El asma bronquial es una inflamación crónica de las vías respiratorias.
Los principales síntomas del asma bronquial son:
- Edema y espasmo de los bronquios con ataques de asfixia y sensación de opresión en el pecho.
- Inhalación corta y dificultad para exhalar.
- Sibilancias.
Así, la luz de las vías respiratorias se estrechan o superpoene debido a la contracción de las paredes o la formación de tapones mucosos en ellas.
Recientemente, la incidencia de asma bronquial, especialmente entre niños y adolescentes, ha aumentado en todo el mundo.
La condición conduce cada vez más a una discapacidad temprana. Por otro lado, el número de muerte va en aumento.
Las causas del asma bronquial
El mecanismo de desarrollo de una reacción espasmódica de los bronquios es siempre una alergia.
Hay muchas razones para que se desarrolle una alergia:
- Bioalergenos exógenos: polen, pelo de animales, productos alimenticios específicos.
- Alérgenos inorgánicos exógenos: polvo mineral, gases, vapores, productos de combustión.
- Alérgeno médicos: intolerancia individual a ciertos medicamentos.
- Alérgenos físicos: humedad muy elevada o, por el contrario, aire seco, temperatura alta o baja.
- Los alérgenos endógenos son disparadores de reacciones autoinmunes que desencadenan el mecanismo de aumento patológico del espasmo de la pared bronquial.
Otros factores que influyen en el desarrollo del asma bronquial
Además, hay una serie de factores que contribuyen al desarrollo del asma bronquial en general y a la aparición de brotes individuales:
- Predisposición hereditaria, que se observa en un 33% de los pacientes. Si uno de los padres está enfermo con asma bronquial, entonces la probabilidad de esta enfermedad en un hijo es aproximadamente del 30%, y si ambos padres están enfermos, entonces supera el 70%.
- Infecciones bacterianas o virales presentes constantemente en el cuerpo.
- Cualquier trastorno del sistema inmunológico.
- Malos hábitos, principalmente fumar.
- Trabajar en atmósfera contaminada con partículas finas.
- Vivir en pésimas condiciones ambientales.
- Desnutrición crónica.
- Consumo sin control de medicamentos.
El asma se puede contraer independientemente de la edad.
Pero, en más de la mitad de los casos, los primeros síntomas del asma bronquial se observan en niños menores de 10 años.
Esto se debe al hecho de que antes de la pubertad, el sistema inmunológico del niño fisiológicamente todavía es inmaduro.
Así, la probabilidad de prevenir el desarrollo de alergias es mucho mayor.
Por lo general, la aparición del asma bronquial está precedida por:
- Diversas infecciones del tracto respiratorio.
- Rinitis alérgica.
- Conjuntivitis.
- Tos.
Diagnóstico del asma bronquial
Para el diagnostico se deben tomar en cuenta las recomendaciones recibidas en consulta con un alergólogo, neumólogo y otorrinolaringólogo.
Para un diagnostico preciso se deben analizar los resultados de los siguientes exámenes:
Exámenes de laboratorio para el asma bronquial
Los exámenes de laboratorio que generalmente se prescriben son:
- Análisis de sangre realizado cada 10 días.
- Examen químico de la sangre.
- Estudio de la concentración de glucosa en sangre.
- Pruebas de VIH, sífilis y hepatitis.
- Análisis general de la descarga del tracto respiratorio.
- Cultivo bacteriológico.
- Cultivo de la microflora resultante para controlar la resistencia a los antibióticos.
- Examen general de orina.
Una evaluación de laboratorio del funcionamiento del sistema inmunológico es algo diferente debido a su mayor importancia en el asma bronquial:
Exámenes para comprobar el estado del sistema inmune
Los siguientes exámenes sirven para controlar el estado del sistema inmunológico:
- Prueba cutánea de alergias.
- Estudio de la concentración de inmunoglobulinas A, M y G en suero sanguíneo.
- Evaluación del contenido de inmunoglobulina E total en la sangre y sus formas específicas.
- Análisis del contenido en sangre de formas específicas de inmunoglobulina IgG.
- Pruebas agentes provocadoras de alergia en la conjuntiva, la mucosa nasal y el tracto respiratorio.
- Estudio de la inhibición de la migración natural de leucocitos.
Los métodos de diagnóstico instrumental también se utilizan ampliamente:
- Radiografía de tórax y senos nasales.
- Electrocardiografía.
- Estudio de la función de la respiración externa con flujometría máxima.
- Broncoscopia diagnóstica.
- Pruebas de reactividad bronquial bajo la influencia de diversos fármacos y esfuerzo físico.
Además, en los últimos años se ha demostrado claramente la dependencia de la gravedad del asma de la presencia de infecciones concomitantes.
Pueden ser causadas tanto por lesiones bacterianas comunes con un curso crónico lento como por agentes más específicos:
Infecciones
Es importante controlar la existencia de ciertas infecciones como:
- Clamidia.
- Micoplasma.
- Citomegalovirus.
- Virus de Epstein Barr.
- Diferentes cepas del virus del herpes.
- Hongos.
- Helmintos.
