¿Cómo influye la autoinmunidad en la digestión? ¿Hasta qué punto es capaz de afectar el sistema digestivo una enfermedad autoinmune?
Cuando se habla de enfermedades autoinmunes, una de dos, o bien conoces una persona diagnosticada con una enfermedad autoinmune, o bien te han diagnosticado una enfermedad autoinmune.
La característica única de las enfermedades autoinmunes es que el sistema inmune es el propio atacante.
Es decir, ¡Tu propio organismo te ataca!
Esto suena contra-natura para la supervivencia, y los pacientes de enfermedades autoinmunes sin duda estarán de acuerdo.
Así las cosas ¿Por qué se desarrolla la autoinmunidad? ¿Qué podemos aprender de ella? ¿Qué podemos hacer para tratar e incluso prevenir la autoinmunidad?
Investigar estas preguntas nos puede dar algunas respuestas valiosas.
Sabemos que en la enfermedad celíaca, el sistema inmunológico dirige el ataque hacia el revestimiento del intestino delgado, marcando hasta cierto punto el inicio de la permeabilidad intestinal.
En la artritis reumatoide (AR), el sistema inmunológico ataca el líquido sinovial de las articulaciones.
Con lupus eritematoso sistémico, el sistema inmunológico ataca sus propios tejidos; en la esclerosis múltiple (EM), se ataca la vaina de mielina del sistema nervioso.
Cuando se trata de enfermedades autoinmunes de la tiroides, el sistema inmunológico ataca la glándula tiroides.
No es una lista exhaustiva de enfermedades autoinmunes, pero, permiten ver el panorama por completo.
Las enfermedades autoinmunes siempre se desarrollan a la par de otras enfermedades autoinmunes
Donde hay una, es probable encontrar otra.
Por ejemplo, la autoinmunidad ocurre en alrededor del 3% de la población en general.
Por otro lado, el 30% de las personas con enfermedad celíaca, sufren otras enfermedades autoinmunes.
Se trata de una porcentaje elevado.
Los investigadores están tratando de averiguar los mecanismos específicos para explicar por qué se da esta situación.
Es fácilmente observable, pero su explicación es mucho más compleja.
Hasta el momento, aunque el cuadro no está completo, el trabajo de los investigadores y los médicos es construir el marco de comprensión de los mecanismos que sustentan la autoinmunidad.
De particular interés es el trabajo pionero del Dr. Fasano, médico e investigador de la University of Maryland quien dirige las principales investigaciones sobre la enfermedad celíaca.
Él y su equipo han descubierto algunas tendencias muy interesantes en la enfermedad celíaca que pueden realmente aplicarse a otras condiciones autoinmunes.
Esto plantea la valiosa posibilidad de que los enfoques de tratamiento para la enfermedad celíaca pueden beneficiar a pacientes de otras enfermedades autoinmunes.
La tríada autoinmune
El trabajo del Dr. Fasano ha confirmado que en la enfermedad celíaca, tienen que estar presentes 3 factores para desarrollar una enfermedad:
- Un desencadenante.
- Una susceptibilidad genética.
- La permeabilidad intestinal.
Factores que ya debes conocer si eres lector asiduo de mi web.
1. Desencadenante ambiental
Un disparador ambiental siempre está presente.
En el caso de la enfermedad celíaca, el disparador es el gluten, proteína que se encuentra en trigo, cebada, centeno y sus derivados.
En otras enfermedades autoinmunes, el disparador podría ser:
- Alergias/intolerancias alimenticias.
- Enfermedades.
- Infecciones.
- Traumas.
Incluso, cambios importantes en la vida como el divorcio o la muerte de un ser querido.
2. Susceptibilidad genética
A continuación, la persona debe estar predispuesto genéticamente.
Tendemos a pensar que la genética es «todo y la quintaesencia» de nuestra salud, la composición del cuerpo e, incluso el comportamiento, pero esto está lejos de la verdad.
La genética si bien juega un papel vital, no es el principal agente.
Las personas que sufren de enfermedad celíaca han heredado un conjunto de genes que codifica las proteínas particulares que los hace más sensibles al gluten.
Es decir, su sistema inmunológico está «preparado» para reaccionar al gluten.
Además, personas con enfermedad celíaca también tienden a sobre producir al mensajero químico IL-15, que estimula aun más el sistema inmunológico.
Otras condiciones autoinmunes también se asocian a particulares subtipos de HLA-DQ, algunos superpuestos con celiacos y otros no.
