Las enseñanzas oficiales sobre nutrición impartidas en las escuelas, hospitales y los medios de comunicación, son imprecisas y contradictorias.
Muchos cuentos sobre nutrición se repiten tantas veces que terminan confundiéndose con la verdad, mÔxime cuando las autoridades de salud, son las encargadas de su difusión.
Tratemos de vislumbrar la verdad sobre esas mentiras oficiales.
los peores ejemplos se muestran a continuación, pero lamentablemente es sólo la punta del iceberg.
1. los huevos son malos para la salud
Esa es la historia que vemos hasta la saciedad en anuncios publicitarios, debido a que los huevos contienen una gran cantidad de colesterol y por lo tanto se considera que aumentan el riesgo de enfermedad cardĆaca.
Pero hay que distinguir el colesterol de la dieta del colesterol en la sangre, aparentemente son iguales, pero recientemente se ha demostrado que el colesterol de la dieta, realmente no eleva el colesterol en la sangre.
De hecho, los huevos principalmente aumentan el colesterol bueno y no esta asociado con un mayor riesgo de enfermedad cardĆaca
En realidad es uno de los alimentos mÔs nutritivos del planeta. Son altos en todas las clases de nutrientes junto con antioxidantes únicos que protegen nuestros ojos.
Para rematar la historia, a pesar de ser un alimento alto grado en grasas, comer huevos para el desayuno estÔ comprobado que causa pérdida de peso significativa en comparación con los bollos del desayuno.
2. La grasa saturada es dañina para el corazón
Hace unas cuantas dĆ©cadas se decidió que la epidemia de la enfermedad cardĆaca era causada por comer demasiada grasa, en particular las grasas saturadas.
Decisión que se basó en estudios muy deficientes y en decisiones polĆticas que ahora se han demostrado fueron completamente equivocadas.
Un estudio sobre una revisión masiva se publicó en el aƱo 2010, la que abarco 21 estudios epidemiológicos prospectivos con un total de 347.747 sujetos. Sus resultados: no se pudo encontrar la mĆ”s mĆnima asociación entre las grasas saturadas y las enfermedades del corazón.
La idea de que las grasas saturadas elevaron el riesgo de enfermedad cardĆaca fue una teorĆa no comprobada que mediante la publicidad se convirtió en sabidurĆa convencional.
Comer grasa saturada eleva la cantidad de colesterol HDL, bueno, en la sangre y reduce el colestrol LDL
Las grasas saturadas dan una sensación de saciedad duradera, porque permanecen mÔs tiempo en el estómago para ser digerido por los jugos digestivos.
Aceite de coco, queso, carne, mantequilla, no hay una tan sola razón para temer a estos alimentos, al contrario, son el combustible ideal para el corazón.
3. todo el mundo debe comer cereales
El empleo de cereales es una cuestión sumamente compleja, bĆ”sicamente la dieta occidental esta basada en su consumo y fĆ”cilmente podemos darnos cuenta de las plagas que asolan la salud de la sociedad occidental, pasamos por alto que la revolución agrĆcola es bastante recientemente en la historia evolutiva humana, a diferencia de nuestros genes no han cambiado mucho.
El hombre moderno sigue siendo un cazador-recolector, solamente ha cambiado el taparrabos por el traje y la corbata!
Los cereales son pobres en nutrientes en comparación con otros alimentos como las verduras, ademĆ”s son ricos en una sustancia llamada Ć”cido fĆtico que enlaza los minerales esenciales en el intestino y evita que sean absorbidos.
El cereal mƔs usado en la dieta occidental es, de lejos, el trigo, que puede causar todo tipo de problemas de salud, tanto leves como graves.
El trigo moderno contiene una gran cantidad de la proteĆna llamada gluten, hay pruebas que un segmento significativo de la población puede ser sensible a Ć©l, ya sea por alergia, intolerancia o hipersensibilidad.
Consumir gluten puede dañar la mucosa intestinal, causando dolor, distensión abdominal, diarrea, fatiga, el consumo de gluten también se ha asociado, en estudios muy serios, con la esquizofrenia y la ataxia cerebelosa, trastornos muy graves del cerebro.
