El adenoma de la glándula tiroides es un nódulo benigno formada a partir de células glandulares.
Dicho nódulo es capaz de aumentar la producción de hormonas de forma excesiva y puede llegar a convertirse en tumor maligno.
Esta enfermedad también se conoce como tumor benigno de la glándula tiroides, que se forma en el tejido fibroso.
Por lo general, este tipo de tumor es único, en algunas ocasiones al ganglio también se le puede llamar adenoma tirotóxico.
La proporción de mujeres que sufren adenomas de la glándula tiroides es de 3 a 4 veces mayor que en hombres.
Por lo general la edad promedio de los pacientes con adenoma es de 45 a 55 años.
La glándula tiroides se encuentra en la superficie frontal del cuello humano y consta de dos lóbulos, el derecho y el izquierdo, conectados por un istmo estrecho.
El lóbulo piramidal también es muy común y por lo general se desarrolla con mayor frecuencia en el lóbulo izquierdo.
El peso de la glándula tiroides en un adulto es de 12-25 gramos, el volumen normal de la glándula en las mujeres es de hasta 18 ml, en los hombres de hasta 25 ml.
Los adenomas de la glándula tiroides son neoplasias condicionalmente benignas
Dependiendo de su actividad hormonal, los adenomas pueden ocurrir en el contexto de un estado eutiroideo o conducir al desarrollo de hipertiroidismo:
- Adenoma tóxico.
- Enfermedad de Plummer.
- Autonomía funcional de la glándula tiroides.
Los factores de riesgo para el desarrollo de adenoma incluyen dietas con bajo contenido de yodo, la existencia de bocio eutiroideo nodular y predisposición hereditaria.
El punto de partida que conduce al desarrollo de la enfermedad son a menudo lesiones en el cuello (hematomas, moretones).
Por lo general, los adenomas de la glándula tiroides se desarrollan en el contexto de una enfermedad autoinmune.
Factores que contribuyen a la aparición de adenomas de la glándula tiroides
- Aumento de la actividad de la glándula pituitaria: Los adenomas a menudo ocurren debido a influencia excesiva de las hormonas que se producen en la pituitaria.
- Disfunción del sistema nervioso autónomo, que regula el trabajo de los órganos internos.
- Herencia: Si hay parientes cercanos con adenoma diagnosticado, entonces la probabilidad de desarrollar un adenoma es mayor.
- El efecto de diversas sustancias tóxicas en el cuerpo, exposición a toxinas (condiciones ambientales desfavorables).
- Riesgos laborales.
- Desequilibrio hormonal general.
- deficiencia de yodo.
- El adenoma tóxico de la glándula tiroides puede desarrollarse a partir de un ganglio no tóxico o por un bocio nodular.
- Lesiones en el cuello.
- Predisposición hereditaria.
- Enfermedades autoinmunes.
Clasificación de los adenomas de tiroides
Los tumores de la glándula tiroides son un fenómeno común, casi la mitad de todas las patologías asociadas a este órgano se encuentran en el adenoma.
Con la edad, los riesgos de una neoplasia aumentan; después de los 50-55 años, una de cada dos personas puede sufrir esta enfermedad.
Un tumor benigno que se desarrolla a partir de los tejidos de la glándula tiroides se caracteriza por un crecimiento lento y la presencia de una cápsula.
Con la falta de tratamiento durante mucho tiempo, existen riesgos de degeneración de la formación en un tumor canceroso.
El agrandamiento del tumor comprime las estructuras adyacentes.
La buena noticia es que la enfermedad se puede tratar fácilmente, solo necesitas ver a un médico de manera oportuna.
Hay varios tipos de formaciones, la mayoría de las veces son:
- Folicular.
- Papilar.
- Oxifílico u oncocítico.
- Tóxico.
- Células claras.
- Cistoadenoma.
- Atípico.
Los adenomas tiroideos son tumores con potencial de convertirse en malignos, es decir, la posibilidad de transformarse en cáncer de glándula tiroides es elevada.
Síntomas debidos al adenoma de la glándula tiroides
La proliferación de los tejidos glandulares de la glándula tiroides ocurre con bastante lentitud sin manifestaciones externas.
Por lo tanto, la mayoría de los pacientes desconocen el problema durante mucho tiempo.
El adenoma de la glándula tiroides a menudo se descubre por accidente, durante un examen médico (por eso es tan importante acudir a ellos).
La mayoría de las veces, el diagnóstico se realiza en mujeres que han superado los 40 años, por lo que se debe considerar cuidadosamente síntomas sospechosos como:
- Aumento de la fatiga.
- Cambios brusco de humor, aumento del llanto e irritabilidad.
- Aumento de la sudoración o sudoración excesiva.
- Intolerancia repentina a temperaturas elevadas.
- Pérdida inexplicable de peso.
- Alteración del ritmo cardíaco (taquicardia) y aumento de la presión arterial.
- Insomnio.
- Deformidad visible del cuello.
- Síndrome de compresión ( sensación de presión ).
- Dificultad para respirar.
- El desarrollo de bocio tóxico.
- Hematomas infectados.
- Taquicardia en reposo.
- Fatiga rápida con menor esfuerzo físico.
- Alteraciones del tracto gastrointestinal.
- Aumento de la presión arterial.
- Aumento de la temperatura corporal.
- Letargo.
Dependiendo del tipo y estadio de la enfermedad, habrán unos u otros síntomas.
Con la progresión del adenoma de la glándula tiroides, el tumor en sí se vuelve visible a simple vista.
Además, pueden manifestarse problemas gastro intestinales.