Curiosamente, el hipotiroidismo autoinmune de Hashimoto se traslapa con la enfermedad celíaca.
3. Intestino hiperpermeable o síndrome de intestino permeable
El último agente es el síndrome de intestino permeable.
El concepto del intestino permeable inicialmente fue recibido con gran escepticismo por la comunidad médica convencional.
Afortunadamente y gracias al trabajo pionero del Dr. Fasano y otros, el escepticismo poco a poco va desapareciendo.
Al día de hoy, la búsqueda de respuestas para ayudar a personas que sufren de intestino permeable, es intensa.
En un intestino delgado normal, las células que recubren la parte interna del intestino están una al lado de la otra, unidas por lo que se conoce como «Uniones Estrechas».
Las «Uniones Estrechas», como su nombre lo indica, son espacios muy pequeños, entre las células.
Las personas con enfermedad celíaca y otras condiciones autoinmunes, las «Uniones Estrechas» se aflojan y separan, creando un espacio anormalmente grande entre las células.
Esta separación, permite que el gluten y otras partículas de alimentos puedan entrar en el cuerpo y tener contacto directo con el sistema inmunológico, evitando las rutas normales de absorción.
Como se puede predecir, este contacto activa el sistema inmunológico y crea una respuesta inflamatoria.
Por que ceden las «uniones estrechas»
¿Qué provoca que las «uniones estrechas» cedan?
Varios factores pueden contribuir realmente a la alteración de una área tan sensible.
Nuestras células inmunitarias, en respuesta a determinados alimentos, pueden alterar las «Uniones Estrechas», hasta causar disbiosis de la flora intestinal normal.
También pueden contribuir las infecciones intestinales y el uso excesivo de antibióticos.
Estos factores parecen impredecibles.
Pero, ¿Qué pasa en ausencia de infecciones intestinales?
Bueno, las personas con enfermedad celíaca y otras condiciones autoinmunes sobre-producen una proteína llamada zonulin.
¿Adivina qué hace la proteína zonulin?
Exactamente, ¡Altera las «Uniones Estrechas»!
Así, el aumento de la permeabilidad intestinal causada por alimentos sirven de disparadores interactuando con las células inmunes que son genéticamente sensibles a reaccionar a dichos alimentos, causando estragos en el sistema.
Todos estos factores deben concurrir de forma simultanea, así que si un factor puede ser obviado, ¿Podemos prevenir el desarrollo de la autoinmunidad?
En el caso de la enfermedad celíaca, la respuesta es un sí rotundo.
La eliminación del gluten de la dieta detiene el proceso de la enfermedad desde su inicio.
Aplicando la lección
Las enfermedades autoinmunes para que se manifiesten necesitan la triada autoinmune. Es decir, no brotan al azar o porque «son algo de la familia».
Una vez que se entiende este criterio, las opciones de tratamiento pueden empezar a salir a la luz.
Los estudios en curso para el tratamiento de la enfermedad celíaca y otras enfermedades autoinmunes se enfocan en:
- Las molécula bloqueadoras.
- Los bloqueadores de zonulin.
- Los agentes de modulación inmune.
- Otros fármacos.
Sin embargo, el propósito de este artículo es darte a conocer lo que puedes hacer en tu propia vida, en tu hogar, así podrías ayudarte a ti mismo, incluso a tus vecinos.
¡El mejor lugar para comenzar es la cocina!
Los alimentos que comemos (y no comemos, para el caso) juegan un papel vital en nuestra salud.
Personas con condiciones autoinmunes, incluyendo la enfermedad celíaca, tienen necesidades nutricionales únicas.
Para empezar, debido a la naturaleza muy activa de su sistema inmunológico, sus necesidades de antioxidantes, son mayores que los de la población normal.
Los antioxidantes se encuentran en abundancia en verduras frescas y frutas, té verde y cacao en polvo.
Consumir una dieta rica en verduras y frutas más de 5-8 porciones al día es una manera segura de obtener antioxidantes.
Son preferibles las verduras de colores variados para obtener el nivel óptimo de antioxidantes. Las frutas rojas, negras, azules y moradas y las bayas son también fuentes riquísimas de antioxidantes.
Para las frutas, son mejores las que tienen un índice glucémico bajo como:
- Bayas.
- Cerezas.
- Manzanas.
- Peras.
- Granadas.
- Pomelos.
Las frutas tropicales y las uvas, tienen índice glucémico más alto, así que es mejor consumirlas con moderación.
