El sentimiento de la opinión pública que la medicina sabe curar el cáncer hoy mejor que hace 10 años debe ser atemperada por un examen honesto y profundo de la realidad.
La ilusión de la detección
Es evidente que los medios de detección han experimentado una cantidad de avances impresionantes, a tal grado que hoy detectamos el cáncer mucho antes.
Sin duda es una buena cosa, ya que facilita tratar el cáncer a tiempo.
Aún así, la mayoría de los casos de cáncer que se producen en adultos jóvenes, son más graves y más difíciles de tratar.
Sin embargo, la detección temprana puede crear una ilusión!
Si bien, en definitiva, el enfermo vive más tiempo, es justo reconocer que la persona ha estado más tiempo enferma.
Generando la impresión de que los tratamientos son más efectivos, porque el tiempo de supervivencia aumenta, una vez detectado el cáncer.
Los avances en los métodos de imágenes de las últimas décadas, han hecho posible detectar tumores muy pequeños.
El problema es que es imposible saber de antemano si van a desarrollarse en tumores cancerosos.
Existe un sistema de clasificación para medir la agresividad de un tumor, pero la fiabilidad carece del 100% de certeza.
Siempre existe el riesgo de embarcarse en un tratamiento doloroso e incluso incapacitante, sin tener la certeza de una evolución en los tumores.
A menudo se tratan tumores llamados límites que son de crecimiento lento y cuyos efectos en personas ancianas no representan mayores riesgos.
Un estudio de la Clínica Cleveland realizada por patólogos en Detroit (EE.UU.) en los años 80 sobre la próstata [1] reveló que se puede descubrir un cáncer de próstata en el 45% de los hombres de 50 a 59 años si se les practican biopsias en la glándula prostática.
La proporción de hombres que se puede considerar con cáncer de próstata es hasta de un 68% en el rango de edades de 60-69 años y el 82% en el de 70-79 años.
Incluso entre los hombres de 20-30 años, casi un 10% tienen ya cáncer de próstata.
Pero eso no quiere decir que deban ser tratados siempre.
Muchos cánceres de próstata son no progresivos:
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Ciertos tipos de cáncer sufren atrofia (se reducen) cuando superan la capacidad de suministro de sangre de los vasos que irrigan la próstata.
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Otros son identificados por el sistema inmune y destruidos.
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Otros se estancan hasta la muerte del paciente (que eventualmente se da por otra causa).
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Y otros más cambian tan lentamente que, de la misma manera, los pacientes mueren de otra enfermedad antes de que su tamaño se convierta en un problema.
Los científicos están descubriendo en la actualidad, que existen muchas causas biológicas que explican la falta de desarrollo de los tumores. [2]
La erradicación de estos tumores limites da la impresión de que se ha logrado curar al paciente de cáncer.
Esta situación es particularmente común en el cáncer de mama y cáncer de próstata.
Resultando en intervenciones innecesarias, potencialmente incapacitante (pérdida de orina, impotencia), pero la gente está convencida de que se han salvado por el progreso médico!
¿Por qué las células se alteran?
El origen de un tumor se deriva de una o más células cuyo ADN (una parte todavía desconocida) muta y se vuelven capaces de multiplicarse de forma descontrolada, llegando incluso a frustrar la defensa del sistema inmune.
Hay varios factores que se identifican como mutágenos, es decir, que facilitan la mutación:
- Tabaco.
- Productos químicos (benceno, alcohol).
- Radiación.
- Infecciones (bacterias Helicobacter en el estómago, el virus del papiloma en las enfermedades de transmisión sexual como el cáncer del cuello del útero o en el área ORL, hepatitis B o C en el cáncer de hígado).
- Tratamientos hormonales sintéticos (píldoras anticonceptivas, el tratamiento hormonal de la menopausia).
- Malos hábitos alimenticios que conducen a la obesidad.
- SIDA (debido a la disminución de la inmunidad).
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y también … más raramente, pero de alguna manera los tratamientos contra el cáncer.
Por ejemplo, una radiación intensa centrada en la mama o en el recto puede inducir sarcomas en las áreas irradiadas.El tratamiento de la leucemia aguda en niños, que requiere quimioterapia y radiación en dosis elevadas, las que a menudo provocan leucemia crónica en la adolescencia tardía.
También, por supuesto, esta la herencia genética, pero la verdad es que no existe ninguna certeza por qué y cómo ciertos genes causan cáncer.
A riesgo de chocante, considero que informar a alguien que tiene riesgo hereditario es como colocar sobre su cabeza una especie de maldición de cáncer.
En algunos tipos de cáncer, hay más de 500 anomalías genéticas identificables, ninguna de las cuales esta claramente identificada como causante.