Debido a la compresión de la garganta por el agrandamiento del nódulo, los pacientes se quejan de dificultad para respirar y para tragar.
Los hombres, aunque el adenoma de tiroides ocurre en ellos 2-3 veces menos a menudo que en las mujeres, tampoco deben relajarse.
Una de las complicaciones del adenoma de la glándula tiroides en los hombres es la disminución de la potencia sexual.
Síntomas locales debidos al adenoma
- Formación de tumores, nódulos.
- Dificultad para respirar.
- Dolor en la zona del tumor.
- Problemas en el cuello.
- Tos, ronquera.
Síntomas debido a la producción excesiva de hormonas tiroideas
Un nivel elevado de hormonas tiroideas altera el funcionamiento de los sistemas nervioso y digestivo.
Por lo tanto, dichas alteraciones se manifiestan por una serie de síntomas característicos del adenoma:
- Trastornos del sueño (insomnio, sueño corto).
- Temblores.
- Sentimientos de ansiedad y miedo.
- Aumento de la presión arterial.
- Dolor en el abdomen.
- Alteraciones de las heces.
- Pérdida de peso incomprensible
- Aumento del cansancio, disminución del rendimiento.
Dado que la enfermedad afecta a casi todos los sistemas, los síntomas pueden ser muy diferentes.
En algunos pacientes, el adenoma de la glándula tiroides se manifiesta en uno o dos síntomas, en otros, un complejo de síntomas.
Diagnóstico del adenoma de la glándula tiroides
Si el paciente se siente débil, nota un nudo en la garganta o tiene otros síntomas que indiquen un adenoma de la glándula tiroides, debe consultar al endocrinólogo.
El médico hará algunas preguntas sobre los síntomas y las causas de la enfermedad y procederá con el examen.
Necesariamente en esta situación, se lleva a cabo la palpación, aunque el adenoma sea visible.
Según el examen y una serie de síntomas, el endocrinólogo podrá determinar si hay hiperfunción en la glándula tiroides.
Solo después del examen y pruebas especiales, es posible determinar el tipo de adenoma y si es maligno.
Por lo tanto, el paciente debe someterse a una ecografía…. Con su ayuda, se puede determinar el tamaño y la forma del tumor.
Si el médico ve un borde redondeado alrededor del adenoma, esto indica la presencia de una cápsula pronunciada, dentro de la cual se encuentra el nódulo, e indica la existencia de un tipo tóxico de adenoma tiroideo.
Con otros tipos de adenoma, esta imagen no se observa.
A veces, puede aparecer una cavidad en el ganglio: un cistoadenoma.
Aparece como resultado de trastornos circulatorios y el desarrollo de necrosis.
La cavidad puede llenarse de sangre o líquido seroso. El cistoadenoma es una patología secundaria y puede ocurrir en aproximadamente el 30% de los casos.
Para determinar el tipo de adenoma y su naturaleza, es necesario realizar un examen citológico.
La muestra se toma por punción, a veces con guía ecográfica.
Además, al paciente se le prescribe un análisis de sangre general y otras pruebas hormonales.
Si estos estudios no arrojan ningún resultado, entonces se le puede prescribir al paciente una resonancia magnética computarizada de la glándula tiroides.
Tratamiento del adenoma de la tiroides
Hasta la fecha, el único tratamiento eficaz para el adenoma es su extirpación quirúrgica.
Los cirujanos por lo general optan por la hemistrumectomía.
Es decir, se extirpa un lóbulo de la glándula, mientras que el segundo tiene que asumir todo el trabajo de síntesis de hormonas tiroideas.
Si el segundo no cumple dicho cometido, el paciente recibe terapia hormonal de por vida con medicamentos como la levotiroxina.
Es importante realizar una biopsia antes de la cirugía de tiroides.
Dependiendo del resultado de la biopsia cuando el tumor a extirpar es efectivamente un adenoma, el alcance de la cirugía no aumenta.
Pero si la biopsia indica un tumor maligno, se deberá realizar una extirpación completa del tejido tiroideo junto con las glándulas paratiroides.
Por lo tanto, el paciente deberá tomar medicamentos del tipo Eutirox de por vida después de la cirugía de la glándula tiroides.
Tratamiento con etanol y/o yodo radioactivo del adenoma de la glándula tiroides
En los casos en que se trata de un adenoma tóxico, además de la cirugía se puede recibir el tratamiento de terapia con yodo radiactivo.
Con la terapia con yodo radiactivo, el paciente debe tomar yodo radiactivo, después de lo cual se requiere un régimen de aislamiento durante una semana.
El yodo radiactivo se prescribe en aquellos pacientes en que la intervención quirúrgica es imposible.
El método más reciente es la destrucción del adenoma mediante etanol.
En este caso, se inyecta alcohol al 95% en el adenoma bajo control ecográfico.
El alcohol destruye las células y permite el desarrollo posterior de tejido conectivo en el sitio del ganglio.
Gracias a la cápsula densa del adenoma, el etanol puede actuar sobre el propio tumor sin afectar los tejidos cercanos de la glándula tiroides.
Prevención del adenoma de la glándula tiroides
Seguir las siguientes recomendaciones ayudará a evitar alteraciones de la glándula tiroides:
- Mantener un estilo de vida activo y saludable (deportes, abandonar los malos hábitos).
- Consultas periódicas con un endocrinólogo.
- Tomar medicamentos hormonales solamente bajo la supervisión de un especialista.
- Evitar los factores provocadores, incluidas las toxinas.
El adenoma de tiroides es un tumor benigno que rara vez degenera en tumor maligno. Pero existen otros riesgos, por lo que es importante la consulta con el médico a tiempo.
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