Esta entrada trata sobre algunas de las creencias más comunes, los hechos sobre la diabetes y su manejo.
Cada día miles de personas son diagnosticados con diabetes.
Probablemente, o bien conoces a alguien con diabetes o tal vez tienes diabetes.
Al 2014 habían 422 millones de personas diagnosticadas.
Por cada persona diagnosticada con diabetes tipo II, hay otro que se queda sin diagnosticar.
Es hora de conocer mejor esta epidemia.
Mito 1. La Diabetes es una enfermedad que solo la padecen personas gordas
Tener peso extra, especialmente alrededor de la cintura, es un importante factor de riesgo para la diabetes tipo II.
Pero, la genética también desempeñan un papel clave.
O sea que algunas personas que tienen peso extra no desarrollan diabetes.
Mientras que otras que son delgadas padecerán la enfermedad.
Es la interacción entre nuestros genes y nuestro estilo de vida que influye en el desarrollo de la diabetes tipo II.
Las personas genéticamente predispuestas, pagan el precio por seguir el estilo de vida occidental, desarrollando diabetes.
Diabetes tipo I tiene una causa subyacente muy diferente.
El peso no juega un papel vital!
De hecho, la mayoría de las personas con tipo I pierden peso antes de ser diagnosticadas debido a la falta de insulina.
Mito 2. La Diabetes no es una enfermedad grave
Por desgracia, no es cierto.
Con el aumento de diabéticos en las próximas décadas, la diabetes es algo que todos deberíamos tomar en serio.
La triste realidad es que la diabetes, especialmente cuando no se gestiona bien, puede llevar a problemas de salud como:
- Enfermedades del corazón.
- Nefropatias.
- Neuropatias.
- Retinopatias.
- Problemas en los vasos sanguíneos, etcétera.
Incluso pueden darse problemas que acarrean amputaciones.
La buena noticia es que, con manejo adecuado, se reduce significativamente el riesgo de estas complicaciones.
También sabemos que hasta un 60 por ciento de los casos de diabetes tipo II pueden prevenirse con cambios de estilo de vida.
El diagnóstico precoz y los tratamientos actuales, permiten que muchas personas con diabetes vivan una vida relativamente libre de complicaciones.
Mito 3. ¿Debo olvidarme de mi comida favorita?
No!
Los hábitos de vida, incluyendo una dieta sana, desempeñan un papel importante en el manejo de la diabetes.
Pero, no existe una dieta especial para diabéticos.
Una persona con diabetes debe seguir una dieta saludable, al igual que el resto de nosotros.
Y esto puede incluir sus alimentos favoritos.
Hay algunos alimentos (por ejemplo, tortas, pasteles, galletas, chips, caramelos, refrescos y comida rápida frita) que es mejor comer vez en cuando (en pequeñas porciones) y no a diario.
La sincronización y la cantidad de alimentos se convierten en más importantes, particularmente para las personas que toman medicamentos o insulina, ya que el objetivo es mantener los niveles de azúcar en la sangre tan estable como sea posible.
Para una persona con diabetes tipo II con sobrepeso, un plan de alimentación saludable debe también procurar la pérdida gradual de peso.
El enfoque para la diabetes tipo 1 es más sobre la dosis de insulina que los alimentos que consume.
¿Qué es la insulina?
La insulina es una hormona producida por las células del páncreas.
Cuando comemos carbohidratos, son procesados en glucosa (la forma más simple de azúcar) que es absorbida por el torrente sanguíneo.
Cuando la glucosa entra en el torrente sanguíneo, la insulina es liberada y ayuda en el transporte de la glucosa hacia nuestros músculos y células, donde será utilizada como energía.
Sin insulina, la glucosa se acumula en la sangre (niveles de azúcar en la sangre alto) y somos incapaces de utilizar como energía.
Mito 4. Demasiada azúcar provoca diabetes
No hay ninguna evidencia alguna que por sí misma que el azúcar causa diabetes.
Si bien la diabetes significa tener exceso de azúcar en la sangre, la relación no es tan simple.
Diabetes tipo I se produce como resultado del sistema inmunológico atacando sus propias células productoras de insulina.
Que no tiene nada que ver con comer azúcar.
No obstante, sería valioso saber por qué se produce el ataque.
Y, en la diabetes tipo II, la insulina es incapaz de funcionar correctamente para lograr que la glucosa (azúcar) del torrente sanguíneo acceda a los músculos y células.
Esto empeora al tener sobre peso, ser sedentario y comer muchas grasas saturadas.
Azúcar, per se no causa resistencia a la insulina — aunque obviamente cuando comes en exceso puede contribuir a ganar peso, que luego aumenta el riesgo.
