El tratamiento tradicional de las enfermedades autoinmunes se basa enteramente en la medicación, por descontado que el tratamiento de la enfermedad de Graves no es la excepción de la regla.
Puesto que es una enfermedad autoinmune!
No obstante, investigaciones recientes indican que mantener ciertos patrones de alimentación pueden y tienen influencia sobre los resultados del tratamiento de la enfermedad de Graves.
Este artículo examina las mejores pautas dietéticas para el tratamiento de la enfermedad de Graves, como lo demuestran las pruebas científicas actuales.
¿Qué es la enfermedad de Graves?
La enfermedad de Graves es una enfermedad autoinmune caracterizada por el comportamiento hiperactivo de la tiroides.
En el ámbito médico se conoce como hipertiroidismo.
No debe ser confundido con el hipotiroidismo (como la enfermedad de Hashimoto).
Fue descubierto por el Dr. Robert Graves en 1835 y se ha convertido en la causa más común de hipertiroidismo en el mundo desarrollado.
En su honor, dicha enfermedad recibió su apellido.
Un paciente de enfermedad de Graves tiene una tiroides que produce hormona tiroidea excesivamente.
Es causada por anticuerpos únicos llamadas inmunoglobulinas estimulante de la tiroides (TSI).
«Iimitan» la función de las hormonas que estimulan la producción de la tiroides.
La causa subyacente se desconoce, pero se sospecha que hay un gran componente genético en juego.
Desencadenantes conocidos incluyen infecciones, acontecimientos estresantes de la vida, elevada exposición al yodo y parto reciente.
Los síntomas de la enfermedad de Graves
Los síntomas de la enfermedad de Graves generalmente aparecen de forma rápida.
Los más comunes son:
- Pérdida de peso a pesar del aumento del apetito
- Ansiedad o depresión
- Irritabilidad e insomnio
- Intolerancia al calor o sudoración excesiva
- Latido irregular del corazón
- Bocio
- Irregularidad menstrual
- Problemas de la vista e hinchazón de los párpados
- Desequilibrios minerales que conducen a la osteoporosis
Tratamiento de la enfermedad de Graves
Aun y cuando la dieta tiene poderosos efectos sobre la salud, casi siempre se requiere tratamiento médico para problemas de la tiroides.
La enfermedad de Graves no es una excepción, y hay 3 opciones principales de tratamiento:
1. Fármacos antitiroideos para el tratamiento de la Enfermedad de Graves
Los medicamentos anti-tiroideos inhiben la capacidad del cuerpo para crear hormonas tiroideas.
Los dos tipos más comunes utilizados usan metimazol (MMI) y propiltiouracilo (PTU).
2. Tratamiento con yodo radiactivo
El tratamiento con yodo radioactivo (RAI) es por lo general la elección después de un ciclo fallido de medicamentos antitiroideos.
Actúa dañando o destruyendo las células de la tiroides, sin irradiar (al menos es lo que se pretende) otras células en el cuerpo.
Sin embargo, el 80% de las personas tratados con esta terapia terminan con hipotiroidismo (tiroides poco activa) y el 10% requieren tratamientos adicionales.
3. Cirugía de la tiroides
La cirugía de la tiroides es eficaz, pero arriesgada.
Suele ser la última opción de tratamiento y sólo se utiliza en pacientes que tienen una tiroides muy agrandada, o no son adecuados para otros tratamientos, como los niños.
De hecho, la extirpación quirúrgica de la tiroides puede ser una mejor opción que RAI para los niños que no obtienen beneficio de las drogas tiroideas.
Opciones dietéticas en el Tratamiento de la Enfermedad de Graves
A diferencia de la enfermedad de Hashimoto, las opciones dietéticas para la enfermedad de Graves no se consideran por lo general.
El objetivo ideal es desarrollar un patrón de alimentación que ayude a prevenir los déficit de nutrientes asociados a los factores de riesgo a la enfermedad de Graves.
El principal factor de riesgo (algo evitable) es la pérdida mineral ósea, conocida como osteoporosis.
Los nutrientes esenciales para la salud ósea óptima incluyen magnesio, calcio y vitamina D.
Fuentes alimenticias de magnesio
El magnesio es un mineral esencial en cientos de procesos corporales.
Estudios consistentemente encuentran que niveles bajos de magnesio están fuertemente relacionados con desequilibrios de minerales en los hueso y mayor riesgo de osteoporosis.
Teniendo en cuenta que un elevado porcentaje de la población mundial no consume suficiente magnesio, es vital mejorar el asesoramiento de dieta.
1 de cada 5 consumidores obtiene menos de la mitad del magnesio recomendado,
Las mejores fuentes alimenticias de magnesio son:
- Vegetales de hojas verdes como la espinaca
- Nueces de Brasil, almendras y anacardos
- Semillas de calabaza y semillas de sésamo
- Pescados grasos como caballa y atún.
Administración de suplementos de magnesio es sin duda una gran opción si hay déficit en magnesio.
Sin embargo, el exceso de magnesio también puede ser perjudicial, por ello es recomendable comenzar con los alimentos.