Reducir la proporción de cereales en la dieta puede provocar un mejor estado de salud por lo tanto, por supuesto hay que reemplazar las calorĆas perdidas por la eliminación de los cereales mediante un incremento en el consumo de verduras, frutas, frutos secos: nueces, avellanas, almendras, las nueces de Brasil, nueces. Y otros alimentos ricos en nutrientes.
4. comer mucha proteĆna es mala para los riƱones y los huesos
Una dieta alta en proteĆnas se ha afirmado que causan enfermedad osteoporosis y el riñón.
Es cierto que comer proteĆna aumenta la eliminación de calcio de los huesos a corto plazo, pero los estudios a largo plazo en realidad muestran el efecto contrario.
A largo plazo, la proteĆna da huesos mĆ”s sólidos al mismo tiempo que reduce fuertemente el riesgo de fracturas, razón por la cuĆ”l restringir el consumo de proteĆnas deberĆa ser algo peligroso para quienes tienen huesos frĆ”giles.
AdemĆ”s, estudios exhaustivos no han mostrado ningĆŗn vĆnculo entre las dietas altas en proteĆna y las enfermedades renales en personas sanas.
Una situación que no debe confundirse es con las personas que padecen de la enfermedad del riñón, en quienes ha quedado claramente demostrado que una disminución de la ingesta de proteĆnas mejora la función renal.
De hecho, dos de los principales factores de riesgo de insuficiencia renal son la diabetes y la presión arterial alta. Una dieta alta en proteĆnas mejora ambas condiciones.
En todo caso, una dieta alta en proteĆnas protege contra la falla de osteoporosis y problemas del riñón.
5. Los alimentos bajos en grasa son buenos para la salud
ĀæSabe lo que es el sabor de un alimento cuando se le ha eliminado toda la grasa?
Simplemente, sabe a cartón, es algo imposible de comer, a menos claro esta, en una isla desierta sin mÔs opciones.
Los productores industriales de alimentos lo saben y por lo tanto, aƱaden otras sustancias para compensar la falta de grasa.
En general son edulcorantes: azĆŗcar, glucosa de maĆz o endulzantes artificiales como el aspartamo.
En los productos bajos en grasa, las grasas saludables naturales estƔn siendo reemplazadas con sustancias que son extremadamente daƱinas, las cuales ademƔs aumentan los antojos.
Las grasas, por el contrario, dan una sensación de saciedad duradera, porque permanecen mÔs tiempo en el estómago para poder ser digeridas por los jugos digestivos.
Dejemos el tema del azĆŗcar para un capitulo propio, pero si es importante seƱalar que aĆŗn y cuando los edulcorantes artificiales no tienen calorĆas, la evidencia no sugiere que sean mejores para la salud que el azĆŗcar, en recientes estudios con ratones se logro establecer que provocan un aumento en los niveles de azĆŗcar en la sangre, razón por la cuĆ”l se incrementa la probabilidad del riesgo de padecer diabetes.
De hecho, muchos estudios observacionales muestran una asociación consistente y altamente significativa con diversas enfermedades como la obesidad, sĆndrome metabólico, diabetes, enfermedades del corazón, parto prematuro y la depresión.
6. Muchas comidas pequeƱas durante todo el dĆa
La idea que se debe comer muchas comidas pequeƱas durante todo el dĆa para mantener el metabolismo elevado es un mito persistente que no tiene sentido.
Es cierto que comer eleva de ligeramente el metabolismo mientras estĆ” digiriendo la comida, pero es la cantidad total de alimentos que determina la energĆa utilizada, no el nĆŗmero de comidas.
Este hecho ha sido puesto a prueba y refutado varias veces. Estudios controlados, donde un grupo come muchas comidas pequeƱas y el otro la misma cantidad de alimentos en menos comidas demuestra que literalmente no hay diferencia entre las formas de alimentarse.
De hecho, un estudio en hombres obesos reveló que comer 6 comidas diarias producĆa menor sensación de plenitud en comparación con las 3 comidas.
No sólo es que comer tan a menudo sea prĆ”cticamente inĆŗtil para la mayorĆa de la gente, incluso puede ser perjudicial.
No es natural para el cuerpo humano estar constantemente alimentĆ”ndose. Antiguamente solĆa ayunar de vez en cuando y rara vez comĆa tan a menudo como lo hacemos hoy.
