?
La incidencia de las enfermedades alérgicas de las vías respiratorias también ha aumentado de forma espectacular en las últimas décadas.
Con el asma alérgica y rinitis alérgica afectando ahora a alrededor de 20,3 millones de estadounidenses y 50 millones de estadounidenses, respectivamente.
Muchas más personas sufren de alergias menos graves de las vías respiratorias y los senos paranasales.
Anteriormente se pensaba que los pulmones eran completamente estériles.
Sólo recientemente, con el desarrollo de técnicas de cultivo independiente, se ha podido comprobar que existe una comunidad distinta de microbios en los pulmones.
Curiosamente, el epitelio del intestino es estructuralmente muy similar al endotelio pulmonar, y la inflamación tiende a ocurrir tanto en las zonas en las personas con enfermedades alérgicas de las vías respiratorias.
Si bien no hay muchos estudios que hayan evaluado la permeabilidad pulmonar, parece plausible que los mecanismos que conducen a la permeabilidad intestinal también pueden causar permeabilidad pulmonar (es decir, agujeros en los pulmones).
Al igual que en el intestino, las comunidades microbianas pulmonares probablemente tienen un gran impacto en la integridad del tejido pulmonar.
Sin embargo, a diferencia del intestino, una menor flora pulmonar parece estar asociado con mejor salud.
Los asmáticos han demostrado tener una mayor diversidad de microbios en los pulmones en comparación con personas sanas.
Los niveles de Proteobacterias se incrementan, en cambio se reducen los niveles de las especies de Bacteroides en comparación con los controles sanos.
Aunque la compresión de las bacterias, virus y arqueas que componen la microbiota pulmonar se encuentra todavía en su infancia, representa una frontera importante en el campo de las enfermedades alérgicas de las vías respiratorias.
La conexión histamina
La histamina es un compuesto extremadamente importante en el cuerpo.
Actúa como un neurotransmisor y regula la producción de ácido del estómago, la permeabilidad de los vasos sanguíneos, y la contracción del músculo esquelético.
Es también un componente importante de la respuesta inmune y por lo tanto un mediador clave en las reacciones alérgicas.
Si bien todos necesitamos una cierta cantidad de histamina para el funcionamiento fisiológico óptimo, algunas personas tienen una condición llamada intolerancia a la histamina, en donde, o bien se produce un exceso de histamina o tienen una deficiencia en la diamino oxidasa (enzima DAO), la enzima que la descompone.
Muchos microbios que residen en el intestino humano son capaces de producir histamina.
Estos microbios producen una enzima llamada histidina descarboxilasa, que convierte la histidina presente en las proteínas en histamina.
Cuantos más de estos microbios tienes, y cuanto más histidina produces, mayor es la cantidad de histamina que puede ser producida por el intestino.
La histamina puede entonces ser absorbida por las células epiteliales y llegar a diferentes órganos, exacerbando los síntomas alérgicos.
Bacterias productoras de histidina descarboxilasa también están presentes en intestinos de animales como los peces.
Cuando un pez muere, las bacterias de su intestino comienzan a descomponer la histidina presente en las proteínas del tejido y producen histamina.
Por esta razón muchas personas con intolerancia a la histamina sólo pueden tolerar los peces que son procesados y congelados inmediatamente.
Algunos expertos especulan que los personas con sobrecrecimiento bacteriano intestinal (SIBO, en ingles) pueden tener un crecimiento excesivo de bacterias productoras de histamina, tales como lactobacilos, en el intestino delgado.
Aunque los lactobacilos son un género importante de bacterias benéficas en el intestino, también son grandes productores de histamina y pueden causar problemas cuando hay sobre población en el intestino delgado.
La restauración del equilibrio saludable de la flora intestinal es la mejor solución a largo plazo para la resolución de problemas relacionados con la histamina.
7 pasos que puedes tomar para mejorar los síntomas de las Enfermedades Alérgicas
¿Significa que puedo tirar mi inhalador?
No exactamente!