Fuentes alimenticias de calcio
El calcio es importante para la salud ósea, especialmente a medida que crecemos más viejos.
Las fuentes de alimento de calcio superior son:
- Productos lácteos
- Verduras de hojas verdes, como berro
- Almendras
- Brócoli.
Sin embargo, muchos expertos no ratifican los reportados beneficios del consumo de lácteo.
Y hay numerosos grupos étnicos con tasas de osteoporosis sumamente bajas que consumen muy poco productos lácteos, particularmente en Asia y África.
Esto sugiere que incluir el calcio en la dieta puede no ser tan importante como se pensaba inicialmente, por esa razón el magnesio aparece primer lugar.
Por lo general, el consumo moderado de lácteos es seguro y potencialmente útil, junto con el consumo habitual de verduras y frutos secos.
Si es importante destacar, que los lácteos deberían ser provenientes de reses alimentadas a la manera tradicional y no con maíz.
Si además la leche no es pasteurizada y homogenizada, sus beneficios serán mayores.
Suplementos de calcio están vinculados también sistemáticamente con resultados beneficiosos, pero podrían ser una precaución inofensiva para los pacientes de enfermedad de Graves.
Como siempre, primero habla con el médico.
Vitamina D para el Tratamiento de la Enfermedad de Graves
No hay duda que el aumento de la vitamina D es beneficioso para la salud de los huesos.
La mejor fuente es en realidad la exposición regular al sol.
Los pescados grasos como el salmón, el atún y la caballa son buenas fuentes alimenticias, pero son mucho menos útiles.
De hecho, la vitamina D es una de las raras excepciones en las que la suplementación es más eficaz que las fuentes de alimentos integrales.
Especialmente en las personas que padecen déficit de vitamina D.
Si el pescado graso y una mayor exposición al sol no son opciones, la administración de suplementos de vitamina D es muy recomendable después de hablar con el médico.
Una combinación de suplementos de calcio y vitamina D están vinculados a mejores resultados.
Esto significa que alimentos ricos en magnesio, calcio y vitamina D deben formar parte de la dieta. Los suplementos también son beneficiosos si el paciente tiene una deficiencia.
Alimentos y nutrientes que se deben limitar con Graves
Las recomendaciones siguientes se basan en gran parte en observaciones y estudios de casos médicos.
Esto significa que podemos formar teorías u opiniones, pero no deben ser consideradas como «demostradas»
Yodo
El yodo es un mineral requerido por la tiroides para producir hormonas tiroideas.
Su déficit en la dieta puede causar hipotiroidismo y parece que su consumo excesivo puede causar o contribuir al hipertiroidismo.
Hay que tener en cuenta que los alimentos ricos en yodo son sólo un problema cuando se consumen cantidades inusualmente exageradas de forma constante.
Algas marinas, té de algas, y suplementos de yodo podrían ser peligrosos, por lo que es mejor hablar con el médico primero.
El consumo regular de productos del mar o sushi no debería ser un problema.
Gluten
El gluten es una proteína encontrada en trigo.
La investigación muestra un vínculo entre intolerancia al gluten (enfermedad celíaca) y anticuerpos que dañan la tiroides.
Esto podría tener implicaciones tanto para el hipotiroidismo como para el hipertiroidismo.
Realmente, los estudios muestran que un paciente de enfermedad de Graves tiene un mayor riesgo de enfermedad celíaca.
De hecho, ese riesgo puede ser hasta 4,5 veces mayor que el de una persona sana.
Así que definitivamente hay una especie de conexión entre el consumo de gluten, enfermedad autoinmune y anticuerpos que dañan la glándula tiroides.
Investigación para la enfermedad celíaca es fundamental si sufres de Graves, y una dieta libre de gluten puede ser crítico.
Bociógenos
Algunas personas especulan que alimentos llamados bociogénicos puedan estimular una respuesta inmune potencialmente dañina para la tiroides.
Sin embargo, tendrían más probabilidades de ser un problema para el hipotiroidismo que para el hipertiroidismo.
Al igual que con todo lo que comemos y bebemos, es la dosis la que representa el problema.
Es muy probable que cantidades normales sean seguras.
Por ejemplo, comer brócoli en la cena.
En teoría podría ser un problema si se comen a diario cantidades exageradas.
La soja es mejor eliminarla de cuajo de la dieta.
El gluten puede ser un problema ya que el riesgo de la enfermedad celíaca es mucho mayor en los pacientes de Graves. Los alimentos bociogénicos probablemente sean seguros.
Entonces, ¿La enfermedad de Graves es curable?
La enfermedad de Graves no es curable, pero muy tratable!
Alrededor del 50% de los pacientes entran en remisión, sin recurrencia de los síntomas después de eso.
Esto se consigue con mayor facilidad mediante el tratamiento médico y una dieta apropiada sostenible.
Esto incluye alimentos ricos en magnesio, con bajo contenido de yodo, y tal vez incluso sin gluten.
Otros factores importantes a considerar incluyen el ejercicio regular para la fuerza ósea y muscular, y reducir el estrés crónico.
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