La excepción es el BRCA1 y 2 genes del cáncer de mama, todo el mundo ha oído hablar de la famosa Angelina Jolie que decidió la extirpación de la mama por esta razón.
En este caso, la operación probablemente fue necesaria (no sé, obviamente no tengo los detalles de su expediente médico, pero tengo confianza en los médicos que la trataron).
Sin embargo, incluso en el caso de estos genes, ahora se acepta que los principales factores que desencadenan el cáncer son el estilo de vida y el medio ambiente.
El fenómeno fue reconocido recientemente, cuando se encontró que entre las madres e hijas con estos mismos genes, las madres (nacidas antes de la Segunda Guerra Mundial) tienen un riesgo significativamente menor de que su hija tenga cáncer de mama.
Dichas conclusiones son obra del trabajo llevado a acabo el año pasado por la investigadora de Toronto (Canadá) Joanne Kotsopoulos [3].
Los investigadores no producen milagro
Hay muchas otras cosas que no entendemos sobre el cáncer.
Por ejemplo, en los países occidentales, el número de muertes por cáncer de estómago, muy peligroso, bajo desde los años 30, representando menos del 2% de los cánceres.
Sin embargo, sigue siendo la segunda causa principal de muerte por cáncer en todo del mundo.
Se cree que la conservación de los alimentos en frío, que ayudó a evitar los enlatados y el exceso de conservas, sea probablemente la causa de esta bajada.
Es la industria de los electrodomésticos la que habría permitido este importante progreso.
Los científicos también especulan que se debe a la disminución del consumo de alimentos salados, ahumados o en escabeche, desde la introducción de los refrigeradores en los hogares.
La industria de alimentos sería responsable de esta disminución en el cáncer de estómago. En cualquier caso, no sería debido al progreso médico.
En cuanto al aspecto genético, las cosas parecían más simple para empezar: Imaginábamos al ADN como una simple cinta de información que codifica el desarrollo del cuerpo, similar a la de un simple programa de ordenador.
Y si hay un problema o una mutación, sería suficiente cambiar el código del programa.
Hoy en día, vemos que las cosas son infinitamente más complejas.
Hay ADN líquido y partes de ADN fuera del núcleo de la célula!
Que los genes se activan y desactivan con el tiempo, y de acuerdo con el medio ambiente, sin tener ni idea de por qué sucede esto.
Que las mutaciones son incontrolables, sobre todo inofensivas, y es muy difícil saber como impedir las mutaciones, y cómo evitar que las células se vuelvan cancerosas.
Que los gemelos tienen exactamente el mismo ADN y por lo tanto el mismo riesgo genético de cáncer. Sin embargo, aún y cuando viven en el mismo lugar y comen las mismas cosas, nunca desarrollan una enfermedad al mismo tiempo en la misma forma y con la misma evolución.
También puede perfectamente darse el caso de que uno desarrolle una enfermedad y el otro no.
Los factores ambientales, estilo de vida, dieta, determinarán el comportamiento de ciertos genes (llamados epigenéticos) y su posible alteración.
La investigación sobre el cáncer se puede comparar con la astronomía: Una ciencia que parecía relativamente simple al principio, con planetas y estrellas que parecían girar siempre en la misma órbita regular.
Pero hoy descubrimos cada vez más fenómenos incomprensibles: Por ejemplo que el espacio es curvo, o que hay antimateria o universos paralelos.
No me malinterpreten: Si no entiendes nada, es normal.
Estas son expresiones inventadas para poner en palabras ecuaciones matemáticas, pero que el cerebro humano es incapaz de concebir (no más que la de los investigadores que hicieron el descubrimiento como propio).
En la investigación del cáncer, es exactamente el mismo caso.
Dicen que hay un inicio de cáncer, un tumor, hablan de metástasis, pero nadie sabe realmente por qué sucedió, cómo evolucionará, o cuál será la efectividad de los tratamientos.
Es decir, nos damos cuenta que se desarrollan, pero nadie sabe realmente por qué se desarrollan.
Se desconocen los mecanismos de acción en sí!
Por otra parte, casi todos los tratamientos contra el cáncer son empíricos.
En la gran prensa, constantemente nos prometen progreso fantástico, para tranquilizarnos.
En realidad, puede a veces que los pacientes reciban una impresión desagradable.
El Dr. Leonard Saltz, especialista en cáncer de colon en el Memorial Sloan-Kettering Cancer Center, el más famoso centro de tratamiento de cáncer en los EE.UU., ha explicado en el New York Times, la dura realidad:
Las personas a menudo nos llegan solicitando nuevos medicamentos para curar el cáncer metastásico. Por lo general se sorprenden mucho al enterarse de que aún y con la última tecnología no hay cura. [4]
Sería muy duro y habría que perder la delicadeza para decirles que todo lo que tenemos es un medicamento que cuesta $10.000 por mes y que tan solo alarga el tiempo promedio de supervivencia en un mes o dos.