Por lo tanto, en el diagnóstico del asma bronquial, se presta especial atención a los exámenes virológicos y bacterianos de varios entornos del cuerpo (principalmente esputo).
También es necesario realizar la identificación de infecciones causadas por parásitos.
Por lo general, para esto, se usa un estudio de heces para detectar presencia de huevos de gusanos y sangre para la presencia de anticuerpos contra helmintos.
Tratamiento del asma bronquial
Para reducir el número de ataques de asma bronquial, es vital limitar, e idealmente excluir, el contacto del paciente con el alérgeno.
Al final de cuentas, el alérgeno es el que desencadena la aparición del broncoespasmo.
Para ello se necesitan distintos elementos como ser:
- Usar purificadores de aire y acondicionadores de aire para ventilar la habitación y eliminar las partículas de polvo de su atmósfera.
- Usar humidificadores para combatir la sequedad excesiva.
- Instalar control de clima para mantener una temperatura ambiente estable y cómoda para los pacientes.
- Eliminar los ácaros del polvo y las cucarachas.
- Usar fundas hipoalergénicas como ropa de cama.
- Retirar alfombras, especialmente si son velludas.
- Evitar el contacto con mascotas.
- Elegir una dieta hipoalergénica.
Inmunoterapia con alérgenos específicos (ASIT)
La inmunoterapia con alérgenos específicos (ASIT) es un método eficaz para tratar el asma bronquial.
El objetivo de este método de terapia es reducir la sensibilidad del sistema inmunológico del paciente a un alérgeno específico.
De hecho, ASIT es un tipo especial de vacunación prolongada y lenta, puesto que la duración del tratamiento puede llegar hasta los 5 años.
Indicaciones de uso de la inmunoterapia con alérgenos específicos ASIT
La ASIT se puede prescribir en los siguientes casos:
- El papel comprobado de un determinado alérgeno (productos químicos domésticos, polen, lana) en la aparición de brotes de asma bronquial.
- La incapacidad del paciente para evitar el contacto con la sustancia alergénica.
- Edad hasta 50 años.
Contraindicaciones para el uso de ASIT
El uso de la terapia ASIT NUNCA se debe aplicar en los siguientes casos:
- Período de exacerbación de la enfermedad.
- Forma muy grave de asma.
- Embarazo.
- Oncopatología, trastornos autoinmunes, lesiones infecciosas en fase aguda, enfermedades de la sangre.
Solo un alergólogo debe elegir un alérgeno para ASIT y determinar la duración del tratamiento.
La esencia del procedimiento es administrar al paciente microdosis del alérgeno o sus mezclas de acuerdo con esquemas previamente desarrollados.
Para el asma bronquial, en adultos, se usan inyecciones subcutáneas; en niños, gotas debajo de la lengua.
Con el tiempo, la dosis y la concentración del alérgeno aumentan.
Gracias a esto, el sistema inmunológico se acostumbra gradualmente a su presencia en el cuerpo y la gravedad de la reacción alérgica a la misma, incluida la reacción de los bronquios, disminuye lentamente hasta desaparecer por completo.
Con la ayuda de ASIT, es posible:
- Reducir el número de ataques y la cantidad de medicamentos que se toman.
- Prevenir la transición de la enfermedad a una etapa más grave e incluso provocar una remisión estable.
Por lo tanto, lograr resultados óptimos con ASIT ayudará a:
- Inicio temprano de la terapia, lo mejor de todo cuando se detectan los primeros signos de asma.
- Destruir todos los focos de infección en el cuerpo.
- Tratamiento antihelmíntico.
- Fortalecer el estado inmunológico.
Medicamentos
La terapia con medicamentos para el asma bronquial se divide en:
- Básicos, de uso constante para el control de la enfermedad (cromonas, glucocorticosteroides orales e inhalados, fármacos antileucotrienos y anticuerpos monoclonales);
- Sintomáticos, diseñado para combatir las convulsiones (medicamentos que alivian el espasmo de la musculatura lisa de los bronquios – β 2 -adrenomiméticos y xantinas).
Actitud de la persona afectada
Además de los productos farmacéuticos, ASIT y otros métodos de tratamiento para el asma bronquial, el comportamiento del propio paciente es extremadamente importante.
El éxito de la terapia y la probabilidad de lograr una remisión estable de la enfermedad dependen en gran medida de ella.
Para obtener el resultado ideal, el paciente debe seguir estrictamente ciertas reglas:
- Informarse sobre el asma bronquial. Al hacerlo, utilizar solo fuentes confiables: obtener información del médico, de literatura médica científica popular y confiable.
- Inscribirse en clases en una escuela de asma en tu ciudad, en su defecto, en la comunidad virtual. Aprovecha los consejos que recibes allí y cambia tu estilo de vida, ambiente y decoración de acuerdo con ellos.
- Bajo ningún motivo debes cambiar los regímenes de tratamiento prescritos por el médico. Sigue estrictamente sus recomendaciones.
- Acudir a citas para examen de rutina, especialmente durante los brotes del asma bronquial.
- Controlar el estado corporal a diario, tanto subjetivamente como utilizando parámetros objetivos como las mediciones de flujo máximo.
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