Las reacciones alérgicas graves no son algo que se puedan tomar a la ligera, y la mayoría de personas con anafilaxia siempre tendrán algún grado de sensibilidad.
Sin embargo, hay varias medidas que puedes tomar para reducir la gravedad de los síntomas alérgicos y mejorar la calidad de vida en general.
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Tomar probióticos o comer alimentos fermentados
Los alimentos fermentados y probióticos pueden ayudar a equilibrar la microbiota y al fortalecer el sistema inmune, contribuyen a recuperarnos de las Enfermedades Alérgicas.
Si eres sensible a la histamina, prueba cepas degradadoras de histamina tales como bifidobacterias infantis y Lactobacillus plantarum.
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Comer mucha fibra fermentable
Fibras complejas como el plátano, la yuca, la batata son fermentados por las bacterias del intestino, formando ácidos grasos de cadena corta (AGCC) como butirato, acetato, propionato, que ayudan a regular el sistema inmune.
El butirato ha demostrado reducir la permeabilidad intestinal de antígenos dietéticos en un modelo murino de alergia a los alimentos e inducir las células T reguladoras, que suprimen las respuestas inmunes.
En ratones, el propionato ha demostrado reducir las enfermedad alérgicas de las vías respiratorias.
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Prueba la miel cruda local para las alergias estacionales
La miel cruda contiene tanto bacterias beneficiosas y trazas de polen recogido por las abejas de plantas locales.El consumo de miel cruda producida en tu área puede ayudar a «educar» el sistema inmune para que toleres los pólenes locales.
Un ensayo piloto controlado aleatorio publicado en 2011 mostró que los pacientes alérgicos que consumieron miel de polen de abedul habían reducido un 60 por ciento los síntomas de alergia y el doble de días asintomáticos durante la temporada de polen de abedul.
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Haz la prueba de sensibilidades y evita los alimentos inflamatorios
Si continuas comiendo alimentos a los que tienes sensibilidad, te causan inflamación de baja intensidad e impiden la cicatrización intestinal.
Existen distintos exámenes que te pueden dar a conocer a qué alimentos eres sensible.
Considera llevar carbón activo a mano para esos momentos en que accidentalmente comes algo a lo que eres sensible.
Muchas personas han comentado que calman de forma rápida y segura los síntomas de las alergias alimentarias.
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Prueba una dieta baja en histamina
Una dieta baja en histamina a menudo puede reducir la gravedad de los síntomas de alergia.
Alimentos ricos en histamina como alimentos fermentados, queso curado, frutas cítricas, pescado, mariscos, espinacas, aguacates, cacao y las sobras de carne, por nombrar algunos.
Considera la adopción de quercetina (un antihistamínico natural presente en las cebollas rojas) o diamino oxidasa (la enzima responsable de la degradación de la histamina) en forma de suplemento, y el uso de hierbas como el tomillo y la albahaca morada en la cocina por sus propiedades antihistamínicoas.
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Haz la prueba/tratamiento para SIBO, patógenos intestinales o el Síndrome de Intestino Permeable
SIBO y los parásitos son comunes, pero a menudo se pasan por alto, como causas de alergias.
SIBO es también una causa común de intolerancia a la histamina.
Y el Síndrome de Intestino Permeable es conocido por causar intolerancia alimetara.
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Tomar medidas adicionales para recuperar el intestino
Muchas personas encuentran que cambiar a una dieta rica en nutrientes puede mejorar significativamente los síntomas de la alergia.
Ahora me gustaría darte las gracias por llegar hasta este punto.
Así mismo, deseo conocer tu opinión.
¿Sabías que la microbiota estaba asociada con las alergias? ¿Tus síntomas han mejorado luego de haber curado tu intestino o reducido tu consumo de histamina?
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Te agradecería si me dieras a conocer tu experiencias con las Enfermedades Alérgicas.
Lo más importante…Tu salud
Fuentes:
1. Hay fever, hygiene, and household size.
3. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22625206
4. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/11597666
5. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/17456213