De acuerdo con lo que hemos aprendido en este artículo, tiene sentido que las personas con enfermedades autoinmunes eviten el gluten y productos que contengan gluten, tanto como puedan.
Entonces ¿Qué nos queda para comer, puesto que el gluten es prácticamente omnipresente en nuestra dieta?
Los alimentos que puedes incluir en la dieta realmente son algunos de los alimentos más sanos.
Los más apropiados son: verduras, frutas, tubérculos, proteínas, frutos secos, semillas y grasas saludables.
Y todos los productos que no tengan gluten como pastas, panes y productos horneados.
Pero, ojo, una palabra de precaución aquí.
Gluten
El gluten ha desplazado los alimentos que solíamos comer antes de que fuera tan fácil obtener los alimentos.
La dieta antes de la revolución agrícola, los alimentos que comía la humanidad antes de que dos tercios de ella tuviera sobrepeso, fuera obesa o sufriera alergias alimenticias.
Cuando la dieta se basa en alimentos procesados, ya sean productos de panadería libres o no de gluten, no estamos comiendo los alimentos saludables mencionados anteriormente.
Las personas con enfermedades autoinmunes deben seguir una dieta hipoalergénica, es decir, una dieta que evite causar la menor respuesta inmune e inflamación.
Este tipo de dieta está conformada en gran parte con alimentos reales, los alimentos ya mencionados y muy pobre en términos de azúcar, granos y productos lácteos.
Verduras como las solanáceas: tomates, pimientos, berenjenas y patatas blancas, han demostrado aumentar la permeabilidad intestinal en enfermos autoinmunes y estos alimentos también deben ser reducidos.
Así, incluir verduras, proteína magra como pechuga de pollo y de pavo, ternera o lomo de cerdo, tal vez una patata dulce, con una taza de bayas con crema de coco como postre, y estarás en la ruta idónea.
El problema de la deshidratación
La hidratación es otro gran problema, aunque a menudo es un factor que se pasa por alto.
El agua es el solvente definitivo, lo que significa que puede disolver muchas, muchas cosas.
La hidratación adecuada del organismo puede realmente ayudar a diluir algunos de los marcadores inflamatorios.
¡No subestimes su poder!
Lo ideal es consumir la mitad de nuestro peso corporal, en onzas de agua diariamente.
Ejemplo: Si pesas 90 Kl (unas 200 libras), intenta beber entre 45 (100) onzas de agua diariamente.
El ejercicio, particularmente el entrenamiento por intervalos y el entrenamiento de resistencia, aumenta el flujo sanguíneo y la circulación, ayudando a eliminar las moléculas inflamatorias.
Más importante aún, la resistencia y el entrenamiento a intervalos estimulan la liberación de la hormona de crecimiento humana, una poderosa hormona antiinflamatorio, pro curativa.
Si no practicas actividades físicas, ahora es el momento de comenzar a buscar la actividad física que más te convenga.
Los pacientes de enfermedad celíaca haría bien en un incluir en la dieta nutrientes para mejorar la salud digestiva.
Asimismo, una persona con enfermedad de la tiroides puede utilizar nutrientes para complementar su tiroides y así sucesivamente.
Como regla general, puesto que sabemos que la autoinmunidad para estar presente, necesita la triada autoinmune.
Así que el tratamiento del sistema digestivo siempre será una excelente idea.
Últimas palabras en torno a la influencia de la autoinmunidad en la digestión
La enfermedad celíaca es un increíble modelo para muchas otras enfermedades autoinmunes.
De ella pueden extraerse muchas lecciones tanto de la fisiopatología de la enfermedad en sí, como de su tratamiento y da esperanza para otras enfermedades autoinmunes.
Cuando estas similitudes compartidas sean más claras, más y más opciones de tratamiento estarán disponibles, incluyendo la dieta y el estilo de vida.
Nunca subestimes la influencia de la dieta, así como el estilo de vida en la salud.
Espero que hayas encontrado este artículo útil y me ayudes a compartir en tus redes sociales.
Puedes suscribirte a mi blog o a mi NewsLetter y seguirme en Facebook.
Lo más importante…Tu salud!
La autoinmunidad en la digestión puede convertir la vida en un infierno.
Lecturas sugeridas sobre la autoinmunidad en la digestión
- ¿Por qué los médicos son tan escépticos ante la posibilidad de “curar” las condiciones autoinmunes?
- ¿Qué hacer durante y después de los brotes autoinmunes? – Hashimoto o cualquier enfermedad autoinmune
- 9 cosas que deben saber las personas que padecen autoinmunidad