La mastitis purulenta es una inflamación en los conductos lácteos de las glándulas mamarias femeninas hasta el punto de ser bloqueados.
Por lo general es causada por reproducción excesiva de microorganismo dañinos, hasta el punto de causar una infección.
A pesar de los éxitos logrados por la medicina en el tratamiento de infecciones, la mastitis purulenta sigue siendo un problema crucial de la cirugía moderna.
Las principales dificultades que surgen en mujeres con mastitis purulenta son:
- Período de hospitalización prolongado.
- La cantidad de recaídas y la repetición de intervención quirúrgica son muchísimas.
- Envenenamiento de la sangre, una grave complicación de la mastitis purulenta.
- Problemas cosméticos que se notan luego del tratamiento.
Causas de la mastitis purulenta
La enfermedad se desarrolla en 0.6-3.5% de las mujeres después del parto.
Alrededor del 50% de los casos de mastitis purulenta en la lactancia ocurren en el primer mes después del nacimiento.
Un factor predeterminante es el estancamiento de la leche en los conductos de la glándula (lactostasis), que dura de 3 a 5 días.
El agente causante de la enfermedad es una bacteria patógena, en el 93-95% de los casos es Staphylococcus aureus.
- Infección nosocomial (es decir, contraída por el paciente en un centro médico a la salud (hospitales o similares).
- Infecciones en el hospital de visitas, o del personal médico.
- Transmisión de la infección de un niño que padece enfermedades inflamatorias de la vía nasofaringe, inflamación pustulosa de la piel.
Por lo general, la mastitis purulenta se desarrolla en mujeres debilitadas por un parto difícil, complicaciones postparto, o en mujeres que tienen enfermedades somáticas.
Mastitis supurativa no láctica
La mastitis supurativa no láctica es más rara aun, su desarrollo no depende de la lactancia materna.
Razones para su desarrollo:
- Lesiones.
- Enfermedades inflamatorias purulentas del tejido subcutáneo (eczema, furunculosis).
- Mastopatía fibroquística y sus complicaciones (fibroadenoma, papiloma intraductal).
- Tumores malignos de la glándula mamaria.
- Implantación de materiales sintéticos en el tejido mamario.
- Tuberculosis, lesiones sifilíticas de la glándula mamaria.
Los agentes causantes de la mastitis no láctica son una combinación de infección anaeróbica con enterobacterias o Staphylococcus aureus.
En el 20% de los casos, se encuentran bacterias pertenecientes a la familia Enterobacteriaceae, P. Aeruginosa.
Clasificación
Se distinguen los siguientes tipos de inflamación purulenta de la glándula mamaria:
- Mastitis serosa aguda.
- Mastitis infiltrativa aguda.
- Absceso debido a mastitis purulenta (dividida en apóstoma, mastitis mixta y absceso mamario).
- Mastitis purulenta flemonosa.
- Mastitis necrótica gangrenosa.
Dependiendo de la ubicación del proceso inflamatorio, se distinguen las siguientes formas de mastitis purulenta:
- Subcutánea.
- Subareolar.
- Intramamaria.
- Total.
La enfermedad comienza con lactostasis: estancamiento de la leche materna. Si el estancamiento dura de 3 a 4 días, pasa a la etapa serosa, con los siguientes síntomas:
- Dolor y pesadez en la glándula mamaria.
- La temperatura corporal puede llegar a los 38 grados centígrados
- Agrandamiento del seno afectado.
- Enrojecimiento de la piel en la zona de inflamación.
- El volumen de leche extraída se reduce.
La falta de tratamiento y/o la debilidad del sistema inmune conducen a un mayor desarrollo de la enfermedad: la aparición de infiltrados densos.
Pocos días después, comienza la mastitis purulenta con absceso.
Síntomas de mastitis purulenta
Los síntomas son enrojecimiento, hinchazón y sensación de pesadez en la glándula mamaria, fiebre elevada y la formación de una cavidad purulenta debajo de la piel:
- Temperatura corporal superior a 38 ° C.
- Empeoramiento de la salud, debilidad.
- Dolor agudo en el área del infiltrado.
- Engrosamiento del tejido mamario o un bulto en la mama.
Con forma infiltrativa-absceso, se forman muchos abscesos pequeños, llenos de contenido purulento.
