Las opciones de tratamiento de las Enfermedades Inflamatorias Intestinales incluyen fármacos, cirugÃa, o una combinación de ambos.
El tratamientos de las enfermedades inflamatorias intestinales dependen de la ubicación, gravedad, complicaciones, y la respuesta a tratamientos anteriores.
Los objetivos de estas terapias son controlar la inflamación, corregir los déficit nutricionales, aliviar sÃntomas como el dolor abdominal, diarrea, y el sangrado rectal.
Es importante tener en cuenta la relación de un diagnóstico efectuado de forma precoz para mayor eficacia de tratamientos medicinales menos agresivos.
Lo que redundara en beneficio del paciente por una carga menos agobiante de efectos secundarios.
Por lo tanto, es recomendable ver a un experto en cuanto aparecen los primeros sÃntomas.
Opciones farmacológicos para el tratamiento de las enfermedades inflamatorias intestinales
Se pueden utilizar los siguientes medicamentos para tratar la enfermedad inflamatoria intestinal:
1. Medicamentos anti inflamatorios
Los aminosalicilatos son medicamentos que contienen 5 ácidos aminosalicÃlicos (5-ASA) que ayudan a controlar inflamaciones locales del estómago.
Estos medicamentos se utilizan principalmente para tratar las enfermedades inflamatorias intestinales en niveles leves y moderados, asà como para el mantenimiento en caso de remisión.
Los efectos secundarios incluyen:
- Nausea.
- Vómito.
- Acidez.
- Diarrea.
- Dolor de cabeza.
Los agentes 5-ASA, como son la olsalazina, mesalamina, y balsalazida, tienen menos efectos secundarios y pueden ser utilizados en personas que no pueden tomar sulfasalazina.
La balsalazida se convierte en mesalamina dentro del colon, y ha demostrado reducir inflamaciones en el intestino, diarrea, el sangrado rectal, y los dolores de estómago.
Los agentes 5-ASA se pueden tomar de manera oral o rectal (a través de un enema o supositorio), dependiendo de la ubicación de la inflamación.
La sulfasalazina interfiere con la absorción de folato, por lo tanto las personas que estén tomando este medicamento deberán también tomar un suplemento de ácido fólico.
El uso de medicamentos aminosalicilatos o de antibióticos pueden agotar los niveles de vitamina k en pacientes con enfermedades inflamatorias intestinales, pero el consumo de suplementos de esta vitamina puede aliviar el problema.
Los glucocorticoides o cortiocosteroides (como la prednisona e hidrocortisona) reducen la inflamación.
Son utilizados para tratar casos mas severos de la enfermedad inflamatoria intestinal con el objetivo de frenar los ataques agudos.
Los glucocorticoides pueden tomarse de forma oral, intravenosa o rectal (con un enema o supositorio), dependiendo de la ubicación de la inflamación.
Efectos secundarios de los fármacos anti inflamatorios
Los glucocorticoides pueden causar serios efectos secundarios, que incluyen un riesgo elevado de infección, diabetes, hipertensión, pérdida ósea, problemas renales, y úlceras.
Otros efectos menos serios incluyen aumento de peso, acné, vello facial, y cambios de temperamento.
No son recomendados para uso a largo plazo, y normalmente son sustituidos con medicamentos 5-ASA una vez que se logra la remisión.
El calcio y la vitamina D pueden ayudar a combatir la pérdida ósea causada por los glucocorticoides.
2. Supresores usados en el tratamiento de las enfermedades inflamatorias intestinales
Esta clase de fármacos actúan suprimiendo el sistema inmune, de ahà que su uso sea sumamente delicado.
Antimetabolitos: Tales como azatioprina y mercaptopurina prevenir la replicación de lÃneas de células T inflamatorias.
Se utilizan para tratar a las personas con EII que no han respondido a 5-ASA o glucocorticoides, o que son dependientes de glucocorticoides.
Sin embargo, los antimetabolitos son de acción más lenta que otros tipos de medicamentos.
Ciclosporina: Este fármaco inhibe las células T mediada por la respuesta inmune, reduciendo asà la reacción inmune que subyace a la inflamación.
Bloquea un número de citoquinas inflamatorias, incluyendo TNF-α y diversas interleuquinas.
Metotrexato: El fármaco metotrexato, usado en la quimioterapia contra el cáncer, se utiliza en pacientes con enfermedad de Crohn que son dependientes de esteroides o que no responden a los glucocorticoides.
Se puede administrar por vÃa oral o por inyecciones semanales bajo la piel o en los músculos.
El metotrexato es más eficaz para el mantenimiento de la remisión cuando se administra como inyección.
Productos biológicos inhibidores de TNF: Durante los brotes, los niveles de la citoquina inflamatoria TNF-α son elevados. Esto ha conducido a un interés en los anticuerpos como el infliximab, adalimumab, certolizumab pegol, y golimumab que bloquean el TNF-α.
Todas ellas han demostrado inducir y mantener la remisión incluyendo la curación de la mucosa y la restauración del funcionamiento de barrera del intestino.
También pueden considerarse como agentes inmunosupresores: Tacrolimus, micofenolato de mofetilo y talidomida.
Efectos secundarios de los supresores del sistema inmune
Los efectos secundarios dependen del medicamento usado en el tratamiento de las enfermedades inflamatorias.