Cuando nos abstenemos de comer durante un tiempo, un proceso celular denominado autofagia limpia los productos de desecho fuera de nuestras cƩlulas, el ayuno, o sea, dejar de comer de vez en cuando es bueno para la salud.
Varios estudios observacionales muestran un drĆ”stico aumento del riesgo de cĆ”ncer de colon, cuarta causa mĆ”s comĆŗn de muerte por cĆ”ncer, las probabilidades son tan altas como un 90% de aumento para quienes comen 4 comidas al dĆa en comparación con quienes solamente comen 2 veces al dĆa.
7. los carbohidratos deben ser la mayor fuente de calorĆas
La opinión dominante es que todo el mundo debe comer una dieta baja en grasas, con unos 50-60% del total de calorĆas de carbohidratos.
Este tipo de dieta contiene una gran cantidad de granos y azúcares, con pequeñas cantidades de alimentos grasos como la carne y los huevos, puede funcionar bien para algunas personas, especialmente para aquellas que tienen una constitución delgada.
Pero para quienes son obesos, tienen el sĆndrome metabólico o padecen de diabetes, esta cantidad de hidratos de carbono es muy peligrosa.
Este hecho ha sido estudiado a profundidad. Una dieta baja en grasa y alta en carbohidratos ha sido comparada con dietas bajas en carbohidratos y alta en grasas en mĆŗltiples estudios controlado aleatorios.
Los resultados son consistentemente a favor de la baja en carbohidratos, dietas altas en grasas (34, 35, 36).
8. los aceites vegetales son mejores
Rico en Ć”cidos grasos los aceites poliinsaturados vegetales se consideran que son bueno para la salud porque reducirĆan el riesgo de enfermedad cardiaca.
Pero debido a que hay muchos tipos de grasas poliinsaturadas se ha generado un gran malentendido: no todos los Ɣcidos grasos poliinsaturados son iguales
Entre los mƔs importante, estƔn los Ɣcidos grasos Omega-3 y Ɣcidos grasos Omega-6.
Los Ôcidos grasos poliinsaturados omega-6 tienen un efecto inflamatorio comenzando por afectar las arterias, en cambio los Ôcidos grasos poliinsaturados Omega-3 son antiinflamatorios y disminuyen el riesgo de muchas enfermedades relacionadas con la inflamación.
Llegados a este punto, cabe aclarar que los seres humanos necesitamos consumir ambos aceites, con una una cierta proporción entre el Omega-6 y el Omega-3. Si la relación es demasiado alta en favor de Omega-6, puede causar problemas.
DeberĆa existir una proporción de dos a cuatro veces mĆ”s omega-6 que omega-3, pero la dieta moderna es excesivamente rica en omega-6 y demasiada pobre en omega-3; lo que explica en parte el aumento de enfermedades del corazón. La proporción es a menudo de 1 a 20, o 1 a 30.
En gran medida las mayores fuentes de Omega-6 en la dieta moderna son semillas procesadas y aceites vegetales como los aceites de soja, maĆz y girasol.
A lo largo de la evolución, los seres humanos nunca tuvieron acceso a tal abundancia de grasas Omega-6, algo que es antinatural para el cuerpo humano.
Para mejorar la relación omega 6/omega-3, hay que disminuir el consumo tanto de aceite de girasol como el de aceite de maĆz y aumentar la ingesta de aceite de linaza, colza, nueces y pescados grasos, considere suplementar con aceite de hĆgado de pescado bacalao.
Atención: Los Ôcidos grasos poliinsaturados son muy inestables: se oxida fÔcilmente y se convierten en tóxicos y dañinos para la salud. Esta oxidación ocurre cuando los aceites son almacenados en botellas transparentes, expuestas a la luz, cuando las botellas quedan abiertas sin tapón y mÔs rÔpido aún cuando calienta.
9. Las dietas baja en carbohidratos son peligrosas
Las dietas bajas en carbohidratos podrĆan ser una cura potencial para muchos de los problemas de salud mĆ”s frecuentes en las naciones occidentales.
La dieta baja en grasas vendida alrededor del mundo es prÔcticamente inútil contra muchas de estas enfermedades. Simplemente no funciona.