En caso de la mastitis flemonosa, el proceso de intoxicación se intensifica, la temperatura aumenta a 39 ° C.
La glándula mamaria se hincha de forma ostensible hasta el punto de aumentar su tamaño, la piel adquiere un tinte azulado.
Además, debido al edema, el pezón se introduce en la glándula.
Diagnostico
Si aparecen uno o más síntomas de mastitis purulenta, es vital la consulta urgente con el médico.
Después de un examen visual, el médico puede prescribir una ecografía, el mejor método para determinar la ubicación exacta del foco de inflamación purulenta.
Mediante la ecografía, es fácil realizar una punción de los tejidos afectados para una biopsia bacteriológica.
Métodos de diagnóstico de laboratorio:
- Análisis de sangre general.
- Análisis general de orina: aumento de la tasa de sedimentación eritrocítica (ESR), recuento de glóbulos blancos con «desviación a la derecha».
- Examen bacteriológico de la secreción purulenta tomada por punción con una aguja gruesa.
- Azúcar en la sangre.
Tratamiento de mastitis purulenta
Existen varios enfoques para el tratamiento de la mastitis purulenta, desde métodos suaves hasta métodos quirúrgicos radicales.
En casi todos los casos, se requiere una intervención quirúrgica en el foco de la inflamación.
En la etapa inicial, es posible la introducción de medicamentos antibacterianos (penicilina) en la cavidad del absceso.
Antes de la manipulación, la piel de la mama se anestesia con novocaína, luego se abren los tejidos y se elimina la pus de la cavidad.
Seguidamente, se administran novocaína y antibióticos, repitiendo el tratamiento a diario.
La cantidad de pus disminuye a diario, la temperatura baja, la intensidad del dolor y la salud mejoran.
Tan pronto como la descarga se vuelve serosa y sangrienta, se puede decir que el tratamiento ha tenido éxito.
Por otro lado, la paciente va a necesitar una transfusión sanguínea.
Ventajas del método:
- Cicatrices mínimas en el seno.
- Es posible mantener la lactancia materna.
- No hay defectos cosméticos en el seno.
Hay otro método similar para tratar la mastitis purulenta. Pero, no se usa en las formas flemonosas y gangrenosas de la enfermedad.
Si después de 3 días desde el inicio del tratamiento, no hay mejoría, la temperatura no disminuye, se realiza una cirugía radical bajo anestesia general.
En la dirección del pezón, se realiza una incisión para eliminar la pus, luego, durante 5-10 días, se drena la pus a diario.
Durante este tiempo, se aplican novocaína, antisépticos y antibióticos en la incisión.
Después de 8-10 días, se retiran los puntos.
¿Debe mantenerse la lactancia después del tratamiento?
Hasta que se conocen los resultados del examen bacteriológico de la leche tanto del seno sano como del afectado, bajo ningún motivo se debe alimentar al bebé con leche materna.
Si la leche tiene características positivas en un seno sano, se puede extraer y usar para alimentar al bebé.
Si la mastitis se complica debido a recaídas, la lactancia materna se suspende debido a los médicamentos que va a aplicar el médico.
Complicaciones debido a la mastitis purulenta
Las consecuencias negativas de la enfermedad se dividen en complicaciones debidas a la mastitis (flemón, gangrena, envenenamiento de la sangre) y complicaciones postoperatorias:
- Fístula de leche.
- Inflamación de la herida quirúrgica.
- Recaída de mastitis purulenta.
- Defecto cosmético.
- Cicatrización y deformación de la glándula mamaria.
Prevención de la inflamación purulenta de la glándula mamaria
Para prevenir la inflamación purulenta de la glándula mamaria, se deben tomar medidas preventivas:
- Dieta racional y enfocada a potenciar la inmunidad.
- Ducharse a diario, con el consiguiente cambio de ropa.
- Usar sostenes de algodón, que coincidan con la copa exacta.
- Después de alimentar al bebé, lavarse el seno con agua tibia durante unos 10-15 minutos.
- Tratar grietas en los pezones.
- Extraer la leche para evitar su estancamiento.
Ante la menor sospecha de aparición de inflamación en la glándula mamaria, debes consultar inmediatamente al médico.
En este caso, es posible minimizar los efectos de la mastitis purulenta.
La prevención de la mastitis postparto tiene como objetivo prevenir el desarrollo de lactostasis.
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