La resistencia a la insulina se da por una serie de factores que puedes leer aquí.
1. Hechos sobre la diabetes : No hay tal cosa como diabetes ‘leve’
Algunas personas con diabetes tipo 2 que no toman medicamentos asumen que su diabetes es leve o menos graves, pero lamentablemente esto no es realmente así.
La realidad es que si los niveles de azúcar en la sangre no se mantienen controlados y el cuerpo se mantiene con niveles constantemente elevados, entonces se desarrollan complicaciones.
También sabemos que la diabetes tipo II es una enfermedad progresiva y por lo tanto, con el tiempo, la enfermedad suele progresar hasta el punto de necesitar tabletas y luego insulina.
Tomar la diabetes en serio desde el principio, incluye introducir cambios de estilo de vida adecuados y tomar medicamentos cuando sean necesario.
Medidas que ayudarán a ralentizar la progresión y reducir las posibilidades de desarrollar complicaciones.
2. Hechos sobre la Diabetes tipo 1
Ocurre cuando el sistema inmunológico del cuerpo destruye las células productoras de insulina del páncreas.
Sin células productoras de insulina, la persona con diabetes tipo I, debe obtener insulina bien mediante inyecciones o con una bomba de insulina.
También es necesario equilibrar la alimentación, la actividad y la insulina para mantener niveles de azúcar en la sangre tan cerca como sea posible de valores normales.
Diabetes Tipo 1 representa alrededor del 10 por ciento de los casos de diabetes. Por lo general, es diagnosticada en niños y adultos jóvenes, pero puede ocurrir a cualquier edad.
3. Hechos sobre la diabetes tipo II
Se desarrolla debido a que la insulina del cuerpo es incapaz de funcionar correctamente o cuando el cuerpo no puede producir suficiente insulina para mantener los niveles normales del azúcar en la sangre.
El riesgo de desarrollar el tipo II es mayor en personas con sobrepeso y sedentarios.
Dieta y ejercicio son la primera línea de tratamiento.
Pero la mayoría de las personas con diabetes tipo II necesitarán medicamentos orales y posiblemente con el tiempo inyecciones de insulina.
La diabetes Tipo II representa el 90 por ciento de las personas con diabetes. Generalmente se diagnostica en mayores, por desgracia se está convirtiendo cada vez más común en niños.
Lo que necesitas saber sobre la diabetes tipo II
Diabetes tipo II comienza con un problema llamado resistencia a la insulina.
La insulina del cuerpo es incapaz de funcionar adecuadamente, y las células no consiguen absorber glucosa para producir energía, así que la glucosa (azúcar) se queda en la sangre.
Por lo tanto, eventualmente los niveles de azúcar en la sangre aumentan, y comienza a desarrollarse la prediabetes, para finalizar en diabetes tipo II.
Para la mayoría de las personas es una progresión gradual que dura muchos años.
Pero por desgracia a menudo no se diagnostica hasta en etapas avanzadas cuando han tenido niveles elevados de azúcar en sangre durante algún tiempo.
El principal problema de la diabetes es el daño a los vasos sanguíneos que se produce cuando los niveles de azúcar en la sangre permanecen elevados durante períodos prolongados de tiempo.
Esto puede conducir a enfermedades cardíacas, enfermedades renales, problemas de circulación y daños oculares.
Con cambios de estilo de vida y la adición de medicamentos en cuanto sean necesario, puede evitar o reducirse significativamente el riesgo de desarrollar estas complicaciones.
Diagnóstico precoz y mantener buen control de los niveles de azúcar en la sangre, colesterol y presión arterial son claves.
Cómo saber si estás en riesgo
Es posible tener diabetes tipo II sin síntomas por lo que el conocimiento de factores de riesgo es clave para el diagnóstico temprano.
Los síntomas de la diabetes pueden incluir sed excesiva, micción frecuente, visión borrosa y fatiga.
Si tienes antecedentes familiares de diabetes, peso extra alrededor de la cintura o tienes colesterol alto y presión arterial elevada, tu riesgo es mayor y debes controlarte regularmente.
Las mujeres que padecen síndrome de ovario poliquístico (SOP) o que han tenido diabetes gestacional o niños grandes también están en mayor riesgo.
El riesgo de diabetes tipo II también aumenta a medida que envejecemos.
Si estás preocupado, habla con tu médico de cabecera para una prueba de glucosa de sangre simple.
Tomar acción temprana significativamente reduce el riesgo de desarrollar diabetes.
La investigación ha demostrado que las personas con prediabetes que realizan cambios en la dieta, ejercicio y peso pueden reducir su riesgo en casi un 60 por ciento.
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