Sin embargo, la dieta baja en carbohidratos, demonizada por nutricionistas y los medios de comunicación, ha demostrado hasta la saciedad que conduce a resultados mucho mejores.
Cada ensayo controlado aleatorio con una dieta baja en carbohidratos ha demostrado que:
Reduce la grasa corporal en mayor porcentaje que las dietas bajas en grasa con restricción de calorĆas, aĆŗn y cuando a las personas que hacen dieta baja en carbohidratos se les permite comer todo lo que desean.
Reducción significativa de la presión arterial.
Baja los niveles de azĆŗcar en la sangre y mejora los sĆntomas de la diabetes en mayor medida que las dietas bajas en grasa.
Aumenta de forma notoria el porcentaje de colesterol HDL, el bueno.
Los niveles de los triglicƩridos son mucho mƔs bajos que en las dietas bajas en grasa.
Las dietas bajas en carbohidratos tambiĆ©n son mĆ”s fĆ”ciles de seguir, probablemente porque no requieren de restricciones en las calorĆas y en ningĆŗn momento se pasa hambre, de tal forma que el nĆŗmero de personas que concluyen los estudios en las dietas relacionadas con los carbohidratos es mayor.
Muchos de los profesionales de la salud que se suponen tienen el mejor interés en mente, para sus pacientes, tienen el descaro de afirmar que estas dietas son peligrosas, luego continúan vendiendo su dogma errado de la dieta baja en grasa que estÔ perjudicando a mÔs gente en lugar de ayudarles.
10. El azĆŗcar es saludable porque contiene calorĆas Ā«VacĆasĀ»
ComĆŗnmente se cree que el azĆŗcar es malo para la salud porque contiene calorĆas vacĆas.
Algo que indiscutiblemente es verdad, el azĆŗcar tiene un gran nĆŗmero de calorĆas que carecen de nutrientes esenciales. Pero eso es sólo la punta del iceberg.
Principalmente por su alto contenido en fructosa, el azúcar, afecta el metabolismo de tal manera que nos prepara para un rÔpido incremento de grasa, asà como de la enfermedad metabólica.
La fructosa se metaboliza en el hĆgado y una vez convertida en grasa es secretada en la sangre como partĆculas VLDL, lo que provoca que tanto los niveles de los triglicĆ©ridos como del colesterol se disparen.
TambiĆ©n causa resistencia a las hormonas insulina y leptina, que es un peldaƱo hacia la obesidad, sĆndrome metabólico y la diabetes.
Esto sólo para nombrar unos pocos, el azĆŗcar provoca una necesidad bioquĆmica perenne en los seres humanos de continuar comiendo, provocando de esa forma que las personas engorden sin remedio. Es probablemente el peor ingrediente en la dieta occidental tĆpica.
11. Alimentos altos en grasa se convierten en grasa
Es bastante intuitivo saber que si comemos grasas vamos a engordar.
La materia que se ve bajo nuestra piel y nos hace lucir fofos e hinchados es grasa. Asà que comer grasa debe contribuir a que en nuestros cuerpos, se acumule mÔs grasa
Pero no es asĆ de simple. A pesar de que las grasas tienen mĆ”s calorĆas por gramo que los carbohidratos o las proteĆnas, las dietas altas en grasas no provocan que la gente engorde.
Como con cualquier cosa, esto depende del contexto. Una dieta alta en grasas y alta en carbohidratos te hacen engordar, pero no es debido a la grasa.
De hecho, las dietas que son altas en grasa, y baja en carbohidratos, causan mayores pƩrdidas de grasa que las dietas bajas en grasa.
12. ¿Algo mÔs?
Esto es tan sólo la punta del iceberg, si continuamos rascando la superficie…
No dude en dejar un comentario si quiere aƱadirlo a la lista!
Este artĆculo es una curación de los contenido publicado por Kris Gunnars de Authority Nutrition y por Jean-Marc Dupuis en Agoravox
SerĆa increĆble si compartieras este post en tus redes sociales permitirĆa que pudiera ayudarle a mĆ”s gente.
Es por tu salud!
Jacobo
Fuentes:
1. http://authoritynutrition.com/11-biggest-lies-of-mainstream-nutrition/
2. http://www.agoravox.fr/tribune-libre/article/10-gros-mensonges-sur-la-nutrition-149244