Toda persona que toma antimetabolitos debe ser monitorizada para prevenir complicaciones como pancreatitis, hepatotoxicidad, disminución del recuento de glóbulos blancos, y un mayor riesgo de infección.
Una prueba genética conocida como tiopurina metiltransferasa genotipada (TMPT) puede ayudar a predecir quién va a sufrir los graves efectos adversos de los antimetabolitos.
Debido a que la ciclosporina se asocia con un riesgo significativo de toxicidad, su uso se limita a casos graves de colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn.
El metotrexato interfiere con el metabolismo del folato.
El folato debe ser complementado, sobre todo para ayudar a prevenir el cáncer colorrectal, asociado a dicho medicamento.
Los Productos biológicos inhibidores de TNF son medicamentos muy caros, no han demostrado prevenir la colectomÃa en la colitis ulcerosa grave, y pueden causar enfermedades autoinmunes, cáncer, infecciones, y sÃndromes de reactivación viral, como el herpes zoster.
Otros fármacos usados para el tratamiento de las enfermedades inflamatorias
Cromoglicato sódico: Este medicamento es una modificación del componente llamado khella, y funciona como un estabilizador y anti-inflamatorio de mastocitos.
Un estudio clÃnico demostró que la administración diaria de 200 mg de cromoglicato sódico vÃa rectal durante 15 dÃas provocó la remisión en casi todos los pacientes con colitis ulcerosa.
Esto además logró mantenerse en el 93% de los casos cuando tomaron 240 mg diarios durante 2-3 años.
En otro estudio, el consumo de cromoglicato sódico en una dosis de 1500 mg diarios alivió la diarrea de manera mas efectiva que con una dieta de eliminación (en la cual se evitan los alimentos problemáticos) en pacientes que sufrÃan de enfermedad inflamatoria intestinal.
Esto indica que la cromolina puede mejorar la reacción a ciertos alimentos.
Un factor que puede llegar a causar inflamaciones en las enfermedades inflamatorias intestinales.
Tal y como sucede con los medicamentos que no tienen patente y que por lo tanto no son muy rentables, ningún gobierno o compañÃa a visto la necesidad de investigar mas sobre este medicamento seguro y de bajo costo para las enfermedades inflamatorias intestinales.
Naltrexona: Originalmente desarrollado para ayudar a tratar la adicción a la heroÃna, dosis bajas de naltrexona han demostrado una serie de actividades inmunológicas notables.
Un estudio controlado con placebo sobre el uso de naltrexona en dosis bajas (4,5 mg por dÃa al acostarse) sugirió que el fármaco podrÃa aliviar la inflamación de la mucosa e inducir la remisión clÃnica en pacientes con enfermedad de Crohn de moderada a severa.
La naltrexona parece aliviar la enfermedad intestinal inflamatoria, en parte, por la disminución de la expresión de citoquinas proinflamatorias y al contribuir en la reparación de tejidos.
A dosis bajas, el medicamento puede causar somnolencia, pero otros efectos secundarios son poco frecuentes.
Opciones quirúrgicas para el tratamiento de las enfermedades inflamatorias intestinales
En casos sumamente graves de la enfermedad de Crohn, pueden desarrollarse abscesos en los tejidos inflamados crónicamente.
Estos abscesos pueden crecer y crear pasajes a través de las barreras de tejidos para producir fÃstulas anales, o canales entre órganos.
Casi la mitad de los pacientes con enfermedad de Crohn perianal desarrollan enfermedad que implican fisuras anales, abscesos perianales y fÃstulas.
Estos sÃntomas rara vez responden bien a los tratamientos convencionales.
La cirugÃa puede ser necesaria en un elevado porcentaje de estos pacientes.
Las complicaciones son frecuentes.
La cirugÃa también puede ser recomendada para quitar porciones gravemente inflamadas del tracto intestinal, tanto en la enfermedad de Crohn como en la colitis ulcerosa.
El objetivo de la cirugÃa es preservar tanto del intestino como sea posible, implica habitualmente el colon o el intestino delgado.
En ocasiones, tendrá que ser traÃdo a la superficie de la piel para permitir la eliminación de residuos al final del intestino que se ha dejado en su lugar.
Cuando este procedimiento implica el intestino delgado, se llama ileostomÃa.
Si el procedimiento implica el colon, se llama colostomÃa.
Últimas palabras en torno al tratamiento de las enfermedades inflamatorias
Aunque la enfermedad de Crohn puede reaparecer después de la cirugÃa, los sÃntomas tienden a ser menos graves y menos debilitante de lo que eran anteriormente.
Las dietas elementales (en la que moléculas simples, como glucosa y aminoácidos individuales sustituyen alimentos enteros) han demostrado reducir la recurrencia de la enfermedad de Crohn cuando se emplea después de la cirugÃa.
Sin embargo, procedimientos novedosos, han sido desarrollados para preservar la continencia fecal mediante el uso de parte del Ãleon para crear una bolsa o reservorio conectado al esfÃnter rectal.
En una revisión exhaustiva, el uso de suplementos probióticos fue capaz de reducir significativamente la aparición de pouchitis.
O sea, la inflamación del depósito formado tras la creación quirúrgica de una bolsa ilio-anal, por 96% en comparación con placebo después de la cirugÃa en pacientes con colitis ulcerosa.
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Estás son las opciones convencionales que existen en el tratamiento de las enfermedades intestinales!