Pero, por lo general es la verdad.
El 9 de Diciembre recién pasado, el Wall Street Journal anunció que la firma Pfizer lanzó un nuevo tratamiento contra el cáncer de mama cuyo valor es de $ 9850 por mes.
Sin embargo, hay un pequeño problema! No existe evidencia alguna sobre los efecto para prolongar la vida de los pacientes de dicho tratamiento [5].
La mejor manera de evitar tener que consultar un día a un especialista en cáncer, en la actualidad es la adopción de un estilo de vida anti-cáncer que minimice el riesgo de mutación de las células.
Se trata de un conjunto de medidas concretas y documentadas que razonablemente pueden permitir esperar que reduzcan el riesgo de cáncer.
El efecto del estilo de vida no es fácil de evaluar y cuantificar científicamente.
Pero sabemos que ciertas acciones lo pueden lograr
Medidas para reducir el riesgo de cáncer:
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Adoptar una dieta basada en alimentos naturales tanto como sea posible
Limitar el consumo de alimentos refinados y bebidas: Refrescos, cereales procesados, grasas trans, caramelos, galletas saladas y dulces de todo tipo, platos preparados.
Comprar verduras sin procesar, de temporada, locales y si es posible, evitar la cocción a temperaturas elevadas (especialmente barbacoas y comidas fritas); preferir coles, berros, rábanos y verduras de hojas.
Elegir carnes y pescado de calidad en la medida de lo posible, o al menos criadas en condiciones de vida normales (gallinas criadas a la vieja usanza, ganado de pastoreo, pescado salvaje).
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Optimizar el consumo de antioxidantes y ácidos grasos omega-3
Reducir el consumo de aceites ricos en ácidos grasos omega-6 (maíz, girasol) en beneficio de aceite de oliva prensado en frío.
Relacionado: 17 beneficios de los ácidos grasos omega 3 demostrados científicamente
Comer pescados grasos de forma frecuente: Anchoas, sardinas, arenque y la caballa son los mejores para la salud, gracias a su alto contenido de EPA y DHA omega tipos -3.
Comer alimentos ricos en antioxidantes: Un trozo de chocolate negro (70% cacao), uno o dos vasos de vino tinto al día, 3 tazas de té verde por día (sin azúcar).También asegurar la calidad de la digestión, por ende de un sistema digestivo saludable, mediante el consumo de prebióticos y probióticos (alimentos fermentados).
Optimizar los niveles de vitamina D mediante la exposición regular al sol.
También asegúrese de mantener el consumo adecuada de alimentos que contengan magnesio, potasio, vitaminas y oligoelementos.
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Ejercicio físico regular
Un importante estudio recientemente publicado (la muestra estaba formada por 42.000 atletas) llegó a la conclusión de que las muertes por enfermedades cardíacas y cáncer son menores en los atletas que en la población general.
La disminución de cáncer es 40% en comparación con la población general y 27% para la enfermedad cardíaca [6].
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Evitar el contacto con sustancias cancerígenas
Ya sea en el medio ambiente (fumigación de herbicidas y pesticidas, la contaminación del aire), en alimentos y ropa, en interiores (barnices, detergentes, fragancias químicas, pinturas …).
Evitar el contacto con productos químicos y dar preferencias a las alternativas no tóxicas.
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Reducir el nivel de estrés
El estrés físico y mental también es perjudicial para todas las células.Aprender a respirar profundamente, adoptar una buena postura, a vivir en paz y practicar la actividad física regular al aire libre y exponerse al sol (montaña caminar, bañarse en el mar si se puede).
Cultivar un jardín o flores en el balcón, cuidar una mascota, aunque ello implique comprar libros para conocer mejor al animal.
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Cuidar la moral
Tomar decisiones en pareja sobre el estilo de vida, en cuanto a la familia, a la educación y profesionales, de tal forma que a largo plazo se traduzcan en un verdadero equilibrio.
Recomendado: ¿Por qué los niños y niñas llegan a la pubertad más jóvenes que antes?
Practicar actividades sociales, artísticas y espirituales que permitan madurar internamente.
Vitalizar las relaciones con los miembros de la familia, los amigos, los vecinos; la calidad de la red social es uno de los principales factores de la longevidad y la supervivencia en cáncer.
Cuanto más profundices en un estilo de vida saludable en general, teniendo en cuenta todos los aspectos de la vida, menores serán las probabilidades de que tengas que encontrarte un día de cara a un especialista en cáncer que te explicará … que él no puede hacer nada por tu vida.
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Fuentes:
4. http://www.nytimes.com/2009/04/24/health/policy/24cancer.html?pagewanted=2&_r=1
5. http://www.wsj.com/articles/the-art-of-setting-a-drug-price-1449628081
